Antonio Franco (Badajoz, 1955), director del Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz desde su fundación en 1995, ha muerto este domingo, informa el IAC, Instituto de Arte Contemporáneo del que fue socio y parte activa. Conocedor de la situación periférica de su ciudad y aprovechando la cercanía a Portugal, Franco intentó desde el principio centrar la labor del museo en el arte contemporáneo de Portugal e Hispanoamérica. Desde el MEIAC impulsó también importantes iniciativas como la creación de un archivo digital único entre los museos internacionales, que reúne más de 149 piezas de casi un centenar de artistas diferentes; una donación de 215 dibujos de Juan Barjola; y una importante representación de artistas extremeños en el Museo, como Pérez Rubio, Ortega Muñoz y Eduardo Naranjo. En los últimos meses trabajaba en la conmemoración del 25 aniversario del museo. 

A pesar de las dificultades y de la falta de presupuesto de los últimos años, Franco logró situar al MEIAC y a Badajoz en el mapa del arte contemporáneo. Con una colección que mostraba habitualmente de más de 1.300 obras, catalogadas en varios grupos: arte extremeño, con obras de Barjola, Óscar Muñoz, Equipo Crónica y Florentino Díaz; arte español, con una selección de artistas cuya carrera despunta en los años 80 (Juan Muñoz, Susana Solano, Miquel Navarro); iberoamericano, con trabajos de Francis Alys y Alfredo Jaar, y, su punto fuerte, el arte portugués, con piezas significativas de Cabrita Reis, Julião Sarmento, Jorge Molder y Alberto Carneiro, entre otros.

Antonio Franco se volcó además en un proyecto muy singular relacionado con las nuevas tecnologías aplicadas al arte, especialmente al net.art. Desde 2008 el MEIAC trabajó en un archivo en línea, NETescopio, destinado a preservar obras artísticas generadas para la red. Y un poco más adelante puso en marcha RED(E).IB, una plataforma pensada para la creación de una red horizontal en la que participan destacados centros iberoamericanos en el área del arte y la tecnología. "El museo ha tratado de responder con nuevas prestaciones y formas de organización a las demandas concretas que se le plantearon. Es una institución que se ha venido reinventando. Los nuevos dispositivos tecnológicos de producción y de distribución de la experiencia estética implican cambios radicales y forzaran sus límites. Puede que el museo del futuro nos parezca menos un contenedor de objetos que un sistema de comunicación digital capaz de organizarse y de actuar en redes", explicaba entonces a El Cultural. Algunas de las exposiciones más interesantes se centraron en esta línea, como META.morfosis. El museo y el arte en la era digital (2007) o El discreto encanto de la tecnología. Artes en España (2008).

Director veterano, historiador y crítico de arte, miembro de la Asociación de directores de centros y museos de arte contemporáneo de España (ADACE) y uno de los que más tiempo han estado al frente del mismo museo (casi 25 años), Franco defendió siempre la importancia de proyectos pensados a largo plazo: "Hay que tener paciencia: un centro no debe medir su éxito por número de visitantes. Estos proyectos sólo fructifican a largo plazo, quizá diez años, y no se debe caer en la banalización para atraer al público".