¿Qué libro tiene entre manos?
Patria, de Fernando Aramburu.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
No sentirme involucrada. Pero puede que lo deje por un tiempo y después vuelva a retomarlo.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
Con Judy Chicago, una de las primeras artistas feministas. Me enamoré de su The Dinner Party en el Museo de Brooklyn. Me gustaría saber cómo ve el futuro de las mujeres.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
Debe haber sido Mujercitas de Louisa May Alcott, algo de Enid Blyton o Piel de Asno de Charles Perrault. Primero, seguro, Mafalda, Astérix, Tintín, Mortadelo...
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
En papel, por la noche o durante el fin de semana. Pero como viajo mucho, también leo en Kindle o iPad. No me importa “estropear” un libro, subrayarlo, doblarlo. Me gusta releer los importantes y encontrar mis notas.
¿Qué experiencia cultural cambió su manera de ver la vida?
La Universidad de Milán y mis primeras experiencias profesionales con figuras como Achille Castiglioni, Tomás Maldonado, Vico Magistretti. Me enseñaron un enfoque metodológico hacia la búsqueda en 360 °.
La exposición del Fernán Gómez, Nature Morte Vivante, gira en torno al bodegón. ¿Qué papel juega en sus diseños?
El bodegón clásico forma parte de mis raíces. Una síntesis aparentemente inanimada, pero que en realidad da una connotación sensible y empática a los objetos, sin la responsabilidad del retrato humano.
Jarrones y lámparas, muebles y alfombras, cerámicas y tejidos… Sus diseños abarcan todo. ¿Con cuál se queda?
Más que por un objeto, me gustaría ser representada por los procesos que han llevado al producto. Pero no sé bien cómo describirlos.
El futuro del diseño pasa por...
El futuro del diseño pasa por el upcycling (reutilización consciente del desperdicio de producción), genderless (ir más allá de los prejuicios y las diferencias de género) y las contaminaciones (cultural, social, mezclando viejas y nuevas tecnologías, materiales, procesos, tiempos).
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
De Olafur Eliasson.
¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
Respeto las críticas. Sirven para reflexionar. Como dice Enzo Mari, un diseñador tiene el papel de empujar los límites de una empresa. Un crítico tiene el papel de empujar los límites de la sociedad en la que vive.
Ejerza de crítica de la última exposición que ha visto.
Charlotte Perriand, Inventing a New World en la Fundación Vuitton en París. Primera dedicada a un diseñador en la fundación y, por primera vez, con todo el espacio expositivo para una sola muestra. Una exposición valiente de una diseñadora que no tuvo el reconocimiento merecido.
¿Qué película ha visto más veces?
Blow-Up, de Michelangelo Antonioni.
¿Qué música escucha en su casa o en su estudio?
En el estudio escucho lo que escuchan las personas que trabajan conmigo. En casa un poco de todo: Cat Power, PJ Harvey, Vincent Gallo, Thom Yorke, Nick Cave.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
Sí, le debo mucho a mis raíces. Es una herencia de inspiración, imágenes, cultura que sigo usando. Un país europeo, pero con una mirada atlántica en el que se valora la calidad de vida, las relaciones, la comida y el tiempo.
Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Tenemos que trabajar en la autoestima y la comunicación. Invertir más en la sociedad, acercándose al gasto público de países como Francia, los Países Bajos y Bélgica. Y al mismo tiempo recompensar la inversión pública. Es interesante también el experimento que se está realizando en Italia, donde los concursos para los puestos de directores de los principales museos están abiertos a los mejores del mundo.