Es prácticamente una institución en sí mismo. Licenciado de Historia del Arte entró en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York en 1963. Allí, durante siete años fue conservador de pintura flamenca, dos los dedicó a la subdirección y entre 1977 y 2008, es decir 31 años, lo dirigió. Bajo su liderazgo el museo amplió considerablemente su tamaño, su presupuesto, adquirió obras importantes y desarrolló buenos programas educativos. Philippe de Montebello (París, 1936) es Patrono de Honor del Museo del Prado y presidente de la Hispanic Society of America, institución fundada por Archer M. Huntington que hace tres años recibió el premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional. “Cuando una institución recibe un galardón como este significa una vindicación de su importancia”, comenta el mecenas que está en Madrid para recibir otra distinción: el Premio Iberoamericano de Mecenazgo que entrega la Fundación Callia. No obstante, este mecenas que no se considera como tal, mantiene la humildad y la calma mientras habla.

Pregunta. Estuvo 31 años al frente del Metropolitan de Nueva York. ¿Cómo ha cambiado el mundo del arte?

Respuesta. Aunque yo no hubiera hecho nada, en tantos años las cosas cambian, pero había que remar en alguna dirección. Fueron años muy importantes y debo decir que me felicito por no ser director hoy. El mundo ha cambiado totalmente. Hoy en día casi todo el arte tiene un mensaje, es una ilustración de algo y la política, la manera de dirigir los grandes museos en las grandes ciudades con todo el turismo de masas ha cambiado mucho. Mientras fui conservador y director había una jerarquía entre cosas más y menos importantes y no era políticamente incorrecto decir que un vaso era más pequeño que otro. Hoy en día sí y eso se lo dejo a los directores de hoy y del futuro. Es un periodo muy difícil porque los cánones son diferentes.

"Tengo estudiantes que no aceptan la idea o la posibilidad de que una obra sea más importante que otra"

P. ¿Cuáles diría que son los retos más urgentes a los que se enfrentan hoy en día los museos? 

R. Para mí el reto más importante es mantener un equilibrio entre el mundo político de hoy y la apertura mental y física de los museos hacia un público muy diferente. El fenómeno del turismo de masas hace que sea una pesadilla visitar algunos museos. El Uffizi de Florencia es ejemplo de ello. La mayoría de gente los visita porque están en la lista de puntos de interés pero es un problema porque se plantan frente al cuadro y no hay posibilidad de aproximación. Los museos deben preservar un cierto sentido histórico, artístico, cronológico y de importancia relativa entre las cosas. Tengo estudiantes que no aceptan la idea o la posibilidad de que una obra sea más importante que otra. En este tipo de mundo mi jubilación ha sido buena. 

P. Es decir, ¿el museo debe preservar la misión para la que nacieron?

R. Los museos se parecen mucho a las bibliotecas, son contenedores de objetos que representan la memoria de la humanidad como fue expresada visualmente y los objetos, cuadros, esculturas, vidrios y estatuas deben ser conservados. Además, si están ahí es porque antes ha habido una selección, no se escoge todo sino lo que se considera más importante para las generaciones futuras.

P. ¿Diría, por tanto, que existe el riesgo de que los museos caigan en el puro entretenimiento?

R. Ya ha ocurrido en muchos museos. Solo hay que ver el Museo de Diseño Cooper-Hewitt de Nueva York. Actualmente, presentan su gran colección de diseño como si fuera un juego, como si los museos fueran para niños. Es una falta de respeto hacia el público.

P. ¿Qué cree que se puede hacer para evitar que se siga por ese camino?

R. Los museos no pueden hacerlo solos, la tarea debe empezar en la escuela. Ese es el reto y el papel de la educación pero hay que preparar a la gente. Los museos, en general, están bien para los jóvenes pero un museo de arte es algo más adulto. En las escuelas de Estados Unidos no se enseña la historia del arte, se centran más en las ciencias sociales y siempre politizadas. La geografía tampoco existe y, de hecho, en algunas zonas de Estados Unidos no saben dónde está España, no sabrían mostrarlo en un mapa. Es muy triste.

"El Museo Cooper-Hewitt muestra su colección de diseño como si fuera un juego. Es una falta de respeto hacia el público"

P. ¿Qué influencia tiene en todo esto las tecnologías digitales?

R. Vivimos un momento casi revolucionario en el que todas las ideas son válidas, hasta las ideas más locas que llegan por la red se aceptan como otras tantas. Todo esto hace que los jóvenes no sepan qué pensar y no sean capaces de diferenciar entre la mentira y la verdad. Pero eso no es lo peor, lo peor es que he notado que a muchos jóvenes no les importa ni la historia ni lo que ha ocurrido antes. 

P. ¿Hay falta de interés y de criterio?

R. Sí, cuando haces las cosas como las hacen ahora los museos utilizando las cuotas en lugar de los criterios de calidad, hay un problema.

P. La tecnología ha entrado también en prácticamente todos los museos y son muchos los museos que ofrecen visitas virtuales. ¿Qué opina? 

R. No podemos ser como las avestruces, que no pueden volar. Nosotros debemos volar y superarnos, esa es la misión del museo. Si existe el mundo digital y la Inteligencia Artificial hay que utilizarlo para fines inteligentes. Las visitas virtuales son, para mí, uno de los cambios más importantes y no está mal porque puede que los millones de turistas a los que no les interesa particularmente la cultura puedan visitarlos a través de la página. Y para aquellos a los que sí les interesa creo que puede ofrecer la posibilidad de ver detalles que no se pueden ver en vivo.

La importancia del mecenazgo y el futuro de la Hispanic Society 

Vista de la sala de Sorolla en la Hispanic Society of America

P. En Estados Unidos la figura del mecenas y su papel tiene mucha importancia. Sin embargo, en España no ocurre lo mismo. ¿Por qué cree que se da esta situación?

R. En Estados Unidos los museos son privados, no reciben dinero del Gobierno y todo debe venir de donaciones. En España es más difícil porque el Estado aporta dinero así que no existe ese punto de vista de la obligación. Aunque está empezando a mejorar porque después de la crisis las contribuciones del estado a los museos han bajado y los mecenas han crecido un poco. Ahora tienen más peso Los amigos del Museo del Prado o los grupos para ayudar a los museos pero es más difícil porque las ventajas fiscales son menores que en América, donde se puede deducir cerca del 30% si se hace una gran donación. En Europa el único país que conozco con leyes semejantes es Francia.

P. La Hispanic Society de Nueva York le nombró presidente del patronato en 2015. ¿Se conoce mucho este museo en Nueva York?

R. Se visita mucho pero es más conocido en España porque el Museo del Prado ha hecho muchas  exposiciones de nuestra colecciones. La última, organizada por Miguel Zugaza y Gabriele Finaldi en 2017, contaba con 200 tesoros que ahora están viajando a otros lugares. 

"En 3 o 4 años estará lista la renovación completa del edificio pero es posible que la sala temporal esté dentro de un año"

P. ¿Cuál es la gran meta de este museo?

R. Hay que recordar que la Hispanic Society es el único museo que existe en todo el mundo dedicado exclusivamente a la preservación, conservación y divulgación del arte y la historia Iberoamericana. Para nosotros el gran reto es promover el arte y la cultura del mundo hispánico en su más amplio sentido para que la gente entienda la importancia que tuvo en todo el mundo.

P. Actualmente se están renovando las salas del edificio. ¿Cuáles son las reformas que se están llevando a cabo?

R. Ahora mismo estamos renovando el edificio pues durante más de 200 años no se han reformado. Tenemos que cambiar la presentación para que sea más moderna, con mejor iluminación y con pasajes mejor diseñados para que la circulación de la gente sea más cómoda y amplia. También vamos a crear una gran sala de exposiciones temporales porque, aunque vale la pena visitar la colección a menudo, si no se cambian las muestras el público no va, hay que hacer cosas que atraigan su atención. Esto nos permitirá también presentar obras de artistas contemporáneos en conversación con el arte antiguo del museo principal.

P. ¿Para cuándo se prevé esta nueva apertura?

R. Creemos que entre 3 o 4 años. Pero quiero recalcar que ahora las salas de Sorolla se pueden visitar los martes y jueves bajo cita previa y la biblioteca es tan importante que no se puede cerrar por lo que se puede ir a investigar. En 3 o 4 años estará lista la renovación completa del edificio pero es posible que la sala temporal esté dentro de un año.

P. ¿Y ya han pensado en la exposición inaugural?

R. No, aún no. Pero eso será fácil.

@scamarzana