Seguro que son muchos a los que le gusta conocer las historias que esconden los cuadros de los museos. En ocasiones bajo la capa más superficial que vemos subyace una antigua pintura, repintes, actuaciones posteriores o restauraciones. Son infinidad los detalles que el ojo humano no puede apreciar mientras que nuestra curiosidad nos incita a conocer e indagar. Para ello, el Museo Reina Sofía, con el apoyo de la Fundación Telefónica, ha lanzado el espacio Gigapixel, un apartado dentro de su página web desde el que podemos examinar las obras de su colección con un gran nivel de precisión.
La tecnología empleada es la que habitualmente usan en la pinacoteca para realizar los estudios técnicos que ayudan a conocer las capas de las obras. “Cuando vamos a hacer una intervención hacemos estos análisis para conocer mejor a lo que nos enfrentamos”, cuenta Jorge García Gómez-Tejedor, responsable del Área de Conservación y Restauración del museo. Por ahora son diez las obras de artistas como María Blanchard, Salvador Dalí, Robert Delaunay, Wifredo Lam, André Masson, Joan Miró, Pablo Picasso, Ángeles Santos y José Solana las que podemos ver con un zoom de gran definición.
La selección de estos trabajos con los que han lanzado Gigapixel responde a un criterio cronológico y aunque de Picasso hay dos piezas del resto han escogido una de las más representativas de la colección. A García Gómez-Tejedor le gusta Autorretrato cubista (1923) de Dalí, “un collage que ha tenido una historia complicada pues durante tiempo no ha estado muy cuidada”, asegura. “Hemos hecho un trabajo de restauración muy bonito y ahora se pueden ver los añadidos, las zonas integradas y se pueden apreciar los empastes”, cuenta a El Cultural.
También El gitano (1915), de Delaunay, sufrió deterioros y tras los análisis a los que ha sido sometida se puede ver el trabajo de reintegración que se le hizo, mientras que La tertulia del Café de Pombo (1920), de José Solana, muestra que estaba pintada sobre otra pintura anterior, una escena religiosa y penitente que contrasta con lo que vemos. Todos estos avances técnicos nos permiten apreciar las texturas de los lienzos y con ello, se obtiene la experiencia que guarda cada obra.
Además, se acompaña de una ficha explicativa que “profundiza en la investigación para que pueda abrir el apetito del visitante”, comenta el responsable del Área de Conservación y Restauración del Reina Sofía. Así, el público podrá descubrir aspectos como los cambios de composición, los soportes, las restauraciones sucesivas o bocetos anteriores al trabajo final.
Sin duda, esta herramienta suscitará el interés de muchos visitantes y amantes del arte pero seguro que también es de gran utilidad para profesionales y profesores. “A las universidades y a los estudiantes les gusta tener acceso a esta información y desde el museo no podemos atender a todas sus peticiones”, se lamenta. Por eso, esta nueva plataforma permite que puedan acudir a la información necesaria para observar los detalles más recónditos. Y para el público general “es una manera de ver el arte que no es la habitual. Se puede acceder desde el teléfono así que se puede visitar el museo, abrir este site y ver todos esos detalles que no podemos apreciar estando frente a la obra”, sostiene Jorge García Gómez-Tejedor.
Todo ello, por supuesto, mejora la interpretación que podamos hacer de las piezas pues las diferentes tecnologías y luces empleadas en el análisis nos deja entender “el estado en el que está, los dibujos subyacentes, los barnices y la pincelada del artista”. El robot utilizado para estos estudios el que se empleó en Viaje al interior del Guernica, una investigación que la pinacoteca realizó sobre la obra maestra de Picasso. Para la ocasión se construyó un automatismo robotizado de grandes dimensiones para la digitalización de imágenes tomadas de una obra de arte.
A estas 10 primeras obras le seguirán trabajos de Norah Borges, Sonia Delaunay, Fernand Léger, Maruja Mallo y Rosario de Velasco.