Los rumores llevaban tiempo acechando. Ya en febrero de 2017 Carmen Thyssen afirmó que necesitaba liquidez y que, tal vez, tendría que vender algún cuadro de su colección. Ya lo había hecho en 2012 con La esclusa, de Constable. Así que en aquel momento saltaron todas las alarmas al pensar que esa nueva pieza podría ser Mata Mua, la pintura de Paul Gauguin, la joya más preciada de su colección personal. Entonces, el equipo de cultura encabezado por el ministro José Guirao consiguió que el preciado lienzo se quedara en España y, por tanto, en el Museo Thyssen-Bornemisza.
Sin embargo, cuando el pasado mes de enero el Gobierno socialista sustituyó a Guirao por José Manuel Rodríguez Uribes los abogados de la baronesa quisieron volver a negociar las condiciones de su colección. Finalmente, la historia acaba con el permiso del Ministerio de Cultura para que la obra Mata Mua, la joya de la colección del Thyssen, salga del museo para ser puesta a la venta.
Aunque el ministro de Cultura, Rodríguez Uribes, ha reconocido que desconoce si la baronesa había llegado a algún pacto con su antecesor José Guirao, este ha declarado que su decisión de sacar el cuadro del museo y venderlo responde a su “legítimo derecho a la propiedad privada”. Ha señalado también que los 40 millones de euros que vale el cuadro suponen la mitad de lo que ha gastado el gobierno para ayudar con urgencia al sector cultural. “Lo único que se puede hacer es comprarlo. No se me ha planteado la idea, pero un ministro prudente no puede hacerlo”. Otra posibilidad que se presenta es la de un acuerdo previo pues “este ministro va a estar siempre atento a la defensa del patrimonio nacional y cultural”, ha asegurado.
Pero la de Gauguin no es la única que sale de la pinacoteca que dirige Guillermo Solana. A ella se suman El puente de Charing Cross (1899), de Manet; Caballos de carreras en un paisaje (1894), de Degas y Martha McKeen, (1944) de Hopper. Ninguno de los cuatro lienzos se puede ya ver en el centro madrileño.
La colección personal de Carmen Thyssen se encuentra en préstamo gratuito que se ha ido prorrogando por cortos periodos. Según declaraciones de la baronesa en 2017 sus fondos generan “unas ganancias para Madrid de entre 7 y 8 millones de euros anuales y, por eso, no debería estar sin un marco legal claro y estable”. A principios de ese mismo año su colección, compuesta por 429 obras, fue tasada en 462,6 millones de euros. Entonces aseguró que pretendía renovar la cesión de su colección privada al Estado "de forma permanente siempre y cuando tenga un marco legal que respete y proteja su valor". En diciembre de 2018 parecía que habría acuerdo aunque Thyssen se mostró cauta.
La historia de la colección
El Museo Thyssen-Bornemisza cuenta con una de las colecciones de pintura más importantes reunidas en el siglo XX. En 1988 el Estado propuso el Palacio de Villahermosa como sede para alojar los cuadros del barón, año en el que se firmó un contrato de préstamo por el que las obras más importantes de la colección se entregaban a España para su exposición en Madrid, y una pequeña parte en el Monasterio de Pedralbes de Barcelona, durante un periodo de nueve años y medio. A cambio, el Gobierno aportaba un edificio que tenía que ser rehabilitado y acondicionado como museo. Dichas obras de remodelación, realizadas por Rafael Moneo, concluyeron en 1992. Tan solo un año más tarde, en 1993, el Estado adquirió las 775 obras del barón por 44.100 millones de pesetas.
También la baronesa tenía su propia colección y cuando en 2002 muere el barón Thyssen esta sumó a sus piezas la herencia de su esposo. De modo que el Estado decidió adquirir otros dos espacios anexos al Palacio de Villahermosa y ese mismo año firmaron un acuerdo de préstamo gratuito por un periodo de diez años. Desde que expiró aquel primer acuerdo la baronesa y el Gobierno han ido prorrogando el préstamo en periodos de un año salvo en las últimas ocasiones, cuyo plazo ha sido más corto.
En junio de 2018 hubo una nueva moratoria que traía un pronóstico más favorable. Tras la reunión de Carmen Thyssen con Carmen Calvo y José Guirao se acordó alcanzar un acuerdo sobre la cesión de su colección al Estado. El entendimiento con el equipo socialista parecía más positivo que con los anteriores ministros de Cultura, José Ignacio Wert e Íñigo Méndez de Vigo, del Partido Popular. En diciembre de ese mismo año la baronesa afirmó que antes de finalizar el año habría acuerdo. “España se lo merece, estamos luchando para que todo salga bien”, insistió. Sin embargo, a partir de ahora serán 425 las obras que se exponen junto a la colección del barón.