Es posible que tras la experiencia que estamos viviendo con el coronavirus empecemos a ser más conscientes de nuestras ciudades y pensemos tanto en la amplitud de las calles como en las dimensiones de los espacios que habitamos. “La ciudad es para compartir, cooperar y encontrarse. De esa experiencia y de la suma de recuerdos construimos el relato colectivo”, sostiene Javier Peña, director de Concéntrico, el festival internacional de arquitectura y diseño que se celebra en Logroño del 3 al 6 de septiembre.

Caminar por la ciudad en la que vivimos se convierte, en ocasiones, en un mero trámite: tan solo vamos de un lugar a otro. Sin embargo, cuando visitamos una en la que nunca hemos estado nos fijamos en sus edificios, sus parques, su mobiliario, sus jardines, sus detalles. “Las ciudades europeas tienen similitudes entre sí y pueden responder a problemas similares. En otros continentes vemos otras prácticas y lo bueno es que esto nos permite imaginar cómo pueden ser esos espacios”, comenta Peña. Esa es una de las razones por las que la cita no se ciñe en exclusiva al territorio nacional si no que se abre a propuestas internacionales que permiten “descubrir diferentes formas de trabajar el entorno urbano”. En total, para esta edición recibieron 125 proyectos, de los cuales un 40% eran internacionales.

Esos lugares de paso, vacíos o abandonados a los que ya no prestamos atención se convierten en los protagonistas durante los días que dura la cita. “La ciudad es heterogénea y siempre frecuentamos los mismos sitios. Es una invitación a volver a mirar, a perderse por ella. Todo esto enriquece el festival que busca reinterpretar los lugares”, comenta Peña. Este año, además, han conseguido llevar sus instalaciones a espacios más amplios como la Plaza del Mercado o la Gran Vía, lo que sin duda ayudará a marcar mejor las distancias ahora requeridas y tan demandadas. Aunque no solo se añaden estos nuevos espacios sino que también se podrán abrir espacios cerrados que han quedado vacíos de contenido para establecer diálogos entre lo exterior y lo interior.

'Banquín', de Macanismo

Concéntrico nació con el objetivo de realizar una investigación, de construir un relato y tener una continuidad “que no se limite a una edición”. Para ello, el equipo que lidera Peña va abriendo el abanico de propuestas con las que van ideando las futuras ediciones. “Cada año se abren puentes y en esta ocasión tocamos temas más políticos y nos acercamos al arte contemporáneo”, asegura. Aunque esto no responde a una intención de abrirse a otras disciplinas sino que el criterio sigue residiendo en los temas que abordan los participantes. 

Este año, Gregor Schneider cuestiona la religiosidad y aborda asuntos relacionados con la construcción de la intimidad en el espacio público. El artista, ganador del León de Oro de Venecia en 2001, es el protagonista de una de las 14 intervenciones que tendrán lugar en la sexta edición del festival. Su Kreuzweg es un oscuro pasaje en forma de cruz negra que solo se advierte a vista de pájaro. La pieza, que se instalará frente a la catedral de la ciudad, tendrá una dirección predominante pero que propicia varios cruces convirtiéndose en una especie de laberinto que “permite aislarte de tu propio cuerpo porque no hay noción de la espacialidad”, explica Peña. En este sentido, el artista “busca que entremos en un espacio en el que la oscuridad nos lleva a la abstracción de nuestra propia fisicidad”. El resultado es un viaje místico hacia un interior en el que sentimos una total desconexión del contexto.

De carácter político y de extrema actualidad es la propuesta de Iza Rutkowska, que requiere, además, de la participación ciudadana. En un momento en el que nos encontramos inmersos en el diálogo sobre las estatuas y su representatividad Rutkowska llevará a Logroño su Caballo ecuestre, una instalación que “pretende llamar la atención sobre la injusticia en el diseño y el uso que se hace del mismo en los espacios públicos”. La artista visitó la capital de La Rioja en 2019 y allí vio el monumento a Espartero que capitanea el espacio del Espolón. Es esta propuesta “se pregunta cómo se representan las figuras de poder en el espacio público, por qué los diseños suelen ser tan masculinizados y por qué sirven para conmemorar las guerras ganadas”. En definitiva, rediseña un caballo al que desprovee del pedestal invitando al visitante a subirse a sus lomos y a reflexionar en torno a una cuestión de la que tanto estamos hablando en la actualidad.

'Kreuzweg', propuesta de Gregor Schneider

En la Plaza San Bartolomé Storey Studio instalará un jardín aromático con el objetivo de establecer nuevas relaciones sensoriales y visuales con la ciudad, Jordi Galí junto a Jérémy Paon y Julien Quartier tratarán de reconectar las curvas de la plaza Santiago con el barrio antiguo de Logroño y en el aparcamiento de la calle Mayor Kogaa explorará el potencial de los espacios urbanos vacíos y sus funciones sustitutivas. En un espacio de mayores dimensiones como es la Gran Vía de la ciudad se instalará un gran banco, “los grandes olvidados”, según Javier Peña. “Las plazas los quitan cuando es una pieza que puede tener varias lecturas. Esta instalación intenta rediseñar este espacio de encuentro, de espera, de descanso”. Para ello se dispondrá de banco de 20 metros de longitud con las esquinas curvas que funciona como un balancín, lo que hace que su uso “requiera el consenso entre los ciudadanos que lo utilicen”.  

Como es habitual también habrá exposiciones como Pabellón de reverberaciones, una muestra en la que Centrala (formado por Małgorzata Kuciewicz y Simone De Iacobis) crea propuestas basadas en el análisis de las relaciones entre la arquitectura y los diversos procesos naturales. La otra cita en forma de exposición artística será en la Escuela Superior de Diseño de La Rioja, donde se podrán ver los diseños de Tuomas Kuure. 

Año tras año Concéntrico sigue buscando nuevas maneras de vivir las ciudades y tiene como objetivo propiciar la reflexión pues, como dice Javier Peña, “son los ciudadanos más críticos quienes construyen mejores ciudades. Pensamos en nuestras casa como el espacio íntimo y privado porque en la ciudad parece que las decisiones vienen impuestas y no somos conscientes sobre cómo son”. En definitiva, el festival escoge propuestas que nos hagan pensar y reflexionar porque “muchas veces miramos sin ver”.

@scamarzana