Ecocéntricas. Galería Espacio Mínimo. Doctor Fourquet, 17. Madrid. De 1.260 a 25.000 €. Hasta el 30 de enero
Son muchos los peligros que nos acechan, aunque no queramos verlos. Nuestros aparatos electrónicos emiten una radiación electromagnética a la que ya son sensibles muchas personas. Leer la etiqueta de un alimento envasado, o de un producto de belleza, es un maremágnum de incomprensibles abreviaturas que acaban en nuestro cuerpo, del mismo modo que los pesticidas nadan a sus anchas por los campos de cultivo y los ríos. La naturaleza, a pesar de su grandiosidad, es finita, y su transformación, lenta. Nos lo cuentan las tres artistas de Ecovisionarias en la galería Espacio Mínimo. Maider López (San Sebastián, 1975) nos recibe con el vídeo de un árbol moviéndose solo por el bosque. Nos mete de lleno en un ambiente bucólico bañado por la humedad y la neblina del amanecer y por un aura mágica, en la que en cualquier momento puede aparecer el señor del bosque de las novelas del Baztán de Dolores Redondo.
También Donna Conlon (Atlanta, 1966) se deleita en la delicada película De las cenizas (2019) en un pequeño pajarillo que yace inerte sobre una mano hasta que emprende el vuelo. El viento y la cámara acarician sus plumas, sus garras inmóviles, su pico de forma puntiaguda. Un punto en el tronco de un árbol llevó a la artista a una extraña asociación de ideas durante el confinamiento: pensó en una mancha solar que dibujó frenéticamente sobre los papeles que presenta junto al vídeo en la planta baja de la galería. Estas formas tentaculares de resonancias vegetales recuerdan a una cadena de transmisión nerviosa que nos lleva a la instalación con la que Bene Bergado (Salamanca 1963) cierra el círculo: 25 frascos de bronce atrapados en el interior de una cama-jaula con un somier de parqué. Transforma un espacio doméstico en una metáfora de nuestra manera de estar en el mundo. Señala las fracturas presentes en los productos que todos consumimos y cómo están afectando a nuestra salud.