La pandemia provocada por el coronavirus ha afectado a todos los sectores sociales y de manera muy directa al cultural. Los museos se han visto, además, especialmente perjudicados durante 2020, perdiendo por el camino al 70 % de los visitantes que tuvieron en 2019, como ya avanzamos en este reportaje de septiembre. Al cierre obligatorio durante el estado de alarma (que se produjo entre el 13 de marzo y el 1 de junio, casi tres meses) se ha unido, posteriormente, la escasez de turistas extranjeros y nacionales, restricciones en los desplazamientos, limitación de aforos, desaparición de las visitas escolares y de grupos o la supresión de numerosas actividades de carácter presencial. Como resultado de todo ello, el balance del año que acabamos de cerrar es para todas las instituciones artísticas del país el peor de sus respectivas trayectorias.
El Museo Nacional del Prado ha recibido un total de 852.161 visitantes en su sede, de los cuales más de 500.000, 556.355, corresponden al período previo a su cierre. En total, el descenso de público se sitúa en torno al 75%. Tras su reapertura, el perfil del visitante del museo varió en su procedencia, mayoritaria de público madrileño en un 78% frente al 21% del pasado año, y en la franja de edad, ya que el visitante menor de 44 años pasó a ser el mayoritario en sus salas, alcanzando el 55% del total. Esto teniendo en cuenta que no hay visitas de grupos escolares. Por otro lado, aumenta porcentualmente la visita de personas sola y en pareja y la visita femenina se sitúa en un 63% frente a la masculina con un 36%.
El visitante del Museo Nacional del Prado tras el confinamiento, en un 96%, valoró altísimamente la exposición Reencuentro como una propuesta para la reapertura del Museo muy o bastante acertada, destacando la sensación de disfrute del nuevo montaje y la confianza que trasladan las medidas adoptadas para garantizar una visita segura. Además, las iniciativas online desarrolladas durante este período han atraído a más de 7 millones de usuarios web y 3 millones de seguidores en redes sociales como Twitter, Facebook, YouTube o Tik Tok.
En 2020 se ha roto también la tendencia al alza en cuanto a la evolución en el número de visitantes del Museo Reina Sofía, que se venía repitiendo un año tras otro. La institución ha recibido en los últimos doce meses a 1.248.486 visitantes, frente a los 4.425.699 registrados en 2020. De ellos, 448.211 corresponden a la sede principal, 608.603 al Palacio de Cristal y 191.672 al de Velázquez, ambos situados en el Parque del Retiro. En términos porcentuales y de manera global, el Museo contabiliza un 71,8% menos de visitantes en relación al año anterior.
La situación anómala vivida en los últimos diez meses también ha provocado una importante caída de los ingresos propios que genera el Museo referidos a publicaciones, alquiler de espacios, patrocinios, cánones... En ingresos por venta de entradas, se ha producido una disminución de alrededor de un 82%. Ello ha sido debido, no solo al hecho de que haya bajado el número de visitantes, sino a la decisión del Museo de reducir el precio de la entrada en los meses posteriores a la reapertura y mantenerlo el mayor tiempo posible, con la intención de facilitar la vuelta del público, de acercar la cultura a la ciudadanía en un momento en que se necesitaba más que nunca.
El Museo Guggenheim de Bilbao, por su parte, ha recibido 315.908 personas en 2020, mientras que en 2019 alcanzaba la cifra de 1.170.669 visitantes, por lo que el descenso ha sido cercano al 73 %. El Museo, sin embargo, prefiere centrarse en lo positivo: el seguimiento y apoyo masivo que ha recibido la actividad digital desarrollada a través de vídeos, talleres, charlas y visitas online, y que, cuando las circunstancias lo han permitido, el público ha visitado presencialmente el Museo. Este año, además, se ha invertido la tendencia de años anteriores de mayoría de extranjeros (en 2020 un 61% de los visitantes procedía del Estado y un 39% de otros países) y se ha observado una gran afluencia de jóvenes y adolescentes, así como de público familiar, especialmente en la exposición de Olafur Eliasson.
En el ámbito digital, la web guggenheim-bilbao.eus registró en 2020 un total de 1.981.589 visitas y 5.775.238 páginas vistas, mientras que en las redes sociales el Museo sigue aumentando su comunidad e influencia, con 636.210 seguidores en Instagram, 372.655 en Twitter y 336.145 en Facebook, lo que suma un total de 1.345.010 personas, destacado el elevado nivel de engagement (interacciones) de los seguidores.
La COVID 19 ha frenado también la tendencia positiva de visitas a los museos estatales en 2020, afectados también por los cierres de la segunda ola. La cifra global de público en 2020 ha sido de 1.058.918 visitantes, lo que supone un descenso del 63,55 % con respecto a las visitas de 2019 (2.905.337) a estos mismos museos, pese a la mejora de cifras con respecto al año pasado que presentaron los meses de enero y febrero (449.831 visitantes frente a 432.780 en 2020).
Por su parte, las propuestas culturales, científicas y educativas de la Fundación "la Caixa" en el conjunto del Estado recibieron la visita de 3,8 millones de personas en 2020. Esta cifra incluye a los visitantes a los centros de la Fundación "la Caixa" (1,2 millones) así como a los de las numerosas exposiciones itinerantes organizadas en todo el territorio (2,6 millones). Los ocho centros CaixaForum y CosmoCaixa recibieron 1,2 millones de visitantes, lo que representa un 35% del total de visitantes que acudieron durante 2019. Una cifra que, en opinión de la institución, "refleja la confianza que el público ha depositado en la programación de exposiciones de la entidad tras la reapertura de los centros. Cabe destacar, a modo de ejemplo, que los centros de Barcelona y Madrid han registrado medias diarias de 1000 visitantes diarios durante algunos fines de semana, llegando a completar el aforo permitido.
Hay que apuntar que, aunque de manera lenta, la tendencia de los últimos meses del año en cuanto al número visitas ha experimentado un ligero y progresivo aumento y que todas las instituciones esperan que en 2021 se pueda recuperar buena parte de lo perdido en 2020. Además, los museos españoles realizan un balance positivo desde el punto de vista de la capacidad de adaptación de nuestros museos a la crisis sanitaria.