¿Qué libro tiene entre manos?
Suelo leer varios a la vez. Ahora, en el estudio, estoy con Vida, la gran historia, de Juan Luis Arsuaga y, en casa, De puertas adentro, la autobiografía de Amalia Avia.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
Que no sea lo que espero, aunque normalmente haga un esfuerzo por terminarlos.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
Con Arsuaga, por ejemplo, ayer leyendo su libro me surgieron algunas preguntas que le haría encantado.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
Recuerdo que puse especial empeño con La historia interminable, pero no creo que lo acabara. No leía nada de niño, me costaba concentrarme, creo que soy un poco disléxico.
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
Leo en papel y a todas horas, es lo que más hago en el estudio. Pinto un poco y, mientras se seca el cuadro, leo. Otras veces dedico el día entero a la lectura.
¿Qué experiencia cultural cambió su manera de ver el mundo?
Supongo que me marcó convivir con las esculturas de mi abuelo y con los cuadros de mis tíos. También dejaron un poso en mí las exposiciones a las que me llevaban mis padres los sábados y que yo odiaba. Todo se queda.
¿Qué le ha enseñado la pandemia?
A tener paciencia, ahora las cosas van a otro ritmo, cosa que también agradezco.
Reivindica con su obra “un arte con minúsculas”, ¿está el arte demasiado encorsetado?
Hoy todo está muy encorsetado, no sólo el arte, todo son normativas. Creo que con el arte se puede tratar de romper esos límites.
¿Y puede el museo convertirse en un espacio de juego?
En eso estoy ahora, preparando una exposición para el Museo Artium de Vitoria sobre el juego. Creo que lo vamos a conseguir.
¿Qué papel tiene el color en su obra?
Es muy importante desde el punto de vista simbólico pero también desde la propia psicología. No es lo mismo un cuadro negro que uno verde, cada uno te sugiere cosas distintas, y yo juego con eso.
¿Cuál es la última exposición que ha visitado?
Estuve la semana pasada en el Museo del Prado. Aprovecho ahora que no hay colas para ir más a menudo.
¿Le importa la crítica, le sirve para algo?
Por lo general la crítica me ha tratado bien. Cuando lees una crítica favorable, siempre da gusto; pero si fuera mala habría que tomarla con deportividad.
¿Qué obra teatral le ha impactado recientemente?
Ni es reciente, ni es exactamente teatro, pero La romería de los cornudos de Lorca, con la Argentinita y el telón de fondo de Alberto Sánchez que recuperó la Fundación Juan March, me gustó muchísimo. Fui los dos días que se hizo y esperé colas de horas.
¿Qué película ha visto más veces?
Thrashin, un referente para la gente de mi generación que empezábamos con el skate. Es posible que la haya visto hasta treinta veces, me sabía los diálogos enteros.
¿A qué serie se ha enganchado?
No veo muchas series pero me gustó Wild Wild Country, una locura.
¿Qué música escucha en casa?
De todo, depende del momento. Últimamente estamos poniendo bastante María Callas por las mañanas. Pero nos movemos de Los Panchos a Lana del Rey, pasando por Bambino y Billie Eilish.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
Me encanta, porque es mi país y mi cultura. Por eso mismo también me permito criticarla.
Una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Educación, invertir en una buena educación es imprescindible para mejorar un país. Todo lo demás viene solo.