El pasado mes de diciembre la casa de subastas Segre recibió una pintura atribuida a la escuela boloñesa del siglo XVI. Las primeras valoraciones se tuvieron que hacer a través de fotografías pues la obra no se encontraba en Madrid. Al verla en persona se dieron cuenta de que “su calidad era superior a lo que parecía”, asegura Mercedes de Miguel, directora de la firma. No tardaron en ponerse en contacto con una conservadora de Patrimonio, quien les instó a hablar con Marco Tanzio. El experto en pintura boloñesa precisó que podría pertenecer a Lavinia Fontana, una de las figuras más importantes del primer barroco. A partir de ese momento le encargaron el estudio de la pieza y tras cuatro meses de análisis Tanzio confirmó la autoría. La obra, que inicialmente había sido valorada en 12.000 euros, se subastará el próximo 18 de mayo con un precio de salida de 50.000 euros. Pero antes, a partir de este viernes, la pieza se podrá ver en una muestra que inaugura Segre.
La tela, titulada Retrato de Lucia Bonasoni di Garzoni, retrata a Lucia Bonasoni, una noble boloñesa que perteneció al exclusivo gineceo intelectual de la ciudad. La protagonista, conocida como La Belleza d’Amore, era, además de músico, “amiga y madrina de la undécima y última hija de Fontana”, comenta De Miguel. Este dato está recogido en un documento del 23 de abril de 1595. En el bautizo de Constanza de Zappi, la madrina designada fue Costanza Sforza di Santa Fiora, esposa de Giacomo Boncompagni pero al ausentarse ese día, Lucia Bonasoni actuó en su lugar.
La obsesión por los detalles
Entre las características que comparten las obras de Fontana encontramos “la precisión casi obsesiva por describir cada detalle, al igual que un miniaturista”, sostiene la casa de subastas. Estos mismos rasgos, aseguran, se pueden encontrar en otras piezas de la artista como en las damas de la casa Gozzadini, Ginevra y Laudomia que figuran en el Retrato familiar de la Pinacoteca Nazionale de Bolonia, en el de Costanza Alidosi Isolini de la National Museum of Women in the Arts de Washington, el de Ginebra Aldrovandi Hercolani del The Walters Art Museum de Baltimore o el Retrato de una dama con cuatro hijas expuesta recientemente en el Museo del Prado.
La estructura compositiva, el peinado de Lucia Bonasoni y los rasgos de la figura, asegura Tanzi en un artículo que será publicado el próximo mes de noviembre en el volumen titulado Scritti in onore di Rosanna Cioffi, de la Università della Campania “Luigi Vanvitelli”, son similares a los que se pueden observar en otras obras de la artista. Con todos estos informes en su posesión, entre los que figura un análisis de pigmentos, la casa de subastas se reunió en abril con la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes aunque esta aún no ha determinado si la obra se declara inexportable o no.
Subastada en 1914
La última vez que salió a subasta fue en Florencia en 1914 y ya entonces estaba atribuida a Lavinia Fontana. Y, aunque es difícil saberlo, se cree que la pintura ha pertenecido desde entonces a la misma familia española de procedencia boloñesa que la adquirió hace más de 100 años. “Siempre es bueno encontrar pinturas descatalogadas y realizadas por mujeres, porque son menos abundantes. Es positivo recuperar obras y volver a ponerlas en el punto de mira”, arguye Mercedes de Miguel. Además, supone una importante incorporación al catálogo de obras de una de las mujeres pintoras más importantes del primer barroco.