Enmarcada por dos terribles guerras mundiales, la década de 1920 se caracterizó por una búsqueda incesante de nuevos caminos en multitud de áreas de la sociedad, del saber, el arte y la cultura. El Museo Guggenheim Bilbao presenta Los locos años veinte, un estimulante recorrido por esta rompedora década a través de más de 300 objetos representativos de las disciplinas artísticas más relevantes del momento; desde la pintura, la escultura o dibujo, hasta la fotografía, el cine, el collage, la arquitectura o el diseño de mobiliario. La muestra nos acerca a ciudades europeas como Berlín, París, Viena y Zúrich, donde se estaban produciendo grandes cambios y avances en todos los ámbitos, muchos de los cuales continúan vigentes hoy día. La sociedad de hace un siglo vivía dominada por el trauma de una pandemia y sumida en una gran recesión económica tras a la guerra mundial, pero al mismo tiempo fue una década de progreso, de explosión de la creatividad y de liberación, por lo que esta mirada al pasado ofrece ideas alentadoras e inspiración de cara al futuro.
Los locos años veinte refleja el intercambio entre diferentes movimientos progresistas como la Bauhaus, el Dadaísmo o la Nueva Objetividad, e incluye iconos de la arquitectura y del diseño, que revelan la diversidad formal que caracterizó aquellos años transformadores. Esta muestra va más allá de los clichés de la década de 1920 para explorar aquellos movimientos estéticos que fueron tan influyentes e importantes que todavía están vigentes en el presente, aunque no nos demos cuenta de ello. En la misma se incluye, además, la obra de artistas contemporáneos que emplean de manera expresa el lenguaje formal y los temas de la década de 1920, enlazando así con el momento actual.
En palabras de la comisaria de la muestra , Petra Joos, "los años veinte del siglo pasado supusieron una explosión de creatividad, de liberación erótica, de pulsión sexual y de feminismo, pero también de trauma, lucha y economía salvaje y despiadada. Y toda esta ‘locura’ se refleja en el Museo Guggenheim Bilbao de una forma muy especial, gracias a la dirección de la escenografía por parte de Calixto Bieito”. El prestigioso director escenográfico de la muestra plantea un reto o llamamiento: "aprovechemos la experiencia de 'los locos años veinte' para confiar en la libertad creativa y no caer en los errores que sumieron al mundo en una de sus mayores catástrofes. Que nuestros años veinte del siglo XXI no se conviertan en Infinite Jest (la broma infinita)”.