Hace escasamente dos semanas conocimos que la casa de subastas Segre iba a sacar a la venta un cuadro de la pintora Lavinia Fontana que había sido atribuido a la escuela boloñesa del siglo XVI. El precio de salida de Retrato de Lucia Bonasoni di Garzoni se había establecido en 50.000 euros y durante la subasta, en la que había tres teléfonos, el martillo cayó al alcanzar la cifra de 140.000 euros. “Se veía que había mucho interés, fue mucha gente a verla y eso te indica que las cosas van bien aunque hasta el último momento nunca se sabe”, explica Mercedes de Miguel, directora de Segre. 

Las obras de Fontana tienen un precio “oscilante”, sostiene. “Los conjuntos de mujeres suelen llegar a los 400.000, los retratos suelen situarse sobre los 100.000 y los cuadros pequeños y religiosos pueden variar entre los 15.000 y 20.000”. Por eso, “el precio de salida tiene que ser real y conservador porque no sabes si el mercado va a pagarlo o no”. Finalmente, un coleccionista privado ofreció 140.000 euros por este retrato de 1590.

Un cuadro mal atribuido

El pasado mes de diciembre la casa de subastas Segre recibió esta pintura atribuida a la escuela boloñesa del siglo XVI. Al ver la tela se dieron cuenta de que “su calidad era superior a lo que parecía”, contaba hace dos semanas Mercedes de Miguel. No tardaron en ponerse en contacto con una conservadora de Patrimonio, quien les instó a hablar con Marco Tanzio. El experto en pintura boloñesa precisó que podría pertenecer a Lavinia Fontana, una de las figuras más importantes del primer barroco. A partir de ese momento le encargaron el estudio de la pieza y tras cuatro meses de análisis confirmó la autoría. 

La pieza, titulada Retrato de Lucia Bonasoni di Garzoni, retrata a esta noble boloñesa que perteneció al exclusivo gineceo intelectual de la ciudad. La protagonista, conocida como La Belleza d’Amore, era, además de músico, amiga y madrina de  la undécima y última hija de Fontana. 

Entre las características que comparten las obras de Fontana encontramos “la precisión casi obsesiva por describir cada detalle, al igual que un miniaturista”, sostiene la casa de subastas. Estos mismos rasgos, aseguran, se pueden encontrar en otras piezas de la artista como en las damas de la casa Gozzadini, Ginevra y Laudomia que figuran en el Retrato familiar, en el de Costanza Alidosi Isolini, el de Ginebra Aldrovandi Hercolani o el Retrato de una dama con cuatro hijas expuesta recientemente en el Museo del Prado.

La estructura compositiva, el peinado de Lucia Bonasoni y los rasgos de la figura, asegura Tanzi en un artículo que será publicado el próximo mes de noviembre en el volumen titulado Scritti in onore di Rosanna Cioffi, de la Università della Campania “Luigi Vanvitelli”, son similares a los que se pueden observar en otros lienzos de la artista.

@scamarzana