Hace tan solo unos meses se reavivó el debate en torno a la línea divisoria entre las colecciones del Museo del Prado y el Museo Reina Sofía. Un decreto de 1995 estableció que octubre de 1881, fecha en la que nació Pablo Picasso, marcaba el fin de la colección del primero y el inicio de la del segundo. Sin embargo, en febrero de este mismo año la adquisición de una pintura de María Blanchard por parte del Prado volvió a poner el debate sobre la mesa. Entonces, el museo dirigido por Miguel Falomir aseguró que Blanchard nació unos meses antes que el genio malagueño y, por tanto, no había conflicto con el decreto.
Ahora, la donación de un cuadro de Picasso al Museo del Prado hace saltar todas las alarmas. Ha sido este mismo lunes cuando el Real Patronato del Museo Nacional del Prado ha aceptado el depósito, durante un periodo de cinco años, de Buste de Femme 43, obra realizada por Picasso en 1943. La pieza ha sido donada a American Friends of the Prado Museum por la Aramont Art Collection de la familia Arango Montull.
En este sentido, el presidente del Real Patronato, Javier Solana, ha subrayado que “la decisión de American Friends of the Prado Museum es, sin duda, una buena noticia para todos los españoles y también para todos aquellos que visitan nuestro país atraídos por su riqueza patrimonial. Un cuadro de uno de nuestros grandes genios nacionales, hasta ahora en manos de una colección privada estadounidense, pasa a ser de acceso público y ello nos alegra a todos los que amamos la obra de Picasso, los museos y la Cultura gracias a la generosidad de la familia Arango Montull y American Friends”.
Además, ha señalado que “las instituciones españolas han demostrado una capacidad de reacción para cumplir todos los procedimientos que han hecho posible que España sea hoy más rica culturalmente que ayer”. Solana ha explicado que la iniciativa surgió de los representantes de American Friends y que el Ministerio de Cultura fue informado de manera inmediata. El presidente del Real Patronato ha agradecido expresamente al Ministerio de Cultura y Deporte su apoyo expreso que ha permitido que este depósito pudiera materializarse.
El director del Museo, Miguel Falomir, ha mostrado su agradecimiento a los donantes y ha felicitado que el Museo del Prado haya calado en los círculos de coleccionistas de Estados Unidos. El director también ha subrayado que “este depósito es una excelente noticia para una institución cuya primera vocación es hacer accesible el arte a los ciudadanos”.
Busto de mujer, realizado en 1943, es una muestra de gran calidad de la respuesta de Picasso a la violencia de la II Guerra Mundial. En muchas de las imágenes femeninas pintadas en ese periodo el artista deformó los rasgos de las figuras de un modo radical. En esta, pintada en un solo día, lo hizo con trazos rápidos y muy seguros. La resonancia de los tonos del fondo y la rotunda presencia del tipo femenino revelan los ecos de su gusto por lo español y su profundo conocimiento de nuestra tradición pictórica. La obra será expuesta de manera inmediata en las salas de retratos del Greco, una de las referencias más evidentes en la pintura de Picasso. American Friends deposita la pieza en la pinacoteca para su exhibición en el contexto de la colección permanente, contribuyendo así a proporcionar un conocimiento más profundo y completo de la misma.
El ensayo de Velázquez para retratar a Felipe III
Durante el pleno de este lunes el Museo del Prado también ha aceptado la donación de la obra identificada como Retrato de Felipe III de Velázquez que le ha ofrecido American Friends, tras haber estado depositada en la institución desde 2016. Esta obra, donada por William B. Jordan a American Friends of the Prado Museum en 2016 contribuye a completar el discurso de Velázquez como retratista real. Se trata de una pintura identificada en 2015, cuyos rasgos estilísticos y características técnicas permiten atribuirla a Velázquez y relacionarla con su Expulsión de los moriscos, realizada en 1627 en competición con Vicente Carducho, Eugenio Cajés y Angelo Nardi.
Este cuadro desapareció en el incendio del Alcázar de Madrid en 1734, pero quedan descripciones que demuestran que su protagonista era Felipe III, que se encontraba de pie, junto a una alegoría de España, y apuntando hacia los moriscos, que estaban siendo expulsados. Velázquez no llegó a conocer a Felipe III, muerto en 1621, y para hacerse una idea de su rostro acudió a retratos ajenos. Este lienzo sería el ensayo previo que permitió al pintor fijar una imagen del monarca. Esto justifica su carácter abocetado, que habla de él como instrumento de trabajo antes que como pintura con finalidad en sí misma.
Por otro lado, el Real Patronato del Museo Nacional del Prado ha aprobado hoy las cuentas correspondientes al ejercicio 2020 que traslada un resultado patrimonial negativo de 18,5 millones de euros. Los ingresos propios se han desplomado en un 75,5 % - de 33,3 a 8,1 millones- lastrados por la caída en la venta de entradas, mientras que los ingresos por venta de entradas marcaron su máximo histórico en 2019, durante el pasado año esta partida de ha visto reducida en un 84%. Aunque la aportación pública ha sido de 15,2 millones de euros, similar a la de ejercicios anteriores, y el patrocinio privado llegó a los 3,8 millones, manteniéndose el compromiso de todos los benefactores estables de la institución, la generación de ingresos por ventas en Tienda Prado y Café Prado han caído un 90% en relación al año anterior.