El artista Chuck Close (Monroe, Estados Unidos, 1940 - 2021), célebre por sus obras hiperrealistas, ha muerto a los 81 años en un hospital en Oceanside (Nueva York). Desde 1968 creaba impactantes retratos de gran tamaño basados en fotografías de rostros de personas que realizaba previamente.
Close se graduó en la Universidad de Yale y trabajó como profesor de arte en la Universidad de Massachusetts. En 1973 su obra se expuso por primera vez en el MoMA de Nueva York y en 2007 el Museo Reina Sofía le dedicó la primera exposición en España con un recorrido que abarcaba su producción entre 1968 y 2006. En 1967 Close abandonó la pintura ligada al Expresionismo Abstracto, herencia de sus años universitarios, y a finales de los sesenta, junto con otros artistas coetáneos comenzó a subvertir la abstracción moderna transformándola en figuración. Poco a poco preparó el terreno para lo que hoy conocemos como Postmodernismo.
A partir de 1968 puso el foco en gigantescos retratos que, vistos desde cierta distancia, poseen una gran veracidad fotográfica. De cerca, estos cuadros se llenan de incontables marcas, resultantes de un proceso aparentemente abstracto, marcas neutras en las que no se encuentra ninguna huella autógrafa reconocible del artista. Close intensificó este diálogo entre pintura y reproducción fotográfica cuando, a principios de los años setenta, comienza a pintar retratos de cabezas a color imitando el proceso de reproducción mecánica, al depositar capas independientes de colores primarios con una considerable minuciosidad y esfuerzo, hasta obtener el espectro completo de tonos.
En los años ochenta el artista empezó a buscar un medio más físico y directo de elaboración, bien mediante módulos redondos de pasta de papel en diversos tonos de gris, con los que crea una especie de sustituto de la pincelada, o mediante las huellas de tinta de sus propios dedos, logrando retratos de parecido considerable. Sin embargo Close regresó pronto al uso de los pinceles y del óleo, dada la riqueza y variedad inherentes a los medios pictóricos tradicionales.
En 1988 sufrió una grave parálisis, pero determinado a seguir pintando, aprendió a hacerlo con una férula en la mano. A partir de este momento sus cabezas comienzan a estar más visiblemente pintadas, lo que incide en el parecido fotográfico y enfatiza aún más la claridad del procedimiento. Sin embargo, en 2017 el artista fue acusado de abuso sexual y aunque este lo negó la Galería Nacional de Arte de Washington canceló una exposición que tenían prevista.