Cuarenta años de amistad. Donaciones de la Fundación Amigos del Museo del Prado es el título de la exposición que podrá verse hasta el 16 de enero de 2022 en la sala 9 del edificio Villanueva para reconocer y rendir homenaje a las decenas de miles de amigos que han brindado su apoyo al museo. La muestra reúne por primera vez las obras donadas por la Fundación Amigos del Museo del Prado gracias a la generosidad de sus miembros. Se trata de 36 obras de un relevante conjunto de artistas, entre los que se incluyen tres de los más grandes maestros que la pintura española ha dado al arte universal: Diego Velázquez, Francisco de Goya y Pablo Picasso, todos ellos, además, íntimamente ligados a la pinacoteca.
Desde su creación, en diciembre de 1980, la fundación no solo colabora en el enriquecimiento patrimonial del Prado sino que también fomenta un mejor conocimiento de sus colecciones a través de un completo programa de actividades. Hasta la fecha, han disfrutado de sus cursos más de 80.000 alumnos, se han otorgado 1.568 becas, se ha contado con la participación de 650 profesores y los proyectos internacionales puestos en marcha han registrado más de 58.000 asistentes. Desde la firma del convenio entre ambas instituciones en 2009, la fundación ha aportado cerca de 30 millones de euros.
La exposición, comisariada por Alberto Pancorbo, Responsable del Departamento de Actividades de la Fundación Amigos del Museo del Prado, con el asesoramiento Javier Portús, Jefe de Conservación de Pintura Española del Museo Nacional del Prado, es la exposición que conmemora el cuarenta aniversario de la institución y constituye un reconocimiento y homenaje a todos los amigos que durante estas cuatro décadas han brindado su apoyo al museo.
A lo largo de ese periodo de tiempo, la fundación ha colaborado en el desarrollo de la difusión, el estudio y el acrecentamiento de las colecciones del Prado, contando con la generosidad de todos sus amigos y la colaboración de diferentes entidades e instituciones, implicando así a la sociedad con el objetivo de lograr sus fines de apoyo al Museo del Prado. Para Carlos Zurita, Duque de Soria, Presidente de la Fundación Amigos del Museo del Prado, “es un enorme orgullo ver reunidos en esta exposición los frutos de la generosidad de tantos y tantos amigos, gracias a los cuales nuestra institución ha podido aportar su granito de arena a la colección. Cada una de estas obras constituye el testimonio del amor por el museo y la fidelidad de todos ellos a la hora de prestar su apoyo”.
La exposición recoge un valioso conjunto de obras que abarcan más de quinientos años, desde los primeros años del siglo XVI al siglo XXI, y que incluyen todo tipo de técnicas, del dibujo a la pintura y la escultura y del grabado a la fotografía. En palabras de Miguel Falomir, director del museo: “desde su nacimiento en 1980, la fundación siempre ha sido receptiva a las peticiones de muy variada índole que le ha ido transmitiendo el museo y las ha atendido según sus posibilidades, pero también ha tomado la iniciativa con acciones relevantes y novedosas”.
Las obras se distribuyen en cuatro secciones que hacen referencia a diferentes modos en los que la fundación ha colaborado. La primera de ellas, presidida por La Virgen de la granada de Fra Angelico, muestra el grueso de las obras donadas y culmina con el Aníbal vencedor, que por primera vez mira Italia desde los Alpes de Goya, obra donada por la fundación con motivo de su cuarenta aniversario, son fruto del apoyo sostenido y desinteresado de todos sus amigos. Aunque la naturaleza del conjunto es necesariamente miscelánea, las obras que lo integran tienen un denominador común: constituyen aportes coherentes y relevantes a las colecciones en las que se integran, como muestra el hecho de que prácticamente todas ellas se expongan permanentemente. Al comparar la relación de donaciones con lo que en las últimas décadas ha ofrecido el mercado del arte, destaca la calidad de estas incorporaciones y su pertinencia en relación con las necesidades del museo.
La segunda recoge una selección de doce obras de las noventa y seis realizadas por artistas contemporáneos a los que la fundación invitó, en 1991, a dialogar con las colecciones del Prado y que posteriormente donó al museo. El acto de dar voz a creadores vivos, que cristalizó en la que fue la primera exposición de arte del siglo XX celebrada en el Prado, apenas contaba con precedentes en ese momento, incluso en el ámbito internacional. En palabras del promotor de la iniciativa, Francisco Calvo Serraller, la muestra no era sino la constatación de “cómo el arte de los antiguos maestros había estimulado la creación de la obra propia, prolongando así la vanguardia, el intemporal misterio del arte”. La vocación de mirar de una manera unitaria la historia del arte y mostrar las imbricaciones entre antiguos y modernos estuvo presente en la fundación desde sus comienzos, pues ya su primer presidente, Enrique Lafuente Ferrari, reivindicaba que el estudio del arte del pasado no solo no era incompatible con la atracción por el arte del presente, sino que el conocimiento de uno podía ayudar a la comprensión del otro.
Siguiendo ese mismo espíritu, en 2007 y 2018 volvió a convocar a dos nuevos grupos de creadores para que reflexionaran sobre el Prado. Estas tres iniciativas se materializaron en un conjunto de 96 obras realizadas por 36 artistas de diferentes generaciones y estilos que han sido donadas al museo y de las que aquí se expone una selección. La tercera muestra las obras que proceden de donaciones de la Comisión de Dibujos y Estampas que la institución creó, dentro del Círculo Velázquez, con el fin de contribuir a enriquecer dicha colección.
La última sección se dedica a las obras que tienen relación con la vertiente más internacional de la fundación, bien donadas por su Patronato Internacional, o a American Friends of the Prado Museum, organización con la que comparte objetivos.