La pandemia de la Covid-19 que ha golpeado el planeta (y que lamentablemente lo sigue haciendo) deja tras de sí una situación complicada para la cultura a nivel global. También para un mercado del arte español que parecía estar casi recuperado de la crisis de 2008. En el ejercicio correspondiente a 2020 las cifras cayeron a niveles de 2014, lo que supone una bajada de un 37 % respecto al año anterior. Así lo indica El mercado español del arte en 2021, un informe pormenorizado realizado por el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) por encargo de la Fundación ”la Caixa”.

El primero de estos análisis se realizó en 2012 y le siguieron otros dos en 2014 y 2017. De modo que este es el cuarto estudio que se realiza para conocer el impacto del mercado del arte en el sistema español. Marta Pérez Ibáñez, presidenta de IAC y encargada de transmitir los detalles de la investigación, precisa que “no existe un solo mercado sino tantos como galeristas y artistas tenemos”. Por eso, reconoce que no hay que conformarse con los highlights y las cifras que llegan a los titulares de la prensa sino que se debe “profundizar en el gran ecosistema en el que están la mayoría de galeristas, artistas, coleccionistas e instituciones que sustentan el mercado”. 

El 2020, en cifras

Si bien el mercado se había comportado de manera positiva en los dos años previos al estallido de la pandemia, alcanzando los niveles anteriores a la crisis del 2009, en 2020 el mercado sufrió una caída del 37 % respecto a 2019, registrando un desplome más agudizado que a nivel global con un 22 %. En cifras globales el español tan solo representa un 1 % respecto al mercado mundial. “En 2020 la crisis se ha sentido más en España a pesar de que desde 2011 habíamos obtenido mejores resultados que países similares como Italia o Bélgica”, sostiene Pérez Ibáñez. Sin embargo, “desde la crisis de 2008 nuestro mercado ha mostrado su capacidad de resistencia y de adaptación”.  

La apertura de varias galerías internacionales en nuestro país ha ayudado a que la caída de las importaciones no hayan provocado un gran descalabro en el último año mientras que las exportaciones experimentaron un gran aumento en 2020. Pérez Ibáñez y Clare McAndrew concluyen que se debe a que “una gran parte de esas exportaciones tenían como destino el Museo Carmen Thyssen de Andorra”.

Las ferias, segundo canal de venta de arte

Marta Pérez Ibáñez ha hecho hincapié en que al repunte de las ventas desde la crisis de 2008 le siguió “un estancamiento entre 2013 y 2014”. No obstante, en el pasado ejercicio las cifras han bajado abruptamente a niveles de 2014 aunque las ferias han notado una cierta mejora”. En este sentido, las galerías han sido el canal principal para la venta seguido de las ferias. “Cada vez hay más presencia de galerías nacionales en ferias internacionales pero la pandemia ha imposibilitado ir a muchas de ellas”, recuerda Pérez Ibáñez. 

Sin embargo, la asistencia a ferias internacionales se lleva una gran parte del coste de las galerías (el alquiler o hipoteca del espacio está en primer puesto seguido de las nóminas). De modo que a causa de la imposibilidad de viajar a eventos internacionales los galeristas suprimieron este gasto, lo que les ha permitido mantener un cierto equilibrio. “Estamos viendo cómo adaptarnos al mercado y vemos una luz. Se espera que en los próximos meses y años las ventas aumenten y ya son menos los galeristas que creen que seguirá disminuyendo”, apunta Pérez Ibáñez.

La presencia digital

Las restricciones de movimiento y la cancelación de muchas ferias y eventos internacionales crearon nuevas estrategias de presencia digital. En este sentido, muchos galeristas pudieron seguir trabajando aunque las ventas cayeron un 44 %. Es bien es cierto que las Online Viewing Rooms, salas de visualización en línea de ferias de arte, mantuvieron el pulso estas no llegaron a compensar la ausencia de eventos. Ahora bien, agregaron un 8 % adicional a las ventas atribuibles a ferias en 2020, frente al 1 % que habían supuesto en 2019. 

En este sentido, los galeristas que declararon ventas en línea aseguran que el 37 % fue gracias a nuevos compradores. “El mundo digital y la venta online aporta clientes nuevos y ajenos a las galerías pero ahora habrá que crear estrategias para fidelizar a estos nuevos compradores”, asegura la presidenta del IAC. Del mismo modo, la reducción de los principales costes operativos han permitido que algunos marchantes obtuvieran mejores resultados de los que podrían haber tenido a medida que se contraían las ventas. 

El auge de las subastas

El sector de las subastas en España es considerablemente menor que el sector de las galerías de arte. En 2020, las ventas representaron alrededor del 24 % del mercado total del arte en términos de valor, lo que representa un total de 74 millones de euros, incluyendo subasta pública, ventas en línea y ventas privadas. Si bien, las ventas se estancaron en 2019, al contrario que la tendencia global, los valores aumentaron un 9 % en 2020, impulsados por las fuertes ventas en línea de algunas casas de subastas y contra una caída significativa en ventas por subasta a nivel global del 30 %. Problemas como los bajos precios de venta y los altos gastos estructurales siguen siendo amenazas para el mercado español. 

Por otro lado, el informe destaca que los artistas que más venden son hombres pintores de media carrera y los compradores son en su mayoría varones nacionales de edad media y relacionados con las galerías. Al comprador nacional le siguen el europeo, el americano y canadiense y el latinoamericano. Sorprende, no obstante, la escasa presencia de clientes orientales.

El mercado del arte y la necesidad de nuevas regulaciones

La constante digitalización del arte también plantea grandes desafíos legales. “La normativa va siempre por detrás de la realidad, algo que se ve claramente en el mercado online”, ha manifestado la abogada Beatriz Niño Alfonso. Durante los meses de la pandemia muchas exposiciones veían cómo se acercaba la fecha de la clausura, lo que a los prestadores creaba incertidumbre sobre cómo iban a recuperar sus obras. También algunas ventas que se habían materializado en los meses anteriores no podían ser enviadas a sus destinatarios. 

Algunos de los problemas del mercado del arte, continúa Niño Alfonso, es la ausencia de contratos en la compra-venta de obras de arte. Según los datos que el informe arroja el 25 % de las ventas se cierran sin un contrato escrito. Esto, sostiene Niño Alfonso, “puede dar pie a problemas entre artistas y galeristas respecto a precios o reparto de márgenes”. En el sector público, constata, es más frecuente la presencia de los mismos pero en muchos casos son incompletos. Por eso, su propuesta es “crear modelos de contratos adaptados”. Otros de los desafíos tienen que ver la Ley de Mecenazgo, el Estatuto del Artista o la necesidad de una legislación que regule las compras de arte de manera digital.

@scamarzana