Estamos habituados a acudir a museos y galerías cuando buscamos ver y contemplar arte. Sin embargo, en Madrid se ha abierto un nuevo espacio en el que encontrarse, casi inesperadamente, con él. Se trata de la nueva Galería de arte María Porto y Leticia Hervás situada en la primera planta de El Corte Inglés de la calle Castellana. Picasso, Miró, Chillida o Jaume Plensa son algunos de los encargados de echar a rodar este proyecto que busca acercar el arte a un público más amplio y heterogéneo. También se dan cita artistas jóvenes como Jacinto de Manuel, Arturo Garrido, Gondho o Rafael Sañudo. 

María Porto y Leticia Hervás llevan años trabajando juntas y hace ya un tiempo observaron que el mercado del arte se estaba reordenando, que era más inmediato y cercano. Sin embargo, aún quedan algunos obstáculos que sortear. “Nosotras venimos del mundo tradicional de las galerías. Leticia Hervás ha estado en Asia y yo en la galería Marlborough de Madrid”, apunta María Porto. 

En este contexto, las artífices del proyecto decidieron abrir un nuevo espacio físico con algunas peculiaridades que lo diferencian de las galerías convencionales: no tienen una línea artística concreta y venden todo tipo de arte, desde obras de 200 euros a un Rothko de precio más elevado. “Acompañamos a artistas consagrados y también a jóvenes. Es un espacio abierto para que la gente se acerque”, apunta Porto. De hecho, en sus primeros días de apertura una mujer acudió al centro comercial de compras y salió con un Miró. Así de sencillo.

Romper las barreras de la galería

Vista de la exposición de la nueva galería madrileña

A Porto y Hervás les propusieron abrir su espacio en diferentes puntos de Madrid pero hacerlo a pie de calle supondría “tender hacia una galería tradicional” y lo que ellas buscaban era “aunar eso con la ruptura de barreras”, aclara Hervás. “Aún existe cierto pudor a entrar en las galerías, un pudor que quizá los galeristas hemos fomentado. Parece que tienes que saber, tener conocimientos y da vergüenza preguntar por un artista o por el precio de una obra”, lamenta.

A estas dos galeristas de gran trayectoria les gusta “estar cerca de la gente y acercar el arte de una forma cómoda y accesible". Por eso pensaron que "El Corte Inglés podría ser un espacio en el que romper esas barreras”, inciden. Además, ofrece posibilidades como poder pagar con la tarjeta del grupo y hacerlo en tres plazos sin intereses o en 12 con intereses. “Se trata de tener la facilidad de acercarlo de verdad”, comenta Porto. 

Otra de las ventajas que mencionan es la información que ellas mismas proporcionan pues su papel no se limita a ser galeristas. “Ofrecemos un servicio 360 pues no solo vendemos la obra que está expuesta sino cualquiera que esté a nuestro alcance. Asesoramos al artista y cuando el cliente compra le guiamos en temas como cómo colgarla, iluminarla o catalogarla”. En este sentido, el proyecto de Porto y Hervás tiene una carácter didáctico puesto que intentan explicar tanto al coleccionista como al cliente puntual o al visitante las características de una obra y su técnica porque “no todo el mundo tiene por qué saber distinguir entre una punta seca y un aguafuerte”, comenta Hervás. 

Encuentros fortuitos

Vista de la exposición inaugural de Galería de arte María Porto y Leticia Hervás

Acudir a El Corte Inglés, subir a la primera planta y de manera fortuita encontrarse con un Picasso es posible pues la galería se encuentra en uno de los pasillos del edificio. No hay puertas que abrir para acceder al espacio. Además, en las cartelas de las obras expuestas aparece el precio de las mismas. Un detalle, aprecian Porto y Hervás, que el público, por el momento, ha agradecido. “Está funcionando muy bien y creemos que estamos cubriendo una necesidad que no éramos tan conscientes de que existía”, apunta Hervás. 

Para la apertura del espacio han apostado por grandes nombres del siglo XX español como Miró, Picasso o Plensa y, por supuesto, María Porto y Leticia Hervás apuestan por nuevas voces que creen que serán “historia del arte del siglo XXI”. Tras este arranque llegará el turno del artista Gondho de manera individual aunque “siempre habrá un fondo de galería y habrá piezas que se pueden volver a ver”. 

Otro de los pilares de este espacio es que existe la posibilidad de encargar obras. “Muchas veces te gusta la técnica y el artista pero no te gusta exactamente la pieza. En estos casos existe la posibilidad de pedirlo por encargo”, avanza Leticia Hervás. Las galeristas ponen en contacto al artista con el cliente, se hace un proyecto y se ejecuta. Tras su primera semana de apertura la nueva Galería María Porto y Leticia Hervás ha conseguido vender al menos una obra de cada uno de los artistas jóvenes por los que han apostado. También han tenido clientes que han comprado su primera obra de arte. “No hay nada más noble -concluye Porto- que vender arte desde el punto de vista emocional”.

@scamarzana