La galería Sotheby's de Londres ha vendido por 43 millones de libras (50 millones de euros) el Estudio para un retrato de Lucien Freud, cuadro en el que el pintor Francis Bacon (Dublín, 1909-1992) retrataba con su particular estilo al artista británico. Ambos mantuvieron una intensa relación de amistad y rivalidad que nutrió sus legendarias carreras. Fechado en 1964, el cuadro es la obra de arte que ha recibido la mayor puja en una subasta en Londres esta temporada. El martillazo final marcaba 37,5 millones de libras (43,5 millones de euros), a los que posteriormente se suman las comisiones para alcanzar ese precio récord.
El 28 de abril de 1992 fallecía en Madrid Francis Bacon. Para entonces ya era el pintor británico más importante de la segunda mitad del siglo XX. En su obra se mezcla la extraña fascinación por lo repulsivo con la profundidad, la suntuosidad y la belleza. "Es suntuoso su delicado cromatismo, son bellas las composiciones, que insertan en espacios llenos de personalidad figuras que se disuelven", escribía el crítico de El Cultural José María Parreño con motivo de una exposición de la galería Marlborough de Madrid en 2021.
"Sus escenas, en las que los cuerpos desbordan de angustia y energía cinética, valen por una página de Sartre. Y como sucede con toda gran obra de arte, estos cuadros muestran algo de nosotros mismos que nos resulta habitualmente inaccesible y que gracias a ella contemplamos de frente. En este caso, muestran lo repulsivos y lo bellos que somos", continuaba Parreño.
“Quiero que la pintura se convierta en carne, sé que mi idea del retrato se deriva de la insatisfacción que me producen los retratos que se parecen a la gente”. Podríamos creer que esta frase es de Bacon, pero no, es de Lucian Freud, ya que ambos artistas estuvieron siempre obsesionados con la representación de la figura humana.
Compartieron también largos años de amistad y la pertenencia a la denominada Escuela de Londres, ese bastión de pintura figurativa en el que junto a Frank Auerbach, Ronald B. Kitaj, Leon Kossoff y Paula Rego, entre otros, resistieron a las corrientes abstractas que dominaban el panorama internacional a mediados del siglo XX. Se conocieron en los años 40 y mantuvieron una intensa relación durante 40 años, hasta que los celos y las rencillas les separaron para siempre.
Ambos se pintaron el uno al otro en numerosas ocasiones, siendo Freud para Bacon un motivo recurrente de su pintura en los 60. Este Estudio para el retrato de Lucian Freud parte de una fotografía de John Deakin, en la que Freud aparece sentado en una cama con los brazos extendidos y camisa blanca. Bacon lo pintó con el pecho descubierto, los puños cerrados y con la cara deformada en un amasijo de carne. La pintura formaba parte de un tríptico, algo habitual en la creación de Bacon, que permitió que se vendiera cada parte por separado.
La obra pertenecía a un coleccionista privado europeo, cuya identidad permanece en el anonimato, y llevaba medio siglo sin ser expuesta al público. La subasta, realiza en la sede de la famosa casa londinense Sotheby's, se llevó a cabo en una sala abarrotada y con compradores de Suramérica y Asia participando por teléfono. La sesión, denominada British Art: The Jubilee Auction contaba con obras de artistas como John Constable, J.M.W. Turner o John Everett Millais y, en total, ha recaudado 240 millones de euros.