La artista portuguesa Fernanda Fragateiro mantiene un eco creativo abierto, que se estructura conceptualmente a través de soportes materiales y formas de expresión muy diversas. Su trabajo, bastante conocido en España, nos llega ahora, a la Fundación Cerezales, con una muestra de una gran intensidad y valor, articulada en torno a la fuerza que poseen y transmiten los materiales en el curso y despliegue de su utilización.
En comunicación con la lengua de nuestro querido Portugal, el título de la exposición -Em bruto: relações comoventes- se propone directamente en portugués, e intenta expresar sin filtros el curso que siguen los materiales en la elaboración de imágenes y cómo eso puede conmovernos y emocionarnos.
El montaje se organiza con tres secciones con forma de instalación: Materials Lab [Laboratorio de Materiales] (2006-2022), Estaleiro [Astillero] (2022) y Materia consciente (2022), a las que se unen otras obras singulares.
La idea es que los materiales perdidos, recogidos en su archivo, puedan servir para tareas de reconstrucción
La primera sección es un proyecto abierto, que Fragateiro empezó a desarrollar a partir de una residencia en el Harvard Art Museum. Consiste en agrupar, en cajas y embalajes de madera colocados sobre el suelo, diversos materiales que fluyen de su archivo personal.
Se trata de libros e impresiones gráficas que ahí podemos ver fragmentariamente, que se relacionan con cuestiones de género, ecología, arquitectura y política. En la entrada a la Fundación se han dispuesto en mesas los libros utilizados, disponibles así para su lectura.
En esta sección se alude a materiales perdidos en situaciones negativas, como ruinas o guerras, y con ello se plantea una línea de comunicación con la otra sección, con el Astillero, término que hoy se emplea fundamentalmente en referencia a los espacios donde se construyen o reparan embarcaciones, pero que también designa un lugar donde se depositan maderas.
[Fernanda Fragateiro, cajas de ideas abiertas]
La idea que Fragateiro transmite es que los materiales perdidos, recogidos en su archivo, puedan servir en su diversidad para tareas de reconstrucción. Todo ello nos sitúa en el dibujo especular del Astillero construido por Fragateiro con diversas piezas de madera, pintadas con blanco y de gran formato, elaboradas con tablones que se agrupan en paralelo.
Materia consciente dialoga con el color blanco de las maderas de Astillero. Está integrada por dos conjuntos de piedras de talco, insertas en líneas de despliegue en las paredes. Las piedras guardan todo un secreto: han sido cortadas aproximadamente en su mitad, donde han sido insertados fragmentos de libros también cortados.
La exposición es un viaje hacia aquello que nos conmueve en nuestra convivencia con los materiales
Es decir, las piedras tienen un lenguaje formal, visual, pero también un lenguaje inscrito en su interior que remite a la escritura y a la lectura a lo largo del tiempo. Piedras y seres humanos.
Hay que indicar que, tradicionalmente, se ha señalado la importancia de las piedras de talco para favorecer la meditación, calmar las emociones, y apoyar la tolerancia frente a los impulsos de ira o agresividad.
Y todo ello se conecta con la experiencia que dio origen a esta exposición, algo que tuvo su inicio hace más de dos años, cuando Fernanda Fragateiro recogió una piedra cerca de Cerezales del Condado en su primera visita a la Fundación. Esa piedra desencadenante está ahora depositada en Materials Lab.
Tras el hallazgo de la piedra, Fragateiro visitaría después una fábrica de talco abandonada, en Boñar (León), situada muy cerca de una mina de donde se extraía el talco, con lo que el proyecto de exposición reforzaría su relevancia. En definitiva, algunos minerales, algunas piedras, nos hablan de nuestra inserción en el mundo natural y a la vez de las huellas y registros de la memoria que guardan dentro y fuera.
Entre las obras singulares, me parece importante mencionar una, con el título Materials Lab (raincoat) (2021), que dialoga plenamente con el propósito de la muestra y con sus tres secciones.
[Fernanda Fragateiro, ideas como ladrillos]
Se trata un abrigo impermeable de color gris utilizado en el trabajo con las piedras y las maderas, y que lleva en la superficie toda una serie de manchas blancas. Estamos así ante la memoria blanca del trabajo, que nos permite recordar y meditar.
La exposición, que gracias a las dos grandes paredes de vidrio de los laterales nos permite mirar y ver tanto dentro –las obras– como fuera –los jardines–, es un viaje en profundidad hacia aquello que nos conmueve en nuestra convivencia con los materiales.
Un viaje que fluye a través de las obras de una intensa calidad artística, poética y conceptual, de esta gran artista, Fernanda Fragateiro. Relaciones que conmueven: ir y volver al diálogo entre los materiales de la vida y la memoria.
Tensión tridimensional
El trabajo de Fernanda Fragateiro (Montijo, 1962) se mueve entre la arquitectura y la escultura potenciando la relación con cada lugar. Desde Lisboa, ha trasladado sus instalaciones a museos de todo el mundo, desde el Palais des Beaux-Arts (París) a The Bronx Museum of the Arts (Nueva York) o la Galleria Nazionale d'Arte Moderna Contemporanea (Roma). En España trabaja con la galería Elba Benítez (Madrid).