Himali Singh Soin inventa mitos para lugares remotos que carecen de comunidades nativas. Se inspira en los diagramas antiguos, los rituales atávicos, la literatura contemporánea, la crisis climática o nuestro pasado colonial.
Acaba de inaugurar El tercer polo en la planta -1 del Museo Thyssen, organizada por TBA21, la fundación que preside Francesca Thyssen-Bornemisza, una invitación a imaginar nuevos futuros desde la intuición, la práctica espiritual y el amor.
Su obra es ética y estética, especulativa, documentada exhaustivamente y representa a una nueva generación de mujeres creadoras que inventan cosmologías alternativas como respuesta feminista a los relatos colonizadores.
Su obra es ética y estética especulativa, y representa a una nueva generación de mujeres creadoras
Singh Soin nace en el norte de India en 1987 pero crece en Londres donde estudia teatro y literatura inglesa. Actualmente vive entre Londres y Nueva Delhi. Ha sido escritora en residencia en la Whitechapel Gallery (2020-21) y ha ganado, entre otros, el Frieze Artist Award en 2019. Su padre fue explorador y viajó al Ártico en los 80 para valorar el impacto del agujero de la capa de ozono.
Más tarde abre una empresa de viajes con sede en los himalayas, llamados también “El tercer polo”, porque contienen las mayores reservas de hielo después de las regiones polares. Allí reside su familia, lo que les permite hacer una expedición anual que Himali utiliza para enriquecer su trabajo.
Un relato poético, pero también sonoro, visual, performático en el que cabe la videoinstalación, las técnicas de bordado tradicionales de la región de Andhra Pradesh o la edición de varios libros de poesía.
El tercer polo es un texto abierto de interpretaciones infinitas que nos invita a fluir por una mitología ficticia. Comienza en el vestíbulo con unas instrucciones para un rito. Boatness (Lo Barco) se nos propone como una guía para los momentos que vas a la deriva en forma de diagrama-partitura. Es una pieza para el autocuidado y para invocar juntos.
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En We are opposite like that (Somos opuestos de aquella manera) (2017-en proceso) cuenta varias historias de los polos desde la perspectiva no humana del hielo. No olvidemos que el hielo es el archivo de tiempo más profundo.
El pasado queda atrapado en el permafrost que se deshace, volviéndose traslúcido y liberando lentamente la vida que una vez ocupó este lugar. El paisaje cambiante de glaciares menguantes se intercala con el relato catastrófico que acechó a la Inglaterra victoriana temerosa de vivir una época glacial, o con la imagen de una mujer marrón, la propia artista, más afín al cromatismo de las minas de carbón que al azul glauco del hielo.
El paisaje cambiante de glaciares menguantes se intercala con el relato catastrófico que acechó a la Inglaterra victoriana
La música de David Soin Tappeser (Bonn, Alemania,1985) integra los sonidos árticos: el hielo que se desgarra o los azotes intempestivos del viento con fragmentos de The Snow (1895) del compositor romántico Edward Elgar, creando paisajes sonoros que abrazan la voz de Himali, quien recita largos textos entre el relato científico, el manifiesto político o la mística hindi.
El trabajo de Singh Soin es cálido e inspirador. Resuena a los rituales primitivos de Ana Mendieta, a los paseos sonoros de Janet Cardiff, a las olas de Virginia Woolf, a los conjuros de Chiara Fumai, pero aportando un giro posthumanista, el de la representación del futurismo surasiático como una herramienta para subvertir los mapas desde los polos, una voz de hielo tropical para el amor.
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