No hay que bucear mucho en su currículum para darse cuenta de que Blanca Pons-Sorolla (Madrid, 1948) es una de las personas que más sabe de la obra de Joaquín Sorolla. Se podría decir que de casta le viene al galgo pero es que además de bisnieta, esta investigadora incansable ha dedicado su vida a estudiar, catalogar, difundir y preservar la obra del pintor.
Patrona de la Fundación Museo Sorolla desde 1992, ha impartido numerosas conferencias y ha comisariado importantes exposiciones del pintor. Además de la monumental biografía (Joaquín Sorolla. Vida y obra, 2001), llevará su firma el catálogo razonado: cuatro tomos que recogerán 4.200 obras.
Pregunta. Ha logrado publicar ya el catálogo razonado de pintura y lleva trabajando treinta años en esta ingente tarea.
Respuesta. Supongo que es el compromiso que adquirí conmigo misma de continuar la labor que mis abuelos habían iniciado y que mi padre prosiguió. Cuando mi padre enfermó yo ya había profundizado lo suficientemente con él en la vida y obra de mi bisabuelo como para enamorarme perdidamente de él y pensar que nada me iba a hacer más feliz, que dedicarle mi vida.
»En 2019, El Viso publicó el catálogo razonado de la obra pictórica del Museo Sorolla y se hizo como presentación previa a lo que serán los cuatro tomos en orden cronológico de la obra completa de Sorolla, unas 4200 piezas. En este momento tengo preparadas todas las fichas de los dos primeros tomos y el 90 por cien del tercero. Pero falta el trabajo de editarlas y conseguir fondos para publicarlos.
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P. ¿Cuál es su primer recuerdo del contacto con la obra de su bisabuelo?
R. Nací en la casa de mis abuelos que luego fue la casa de mis padres. El contacto con su obra lo tuve desde entonces.
Una familia ejemplar
P. ¿Qué le llevó a dedicarse a difundir y preservar su legado?
R. La responsabilidad de dar a conocer la gran categoría de Sorolla como artista y como persona. Un modo de continuar el compromiso de su mujer, mi bisabuela Clotilde, al morir Sorolla, de mantener la gloria que su marido había alcanzado en vida, donando todos sus bienes al Estado Español para que se crease en su casa un museo, el Museo Sorolla. El legado más importante del siglo XX.
»A ello contribuyeron también sus hijos, no solo renunciando a la legitima de su madre que les pertenecía, si no también aumentando el legado con obras que habían heredado de su padre. Especialmente su hijo Joaquín quien, además, a su muerte legó sus bienes a la Fundación Museo Sorolla. Una familia ejemplar.
»Y la labor posterior de mi abuela María, a la que adoraba, y que aunque murió teniendo yo apenas siete años, me inculco desde niña el cariño hacia su padre. Y aprender de mi padre lo que supone dedicar una vida a engrandecer un legado familiar de esa categoría, fue lo que en un momento de mi vida no me hizo dudar. Y cuanto mas tiempo pasa, mas claro tengo que fue la mejor decisión que pude tomar.
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P. ¿Se ha sentido apoyada por la Administración en este empeño?
R. Creo que no es cuestión de sentirse apoyada. Siempre he trabajado de modo independiente aunque he tenido apoyos puntuales muy importantes como cuando la Fundación de Apoyo a la Historia del Arte Hispánico se ofreció a ayudarme a crear una base de datos a la medida de Sorolla y a nutrirla con toda la documentación que entonces tenía y seguí consiguiendo. Gracias a ellos también publiqué mi primera y extensa biografía de Sorolla en 2001. Esta ha sido la ayuda mas importante que he recibido para el catálogo razonado y la que me dio la posibilidad de tener hoy, al nivel que tengo, los cuatro volúmenes de la obra de Sorolla.
La proyección internacional
P. ¿Considera 2019, con las exposiciones de la Nacional Gallery de Londres y de Dublín, como un punto de inflexión en la internacionalización de Sorolla?
R. Ha sido un cambio paulatino conseguido a base de muestras muy serias en España y sobre todo en el extrajero. El primer paso se dio con la gran retrospectiva de 2009 en el Museo del Prado, una muestra irrepetible, importantísima para recuperar la proyección internacional que Sorolla había tenido en vida.
»A continuación las exposiciones Sorolla and America en 2012-2013 en Dallas, San Diego y Madrid y, en 2014-2015. Sorolla en París, en Múnich, Giverny y Madrid (en el Museo Sorolla). Fueron los pasos previos para la también importante retrospectiva en la National Gallery de Londres y Dublín de 2019.
»La presentación de la obra con la categoría con la que se expuso especialmente en museos como El Prado o la National Gallery, son la mejor ayuda para la difusión del legado.
P. Comisaria de la exposición de Sorolla en el Palacio Real, ¿qué aporta esta nueva visión inmersiva?
R. No la llamaría inmersiva porque eso es solo una parte de la muestra, un modo de entender mejor al artista y las emociones que sentía cuando pintaba. Este formato nuevo, que une la parte sensorial con las obras originales y la realidad virtual en una única exposición, llevada a cabo con gran calidad y sensibilidad, tiene, además de disfrutar al pintor, un efecto educativo importante pues está también acercando a nuevos públicos que no irían a una exposición solo de cuadros.
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P. ¿Qué queda por hacer en cuanto al estudio de su obra?
R. Con Sorolla siempre se aprende y también aprendemos a divulgar mejor, a llegar mejor al público. Y nunca hay que olvidar que solo perduran los trabajos de calidad.
P. Preservar su legado incluye destapar falsificaciones: ¿se encuentra con muchas?
R. Esa es la faceta menos grata de mi dedicación. A Sorolla se le falsificó ya en vida y se le sigue falsificando o atribuyéndole obras de otros artistas a las que se añade una firma falsa. Tengo detectadas más de 2.000 falsificaciones por consultas que me llegan.
P. La buena acogida de Sorolla entre el público es indudable, ¿por qué cree que es un pintor tan popular?
R. Porque transmite en su obra el disfrute que le proporcionaba plasmar en los lienzos aquello que tanto amaba. Por la pasión por la vida que irradian sus obras, por lo positivo que es. Y por su modo excepcional de reproducir la luz del sol, esa luz como él decía, generadora de vida, de alegría y de bienestar.
P. ¿Si tuviera que elegir un cuadro de Sorolla cuál sería?
R. ¡Imposible quedarme con uno!
P. ¿Con qué se queda de este Centenario Sorolla y todos sus actos y exposiciones?
R. Cuando terminemos el Año del Centenario, en 2024, le contestaré.