Marina Abramovic (Belgrado, 1946) se ha convertido en la primera mujer artista en exponer en solitario en las principales galerías de la Royal Academy of Arts de Londres en sus 252 años de historia.
Intentaron inaugurarla en 2020, pero la pandemia lo impidió. Tres años después, la muestra, de nombre homónimo, ha conseguido estrenarse este sábado 23 de septiembre, pero tras sufrir una grave aneurisma en mayo, en principio la artista serbia no participaría en algunas de las performances que tienen previsto recrearse en directo en la galería.
"Durante los próximos seis meses, no podré coger un avión. Normalmente, cojo uno cada dos, tres o cinco días. Así que se trata de una restricción increíble, no prevista. Para venir a Londres a la exposición, debo tomar un barco desde Nueva York", justificó la artista en la revista de la Royal Academy.
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Fue en la presentación en Londres, el pasado martes 19 de septiembre, donde afirmó que no descarta realizar en las próximas semanas una intervención "espontánea" en el patio de la Royal Academy, por lo que su participación en la misma es todavía una incógnita. Comisariada por Andrea Tarsia, Director de Exposiciones de la Royal Academy of Arts, y organizada en estrecha colaboración con la artista, la muestra ofrece una amplia retrospectiva de la intensa labor artística de Abramovic.
Dividida en diferentes secciones: Public Participation, con dos conocidas obras en las que la performer entabla contacto directo con el público, The Communist Body, en la que se incide en la influencia de la antigua Yugoslavia comunista en la obra de la Abramovic con obras como The Hero (2001), dedicada a su difunto padre, Body Limits, donde se mostrarán algunas de las performances clave de su carrera a través de su archivo fotográfico, Absence of the Body, que aborda el final de relación artística y sentimental con el artista Ulay con obras como The Lovers, The Great Wall Walk (1988) y Energy from Nature.
Por ello, utilizó su cuerpo como tema central y lo dejó a total disposición del público, para que fuesen ellos quienes creasen su obra, algo que puso a prueba los límites de su resistencia física y mental, ya que recibió todo tipo de vejaciones, y que hizo que la artista serbia no haya vuelto a dejar su cuerpo a la merced del arte.
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Y es que en La artista está presente (2010), que será escenificada de nuevo en la Royal Academy a través de imágenes de archivo, Abramovic prohibió todo tipo de movimiento por parte de los visitantes, solo permitió que le mirasen. Durante tres meses, ocho horas al día, la madrina del arte performativo estuvo sentada en el MoMa echándole un serio a cualquiera que se atreviese a mantener contacto visual con ella.
La obra, una especie de cápsula del tiempo que documentó a tiempo real una época, ayudó no solo a encumbrarla, sino a demostrar el verdadero poder transformador del arte performativo haciendo absolutamente nada. Dos obras que sirven para poder comprender el desarrollo de su labor como artista al haber transcurrido 45 años entre una y otra.
También se interpretará House with the Ocean View (2002), precursora de la anteriormente mencionada obra. Una instalación en la galería Sean Kelly de Nueva York con tres espacios, que se convirtió en la casa de la performer durante 12 días, que no podía hablar ni comer, y que estuvo abierto al público. Unas escaleras cuyos peldaños eran cuchillos impedía el acceso a los tres cubículos y también a Abramovic abandonar su propio océano interior.
Además, la Royal Academy representará Imponderabilia (1977), en la que la artista serbia y Ulay, su compañero artístico y sentimental, se colocaron en la entrada de la puerta de la Galería Comunale de Arte Moderno de Bolonia, totalmente desnudos, haciendo imposible que el público no se rozara con ellos al entrar al espacio y creando, inevitablemente, un experimento sociológico de género.
Asimismo, se exhibirán Luminosity (1997), una obra íntima, en la que Abramovic se suspendía durante horas en un sillín de bicicleta, siendo sus genitales el punto de equilibrio, o Nude with Skeleton (2002), una performance realizada en diversas exposiciones en el año 2002, 2005 y 2010, en la que la artista vuelve a enfrentarse a su propia mortalidad, confrontación recurrente en su obra, posando en su cuerpo desnudo un esqueleto.
Escultura, vídeo, instalación y performance, la exposición, que permanecerá abierta hasta el 1 de enero de 2024, no solo busca mostrar algunos de los momentos clave de la carrera de Abramovic, sino también a acercar su figura y su trabajo a un público más joven, que puede experimentar en primera mano el impacto y la intimidad de las actuaciones en directo de la artista serbia.
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