La efervescencia galerística en Madrid es algo indiscutible, y como apunta Marta Pérez Ibáñez, investigadora especializada en mercado del arte, en El Cultural, actualmente su presencia no depende de un mercado local concreto, sino que se dirige a un mercado global.
Esa misma visión internacional es la que posee la Reku Art Gallery, dirigida por Rebeca Kung, que, desde que abrió sus puertas en febrero de 2023, ha buscado aportar a la capital una mirada al arte más allá de nuestras fronteras. "Nuestra misión es promover la diversidad artística en Madrid y creo que lo estamos consiguiendo", asegura su directora a El Cultural.
Para Kung, taiwanesa de nacionalidad española y que ha vivido en 40 países, la visión multicultural le viene de serie, por lo que es inevitable que su galería se haya impregnado de ella. En su primera exposición colectiva, Cruce de caminos: una mirada al arte emergente en África, Reku Art Gallery ofreció una selección de obras de cuatro países diferentes del continente.
Algo sobre lo que han querido volver a incidir con su nueva exposición, la primera muestra individual de Daniel Dzonu Clarke (Londres 1989) en la capital, que se inaugura este 26 de septiembre y se podrá visitar hasta el 27 de noviembre. Ilustrador y diseñador gráfico, Clarke ha realizado numerosos proyectos, con marcas como Nike o Penguin and Wrap Magazine. "Su obra es una fusión muy interesante entre lo vanguardista, con estética europea, pero con un toque muy cercano a su cultura africana", asegura la directora de Reku Art Gallery.
Clarke, que creció subido a un monopatín, comenzó su trayectoria creando sus propios diseños para tablas de skate, lo que le hizo interesarse por el dibujo y el diseño. Algo que, para Kung, le hace único: "Aunque tenga su faceta como diseñador gráfico, su creación artística es muy sofisticada. Tiene una manera muy profunda de transformar y realzar la belleza de los paisajes a través de la abstracción geométrica".
Para la muestra, la galería ha reunido obras sobre papel y lienzo, que capturan tanto la majestuosidad de la naturaleza como la pulcritud de la vida urbana. Así como una colección de azulejos, homenaje a la tradición de la cerámica a la que está vinculado, de jarrones de cerámica que exploran formas novedosas y geométricas. También una serie de tapices Batik teñidos y cosidos a mano, un homenaje a los árboles autóctonos de África Occidental, para representar las cualidades prácticas, medicinales y espirituales de la naturaleza.
Esa mezcla de influencias británicas y ghanesas que posee Clarke es lo que busca Kung para su nuevo espacio; una fusión de estilos variopintos con los que marcar la diferencia. "Quiero que mi galería sea una ventana al mundo, presentando artistas diferentes y únicos".
De ahí que ya esté preparando futuras exposiciones con artistas procedentes de localizaciones geográficamente opuestas, pero siempre con ese rasgo de innovación y autenticidad. Para ello, Kung ha indagado en sus propias raíces: "Tengo mucha conexión con Asia, por eso me gustaría aportar esta perspectiva taiwanesa y asiática en general a mi galería".
Pero esa no es la única razón por la que Kung cree que es relevante traer a Madrid la riqueza del patrimonio artístico de su país de origen. "Taiwán es una isla muy pequeña, tiene un mercado doméstico de arte propio. Hay artistas muy buenos, pero no están tan conectados con el mercado internacional".
Por ello, Reku Art Gallery espera traer en los próximos meses artistas contemporáneos taiwaneses, veteranos en su país, donde su obra ha pasado por distintos museos nacionales con un récord de mercado notable, pero que en Europa permanecen como gemas escondidas. Sus obras, asegura su directora, poseen "la esencia de la sociedad asiática moderna, integrando tanto crítica social como reflexionando sobre elementos tecnológicos".
Aun así, la galería, ubicada en la calle Valverde del Distrito Centro de Madrid, también sabe apreciar lo que tiene en casa. En verano de este año exhibió Roaring Waves, una exposición para promocionar la obra de mujeres artistas españolas. "El escenario artístico carece de representación femenina. Casi todas las artistas que vemos hoy en día son jóvenes, porque en su generación no han tenido la oportunidad de tener su lugar. La exposición era una llamada de atención ante esta carencia", reivindica Kung.
La muestra recogió diferentes técnicas, desde la abstracción a la figuración, el pop art o la escultura, de la mano de artistas como Mireia Ruiza, María Peña, María Bueno (la tan aclamada en redes @pezones.revueltos) o Marta González-Adalid.
Además de intentar ser un soplo de aire multicultural a la capital, Kung asegura que su galería busca fomentar una nueva generación de coleccionismo, un reclamo muy latente actualmente en la industria. "Creo que aportar elementos y artistas nuevos, puede llamar la atención de una generación de coleccionistas más internacional y con una actitud más abierta a otro formato de arte".