Conmoción en el mundo del arte tras el repentino fallecimiento de uno de los retratistas más fascinantes de la fotografía contemporánea. Pierre Gonnord dignificaba colectivos marginales con sus espectaculares retratos de gran formato que se inspiraban en la pintura clásica.
Una larga enfermedad ha cerrado los ojos del fotógrafo a los 60 años. Nacido en Cholet (Francia) en 1963 y autodidacta confeso, residía en España desde el año 1988 donde se asentó después de estudiar Economía en París y haber trabajado en marketing en varias empresas. De personalidad extremadamente tímida, la muerte de su hermano en 1996 le dejó una profunda huella.
En su juventud le marcaron los reportajes sobre grandes ciudades realizados por William Klein en su búsqueda de hacer auténticas fotos, barriendo tabúes y clichés; también le impactaron las propuestas de Helmut Newton, emparentando el desnudo y un nuevo tipo de fotografía de moda con los signos y la sensibilidad de nuestra época.
También le influyó la discrepacia entre el universo de las idealizaciones y la dureza del retrato de lo real de Diane Arbus; otro "maestro" suyo ha sido Richard Avedon, con sus retratos de personajes absortos.
Velázquez, Caravaggio o Rembrandt y los retratistas barrocos de la Escuela sevillana: Pacheco, Alonso Cano, Zurbarán, Francisco Polanco, Ribera, Valdés Leal y Murillo son algunos de sus referentes directos y punto de partida de su inmenso talento que declinaba mediante el uso de los claroscuros, la composición y el gran formato, sobredimensionando a sus retratados, con los que siempre trabajaba en sus propios ambientes, nunca en el estudio, para no convertirlos en "modelos".
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Las diferencias sociales o raciales, la inmigración y la atemporalidad fueron algunos de los grandes temas de su obra, haciendo de su fotografía una herramienta de transformación social.
En una entrevista para El Cultural afirmó “No me gusta hablar de desfavorecidos o marginales. La marginalidad no es tal; esa marginalidad existe desde nuestra mirada urbana y occidental. Yo veo raíces, algo que me pertenece. Todos tenemos secuelas de la vida que nos une. Para mí todos son monarcas: un niño que trabaja en el campo es un pequeño monarca también. Celebro los valores, las raíces sólidas que percibo en la gente con la que me cruzo".
Gonnord es uno de los fotógrafos más reconocidos de nuestro panorama. Sus obras son claramente reconocibles por los rostros llenos de misterio que evocan múltiples narrativas alrededor de sus personajes. Expuso en múltiples galerías y los más importantes museos públicos y privados de diversas ciudades de España, Francia, Portugal y Estados Unidos, también se dedicó a la docencia. Algunos de sus trabajos más destacados son: Interiors (1999), City (2001), Regards (2000-2003), Far East (2003) y Utópicos (2004-2005).