El famoso cuadro El origen del mundo (1866), del pintor francés Gustave Courbet, ha sido objeto de un acto vandálico en el museo Pompidou de Metz (Francia), según han informado medios locales. No obstante, la obra no ha sufrido daños al estar protegida por un cristal. Sobre este, presuntamente dos mujeres jóvenes han escrito con pintura roja el lema #MeToo, asociado al movimiento de denuncia de agresiones sexuales hacia mujeres.

Según la agencia France Presse y el diario Le Republicain Lorrain, el suceso ha ocurrido hacia las 13:50 h de este lunes y las presuntas autoras han sido arrestadas. Este mismo medio apunta a una posible implicación de la artista de performance franco-luxemburguesa Deborah de Robertis. También informa de que la policía está buscando a una posible tercera persona involucrada, y que actualmente se están revisando las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del museo.

Según informa el medio France Bleu, Deborah de Robertis es conocida por acciones impactantes, como mostrar su sexo en 2017 frente a la Mona Lisa en el Museo del Louvre, o el año siguiente junto al santuario de Lourdes. Precisamente una de sus obras se exhibe actualmente en el centro Pompidou Metz, el mismo museo donde se ha producido el acto vandálico; se trata de una fotografía de la artista posando desnuda bajo la famosa obra de Courbet en el Museo de Orsay, en 2014.

En su cuenta de Instagram, la activista se enorgullece de "violar" los museos. "La violencia de mis acciones y palabras es solo el reflejo de la violencia de los hombres poderosos en el mundo del arte. Le debo esta victoria feminista sólo a mi audacia, mi perseverancia y mi legítimo deseo de ver mi "sexo político" colgado en la pared".

Historia de un lienzo polémico

El lienzo original de Courbet, que representa explícitamente la vagina de una mujer, ha estado envuelto en la polémica desde su creación. La obra había sido prestada por el Museo de Orsay de París, donde se exhibe desde 1995, a esta ciudad del noreste de Francia para una exposición dedicada al psicoanalista francés Jacques Lacan.

[Una cortesana elegante y generosa: así era la modelo que posó para el cuadro más polémico de Courbet]



La identidad de la modelo que aparece en el cuadro fue una incógnita desde que Courbet lo pintó en 1866. Hay quienes han señalado a Joanna Hiffernan, musa particularmente presente en muchas obras del artista; otros a Jeanne de Tourbey, amante del diplomático otomano Khalil-Bey, su primer propietario.

No obstante, el historiador Claude Schopp encontró una carta de Alejandro Dumas —hijo del célebre escritor del mismo nombre— dirigida a George Sand en la que revelaba la identidad de la modelo. Según él, se trataría de Constance Quéniaux, cantante, bailarina y cortesana. El propio Schopp reconstruyó su biografía en el libro El origen del mundo. Vida de la modelo, publicado por Libros del Zorzal.

'El origen del mundo' de Courbet, expuesto en el Museo d'Orsay. Foto: Wikimedia Commons

Tras comprar el cuadro, Khalil-Bey lo tuvo colgado en su cuarto de baño, oculto tras un velo verde. “Cuando uno levantaba el velo, quedaba estupefacto al observar a una mujer de tamaño natural, vista de frente, extraordinariamente conmovida y agitada, notablemente pintada, reproducida con amore, como dicen los italianos, y dando la última palabra del realismo”, describió en una ocasión el escritor y fotógrafo francés Maxime Du Camp, según relata en su libro Claude Schopp.

Más tarde, entre otros muchos giros, fue subastado, terminó en la galería Bernheim-Jeune en París, donde fue adquirido por el barón húngaro Ferenc Hatvany, que se lo llevó con él a Budapest, donde permaneció hasta la Segunda Guerra Mundial.

En 1955 lo compró el famoso psicoanalista Jacques Lacan, aunque no lo hizo público. La obra pasó a manos del Estado francés tras su muerte en 1981, en pago de los impuestos por su sucesión.



Incluso cuando comenzó a exhibirse en el Museo de Orsay en 1995, esa pinacoteca lo emplazó en una sala aparte y lo sometió a vigilancia intensiva, pues la dirección temía las reacciones que pudiera provocar.



La obra sigue escandalizando en el siglo XXI, como lo demuestra que la red social Facebook canceló si previo aviso el perfil de un internauta francés que había utilizado esa imagen como foto de perfil, informa EFE.