"La presencia de la mujer en el mundo del arte a lo largo de la historia ha sido y es múltiple y variada, como creadoras, como promotoras y coleccionistas", escribe Miguel Falomir, director del Museo Nacional. De hecho, las mujeres de las casas reales europeas desempeñaron un papel decisivo en la fundación y preservación del Museo del Prado.
Fue la misma Reina Isabela de Braganza (1797-1818) la inspiradora del Museo. Propició que la Academia de San Fernando impartiese clases también a las mujeres, y apoyó la iniciativa (costeada por su esposo) de reunir las obras de arte que habían atesorado los monarcas españoles y crear un Museo Real, el ahora llamado Museo del Prado.
"Necesitamos visibilizar el papel de la mujer en el arte destacando la contribución de nuevas promotoras artísticas a sus colecciones", afirma Noelia García Pérez, profesora titular de Historia del Arte en la Universidad de Murcia y comisaria de la exposición. Por esto, después del éxito de la primera edición El Prado en femenino (2022-2023), el Museo Nacional, en colaboración con el Instituto de las Mujeres del Ministerio de Igualdad, ha decidido volver a abrir las puertas hasta el 8 de septiembre.
En esta segunda edición la mirada se centra en las obras artísticas enmarcadas entre 1602 y 1700. El Prado en femenino II propone cuatro nuevas protagonistas: Mariana de Austria, Isabel de Borbón, Cristina de Suecia e Isabel Clara Eugenia. Reinas, gobernadoras, regentes y emperatrices, las mujeres que formaron las colecciones principales del Museo del Prado conforman, ahora, este nuevo itinerario expositivo.
34 obras, 1 libro, 4 piezas audiovisuales y actividades complementarias de todos tipos: ciclo de conferencias, encuentros científicos, itinerarios, un curso de formación para profesorado, un ciclo de cine, una pieza de danza, una nueva editatona y una serie documental. CaixaForum+ estrena hoy la serie documental El Prado en femenino. Siete episodios de 30 minutos de duración, que nos acercan a las figuras femeninas más importantes en el ámbito de la promoción artistica de ese periodo.
La exposición invita a los visitantes a conocer relatos desconocidos, protagonizados por algunas de las mujeres que contribuyeron a formar las colecciones de este museo. "Desde el departamento de Comunicación, nos preguntamos cómo sería el Museo del Prado sin las obras recibidas por mujeres y, la verdad, que no habría museo porque las salas se quedarían vacías", cuenta Pérez.
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Contra la violencia de género
El recorrido se compone por 4 secciones, con un total de 34 obras distribuidas en 18 salas distintas del Museo. El primer sector está dedicado a las principales mujeres promotoras artísticas del siglo XVII en Europa. A través de una selección de retratos, se permite analizar la construcción de la imagen del poder femenino y su importante labor de intercambio cultural en las cortes europeas del Barroco.
Las demás secciones se construyen sobre las 'nuevas' figuras de Mariana de Austria, Isabel de Borbón y Cristina de Suecia, quienes junto a Isabel Clara Eugenia, destacan por su relación estrecha con las colecciones del Prado. El 25% de las obras han salido directamente del almacén para este recorrido.
Con este itinerario expositivo se quiere dar una nueva perspectiva al relato tradicional de la historiografía, una historia del arte promovida por hombres. "Nunca se ha sacado a la luz el papel de las mujeres. No se trata de quitar mérito a los hombres, sino poner en valor el trabajo de las mujeres", explica Perez.
Fue por esta labor de igualdad, que en 2023 premiaron a El Prado en femenino con el Premio Francisca de Pedraza contra la violencia de género. De hecho, son muchísimas las mujeres que han contribuido de manera poderosa a formar el museo que conocemos.
La evolución de la imagen de la mujer
La construcción y difusión de la imagen del poder femenino en el siglo XVII es la cuestión principal con la que se inicia la primera sección. Siguiendo un orden cronológico, se pueden observar los retratos de Isabel de Borbón, Mariana de Austria, María Luisa de Orleans, Isabel Clara Eugenia, Ana de Austria, María Teresa de Austria, María de Austria y Margarita Teresa de Austria. Mujeres que ejercieron una posición fundamental como mediadoras artísticas y culturales.
Sin embargo, "hay un tráfico cultural y artístico fundamental entre tres poderosísimas mujeres en este momento", afirma Perez. Por esto, las tres últimas secciones se han dedicado enteramente a tres mujeres.
La segunda sección examina uno de los personajes más destacados del panorama político del siglo XVII: Mariana de Austria, reina regente de España entre 1665 y 1675. "Es el único museo del mundo que permite analizar la construcción y la evolución de la imagen de poder de esta mujer", afirma Perez.
La reina fue una de las primeras mujeres en asumir el poder en solitario. En un contexto absolutamente adverso, llevó a cabo dos conatos de golpe de Estado y demostró su autoridad y su poder en las Cortes europeas. El Museo del Prado nos permite poder construir ese relato desde los retratos prenupciales hasta su muerte.
Esta sección se compone por Las Meninas (1656) de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, los retratos de Felipe IV anciano, del príncipe Baltasar Carlos y los retratos de la misma reina, en las diferentes fases de su vida. "Es una oportunidad excepcional para acercarnos a los elementos identitarios de esta imagen", afirma Perez.
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Las últimas salas
La tercera sección se centra en uno de los encargos artísticos más destacados de Isabela de Borbón, reina consorte. Es un conjunto de 26 obras, destinadas a decorar la torre nueva de la reina en el Alcázar de Madrid. Las obras fueron cuidadosamente elegidas por la mediadora de este encargo para reivindicar que es una mujer muy capaz de asumir el poder en solitario. Entre estas obras, se observa el conjunto más grande de pinturas de Pedro Pablo Rubens.
La cuarta sección, que cierra este itinerario, está dedicada a Cristina de Suecia, probablemente uno de los personajes más fascinantes de toda la cultura artística. Reina de Suecia entre 1632 y 1654, se recuerda por su renuncia al trono y su conversión al catolicismo. Huyó a la ciudad de Roma, donde fue recibida por el Papa y reunió toda su colección de obras en el Palacio Riario.
En 1829 gran parte de estas obras serán trasladadas al museo, a lo que era el Museo Real de Pinturas, que a partir de entonces será el Real Museo de Pinturas y Esculturas. La última sala acoge el enorme cuadro de Cristina de Suecia, reina, a caballo de Sébastien Bourdon (1653-54) y las ochos estatuas de mármol blanco de Las Musas que ella misma promovió.