Carmen Reviriego lleva toda la vida dedicada al arte. A salvaguardar el arte, mejor dicho. Empresaria, escritora y mecenas, es miembro de la junta directiva del Queen Sofía Spanish Institute en Nueva York, columnista de la revista Forbes y autora de los libros La Suerte de Dar, El Laberinto del Arte y De Viaje por la Ruta del Arte.

Hace 12 años creó la Fundación Callia para promover el mecenazgo y su reconocimiento social, para "difundir la actividad de los grandes mecenas de nuestro tiempo y que sean un espejo en el que mirarse", cuenta, asegurando que en España e Iberoamérica esto es imprescindible.

Ahora, la Academia de Bellas Artes de San Fernando rinde homenaje y entrega su medalla a quien ha sido uno de sus principales benefactores y ha contribuido a restaurar obras maestras de la casa como Susana y los Viejos de Pedro Pablo Rubens, Autorretrato ante su caballete de Francisco de Goya o Santa Rosa de Lima con el Niño Jesús de Luca Giordano.

Pregunta. ¿A qué se dedica Fundación Callia y por qué es tan necesaria una institución así?

Respuesta. Todo el mundo conoce y admira a Leonardo, Miguel Ángel o a Velázquez. Pero muchísimas menos personas saben que sin los mecenas Francisco I de Francia, el Papa Julio II, o Felipe IV, la Gioconda, la Capilla Sixtina, o las Meninas, no habrían existido o llegado hasta nosotros.

"Quienes han patrocinado y patrocinan el arte y lo han entregado a la sociedad, los mecenas, merecen su lugar en la historia"

»Fundación Callia tiene como misión promover el mecenazgo y su reconocimiento social. El arte es una de las cosas más específicas que nos define como seres humanos y los seres humanos que han patrocinado y patrocinan el arte y lo han entregado a la sociedad, los mecenas, merecen su lugar en la historia.

»Un mecenas es quien contribuye con su patrimonio a que el arte exista, se transmita, y llegue a la sociedad. Y son imprescindibles. Y no estoy segura de que para las sociedades esto esté tan claro. Fundación Callia intenta contribuír a difundir la actividad de los grandes mecenas de nuestro tiempo para que sean un espejo en el que quienes estén pensando en iniciarse en el mecenazgo puedan mirarse. 

»Un escaparate y una semilla, para que quienes, teniendo los medios y no se lo hayan planteado aún, puedan llegar a planteárselo, darse cuenta de la inmensa repercusión que tiene el mecenazgo a nivel social y personal. En Estados Unidos una Fundación Callia sería menos necesaria, en España e Iberoamérica creí que era impresicindible.   

P. ¿Qué significa para Fundación la Medalla de Honor otorgada por la Real Academia de Bellas Artes?

R. Difusión, orgullo, ayuda, reconocimiento, responasbildad... ¿que sentir cuando una Fundación con 12 años de vida es reconocida por una institución con casi 400 años de historia? Algo tremendamente especial que nos ayudará en nuestra misión.

»Conocer la Real Academia de Bellas Artes es enamorarte de ella, es algo muy íntimo que creo han sentido todos los que han tenido relación con la institución o la han visitado.

»Hace 12 años decidí dar vida a Fundación Callia para no sólo incentivar el mecenazgo, sino para implicarme de manera muy personal en el mecenazgo mismo. La paradoja, es que el mecenazgo te da siempre mucho más que lo que das, es algo que aprendí escribiendo mi primer libro La Suerte de Dar.

'Susana y los viejos', de Pedro Pablo Rubens (h. 1610). Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

»Siento que la medalla nos vincula a la institución. En la fundación trabaja un equipo que comparte estos mismos valores y como presidenta siento orgullo de que sean parte de este vínculo. Y responsabilidad, responsabilidad, responsabilidad,…

 

P. El vínculo de Fundación Callia con la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ejemplifica muy bien la importancia de la colaboración público-privada, tan necesario para los programas artísticos y que a veces cuesta sacar adelante. ¿Por qué tan pocas empresas se animan a colaborar en este tipo de proyectos?

R. Todo es proceso. Yo siempre pienso en positivo y no paro de trabajar. Se animarán, en 20 años veremos un panorama muy distinto. Es mi sueño, pero también mi convicción. Nos encontramos en un proceso de cambio de cultura social que ya ha comenzado. Lentamente, pero está en marcha. Venimos de un modelo donde el dinero lo ponía el estado y vamos a uno mixto, porque el Estado no llega, no puede llegar.

»Creo que los jóvenes son los que mejor están empezando a pensar de otra manera, a entender que la democracia no es votar cada cuatro años, sino participar a nivel personal en el progreso social y su mejora. Las nuevas generaciones aman el arte, cambiarán el mundo sin esperar que otros lo cambien por ellos. Es verdad que aún no tenemos el marco legal más adecuado, pero me consta que hay voluntad por parte de las administraciones de conseguirlo. 

"En 20 años veremos un panorama muy distinto en la colaboración público-privada. Nos encontramos en un proceso de cambio que ya ha comenzado"

P. Entre las numerosas obras que se han restaurado gracias al apoyo de Fundación Callia destacan Susana y los Viejos de Pedro Pablo Rubens, Autorretrato ante su caballete de Francisco de Goya, La misa de San Benito de Fray Juan Andrés Rizi o Santa Rosa de Lima con el Niño Jesús de Luca Giordano. ¿Qué otros proyectos se llevan a cabo desde la Fundación para apoyar al Arte?

R. El principal son Los Premios Iberoamericanos de Mecenazgo que otorgamos anualmente y que preside cada año Su Majestad la Reina Sofía. Ese es el engranaje esencial sobre el que se mueve la Fundación. En torno a los Premios organizamos la captación de fondos para las restauraciones y en torno a los Premios, organizamos las conversaciones que hemos llamado "La suerte de Dar" y que organizamos en un principio en la Fundación Massaveu y ahora en el Ayuntamiento de Madrid.

»Durante 3 días Madrid se convierte en Capital del Mecenazgo. La "M" de Madrid es ya sinónimo de "M" de mecenazgo en América y Europa. Nuestra subasta benéfica la ejecuta Simón de Pury, el más conocido "martillo" de la historia.

»En la subasta promocionamos a jóvenes promesas que ya son algo más que promesas y reunimos en torno a ellos a muchos de los grandes coleccionistas de Europa e Iberoamérica y a muchos de los que esperamos que en el futuro y en mayor número, continúen con el testigo. 

'San Guillermo de Aquitania', de Antonio Pereda y Salgado (1671). Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

P. Desde su posición de asesora para coleccionistas internacionales, ¿cómo se valora el arte español fuera?

R. Se valora con arreglo a la calidad de sus artistas. España tiene un talento enorme que hay que apoyar... una vez me dijo Antonio López, "Francia es increíble... pero no tiene un Goya o un Picasso". El Prado es un museo de autores... pero también de mecenas.

»El arte español necesita del mecenazgo para impulsar al joven talento. El talento por sí sólo lo tiene más complicado. El mecenazgo ayudará a que el talento español se siga valorando fuera en un momento de enorme competencia.

P. ¿Y cree que dentro se valora suficientemente nuestro arte contemporáneo?

R. No voy a dar nombres, pero es obvio que sí. Pero faltan compradores en mi opinión... Suficientemente no es suficiente en mi opinión; se ama el arte cuando se entiende el arte y, entonces, además de amarlo, queremos compartir nuestra vida con él y se compra y el arte se ve valorado y los artistas pueden vivir y seguir creando.

»En un mundo globalizado las cosas son más complicadas para los artistas españoles obviamente, es un territorio feroz, pero el talento está, en España siempre ha estado. Hemos sido inmensos, yo creo que podemos volver a serlo. Eso hay que transmitirlo a quienes tienen el poder de compra.

"Un francés en una galería en París paga un 10 % de IVA y un español en una galería en Madrid paga un 21 %"

»Demasiado a menudo los españoles somos demasiado críticos con nosotros mismos... es una actitud loable en parte, pero no nos ayuda si otros paises no son igual de críticos.

P. Sus Premios Iberoamericanos de Mecenazgo son una de las iniciativas más importantes de la Fundación Callia que este año reconocía al artista francés Daniel Buren en su categoría de Premio Internacional de Mecenazgo siendo la primera vez que premian a un artista: ¿a qué obedece este cambio?

R. ¿Es el artista un mecenas? Siempre me lo he preguntado. Leonardo no vivió bien, Van Gogh tampoco... y sin embargo seguían pintando. Para mí Daniel Buren da respuesta a esa pregunta. Es el creador del arte “in situ” ... una muestra del artista como mecenas. Es un arte cuya propiedad en realidad es del público. En esta línea de arte público va el galardón.

P. A pesar del buen plantel que encontramos si analizamos el Premio Español de Mecenazgo (Elena Foster, Felipa Jove, Fernando Masaveu y Carolina Compostizo…) ¿Faltan mecenas en España?

R. Sí y no. No faltan mecenas en cuanto a nivel que los hay, faltan en cuanto a número. El coleccionismo es una forma de mecenazgo en mi opinión. No es opinión, es hecho, que todos los mecenas que conozco me han dicho que el arte es una pasión, un enamoramiento, y que al coleccionar o donar arte, al ejercer el mecenazgo, siempre han sentido que era algo que les mejoraba como personas.

'La misa de San Benito', de Fray Juan Andrés Rizi (1660). Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

»Todos ellos coinciden en que sienten que poseer arte es una forma de responsabilidad hasta el momento de transmitirlo a otra generación.

P. ¿Por qué cree que no acaba de llegar la tan deseada Ley de Mecenazgo? ¿Cambiaría realmente el panorama?

R. Porque hay intereses cruzados entre Cultura y Hacienda. O eso parece. Pero yo creo todo lo contrario, una ley de mecenazgo garantiza que una parte importante del capital se dirija directamente hacia la cultura a través de la promoción del arte. No sólo no hay intereses cruzados, sino que hay unos vasos comunicantes que nadie puede romper con una ley adecuada.

P. ¿Qué otras medidas necesita nuestro sistema del arte para jugar en primera división?

R. Para no extenderme te doy dos, una que comienza con el proceso creativo y otra con la adquisición de la obra de arte ya creada. Por un lado, en España no tenemos escuelas de arte de la calidad de un Saint Martin, Parson, Pratt, donde formar a nuestros artistas, por otro, el coleccionismo comienza siempre en casa, con lo local.

»Y hay cosas que ayudan, si un francés decidiera entrar en una galería en Paris y comprarse un cuadro pagaría un 10 % de IVA, un español entraría en una galería en Madrid y pagaría un 21 %. El 10% de una obra importante es mucho dinero, un 21% a veces puede ser “0” si la obra no se vende.