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“Si yo hubiese pintado el cuadro sin ayuda, hubiese costado el doble” afirmó el propio Rubens en 1621. La exposición comisariada por Alejandro Vergara, jefe de Conservación del Área de Pintura flamenca y escuelas del norte trata de recrear con la mayor fidelidad posible el ambiente que se respiraba en su taller.

No hay mejor modo de entender cómo era un lugar que visitarlo físicamente. Poder entrar en el obrador del pintor flamenco Pedro Pablo Rubens (Sieguen, Alemania, 1577-Amberes, Bélgica, 1640) e imaginar el trasiego de ayudantes y aprendices, el intenso olor a trementina, los enormes lienzos esbozados y rectificados por el maestro, es una experiencia, cuanto menos, fascinante.

Eso es lo que nos propone el Museo del Prado. Una recreación de su taller con más de treinta lienzos pertenecientes a la colección del museo junto a diferentes herramientas y dispositivos para la creación pictórica.

Alegoría de la pintura Jan Brueghel el Joven (según Jan Brueghel el Viejo y Frans Francken el Joven) 1625-30. Foto: Cortesía del Museo del Prado

Un cortinaje abre el acceso a la sala 16 B en la que, junto a las pinturas que forman la exposición, se han reunido utensilios, materiales, muebles y otros objetos característicos del oficio de pintor —pinceles, paletas, telas, tablas, caballetes, tientos...— así como algunos elementos que evocan a la persona de Rubens, como una capa y un sombrero, realizado por la sombrerera Ana Lamata, inspirados en retratos suyos.

Los talleres de los grandes artistas del Barroco utilizaban un sistema en cadena donde el maestro dirigía el proceso finalizando los lienzos muchas veces él mismo, para mejor su eficiencia y poder proveer a sus clientes con la mayor prontitud posible. 

'Filopómenes descubierto Pedro Pablo Rubens y Frans Snyders' 1609-10. Foto: Museo Nacional del Prado

Felipe IV fue su principal cliente quien le encargó decenas de obras para decorar sus palacios y fue el mayor comprador de los bienes del artista tras su fallecimiento. Como consecuencia de esto, la mayor colección de obras de Rubens se conserva hoy en este museo con unos noventa cuadros. 

En la sala de la exposición se incluye también un video que muestra la recreación del proceso de creación la obra Mercurio y Argos con materiales y técnicas históricas por el pintor Jacobo Alcalde Gibert. En el video se explica cómo pintaba Rubens