La arquitectura ya tiene museo
José Daza y Gonzalo Martínez ganan el concurso para el centro en Salamanca
7 junio, 2007 02:00Dos jovencísimos arquitectos ganan el primer premio para el esperado Museo Nacional de Arquitectura. Será en Salamanca y ocupará la que fuera sede del Banco de España. Una original reconversión de espacios pone a José Daza y Gonzalo Martínez en el punto de mira.
El esperado Museo Nacional de Arquitectura y Urbanismo está en marcha. Su director será Manuel Blanco Lage, catedrático de Composición Arquitectónica de la ETS de Arquitectura de Madrid. Un arquitecto con más de veinte años de comisariado y diseño de exposiciones internacionalmente reconocidas. La sede de Salamanca se dedicará a la Arquitectura; la de Barcelona al Urbanismo, y en Madrid existirá un Centro de Documentación. "Todos satisfechos" con la separación y división de lo que algunos entendemos como algo indisoluble pues ¿de qué sino de arquitectura se hacen nuestras ciudades? ¿Pueden imaginar el urbanismo sin edificios? ¿No hubiera sido mejor concentrarlo todo en un mismo centro?El museo de Salamanca se instalará en el antiguo Banco de España y el proyecto para su rehabilitación ha sido adjudicado por concurso a los jóvenes José Daza y Gonzalo Martínez. Allí donde existían cajas fuertes y de seguridad, ahora se encontrarán los archivos y los espacios de instalaciones; donde en su día se situaban en planta segunda viviendas para los empleados del banco y en el piano nobile, como no podía ser menos, una vivienda para el director y otra para el cajero, ahora encontraremos salas de exposición diáfanas en torno a un patio central; bajo cubierta, donde antes había almacenes ahora la administración, y en torreones sin uso y acondicionamiento que sólo repetían modelos de torres características de Salamanca, ahora se ofrece un mirador desde el que contemplar su impresionante perfil urbano.
Se hace del patio existente el corazón vacío del edificio, pues las diferentes salas organizadas en torno a él van abriendo huecos a este espacio que se ilumina por tres cuerpos que sobresalen en la cubierta y que hacen las veces de lucernarios. Si bien la propuesta está cuidadosamente estudiada, estableciendo por medio de la visión y los diferentes tonos que la luz tendrá al tamizarse por huecos y estancias las relaciones que enlazan los espacios, son estos lucernarios la parte más dudosa del proyecto, en sus consideraciones constructivas, formales y espaciales.
Tiene el museo similitudes extraordinarias con la propuesta que apenas ocho meses antes hicieron estos arquitectos para el edificio del Decanato en el Campus de la Justicia de Madrid: las funciones agrupadas y ordenadas en "paquetes" y la misma articulación de los espacios en torno a un patio vertebrador, iluminado también por tres elementos desde el plano de cubierta. Sólo un matiz: mientras que en el edificio para la justicia estos elementos son patios fruto del corte al que se somete el volumen del edificio, en el museo son lucernarios que se convierten en una tapa artificial del proyecto y por tanto del espacio.
Si recuerdan el vestíbulo principal de la maison La Roche-Jeannert, construida por Le Corbusier en París en 1923-24, descubrirán que el museo utiliza las mismas operaciones de espacios enlazados por sus relaciones, en un camino que comienza en el plano del suelo y, por medio de una espiral envolvente hacia la luz de un lucernario, culmina en el plano de cubierta. Le Corbusier transforma la casa del banquero suizo deseoso de exponer en su vivienda su colección de arte, y estos arquitectos hacen un museo de lo que en su día fue un banco.
Daza y Martínez demuestran una madurez insultante para su edad. Resuelven con claridad programas complejos mediante un lenguaje fácil de entender.