Reinventar la arquitectura
Aranguren y Gallegos firman el Parador de Alcalá de Henares
29 abril, 2011 02:00Parador de Alcalá de Henares
Corren tiempos difíciles para la sociedad y para la profesión. No hay día que pase sin que a mis oídos llegue que un estudio, oficina o empresa echa el cierre. Profesionales eficaces y preparados se quedan sin la oportunidad de poder seguir demostrando su valía y buen hacer. Y ante tal situación la pregunta surge de inmediato: ¿qué hago ahora?José González Gallegos y María José Aranguren, cariñosamente conocidos como los "Los Pepes", son arquitectos y profesores en la Escuela de Arquitectura de Madrid desde hace ya más de veinticinco años. Veinticinco años en los que no han cedido en su empeño por transmitir sus conocimientos y experiencia, su ilusión, esfuerzo y amor por la arquitectura, respondiendo clase tras clase a preguntas de sus alumnos idénticas a las que hoy nos hacemos como arquitectos: ¿qué hago ahora?
De las cosas que más admiraba el maestro Oíza de Le Corbusier era su capacidad de invención: "Le Corbusier -decía Don Paco- fue ante todo inventor de arquitecturas". Pues bien, si tuviera que definir en pocas palabras el trabajo y trayectoria de estos arquitectos, sin duda los definiría como reinventores de arquitectura.
Porque una y otra vez, sus proyectos incorporan cosas de siempre que parecen nuevas cuando se ponen en sus manos, porque mantienen una actitud atenta y despierta a los cambios, sin complejos, con la libertad que da la seguridad y confianza en uno mismo. ¿Qué hacía si no Le Corbusier? ¿Qué han hecho los buenos arquitectos sino estudiar, interpretar, inventar y reinventar de manera inagotable la arquitectura? Desde sus propuestas de auditorios (Benidorm, Oslo, Ávila) hasta sus innumerables proyectos de viviendas (El Querol, Tomelloso, El Encinar, Carabanchel) su arquitectura ha sido continuamente reinventada y adaptada a los nuevos programas y lugares. Y no ceden en su empeño, y esta actitud es un ejemplo para todos en estos tiempos convulsos. El Parador de Alcalá de Henares no es una excepción y en esta ocasión compaginan lo contemporáneo con lo histórico pues la intervención se realiza en el antiguo colegio-convento de dominicos de Santo Tomás, del s. XVII. Los arquitectos definen su propuesta como un "jardín tallado" pues llenan el vacío limitado por la tapia del huerto del convento con las nuevas habitaciones, entendidas como una repetición de agrupaciones de cuatro en cuatro, organizadas en torno a unos patios en esvástica al más puro estilo japonés. Y en la cubierta, el jardín. Reinventan el claustro como otrora hiciera Le Corbusier en el también convento dominico de Sainte-Marie de La Tourette: si tradicionalmente el claustro se recorría por el borde, en La Tourette, "Corbu" hará que se atraviese por su centro, mientras que en Alcalá, Aranguren y Gallegos harán que se utilice en su cubierta. Y como este ejemplo, podríamos citar muchos más. Ejemplos sencillos y esclarecedores de una actitud que quizás nos ayude a reinventar, como ellos, la arquitectura.