Casa Never Never Land, de Andrés Jaque, en Ibiza

La nueva generación pide espacio para construir. Reivindican una nueva ciudad, nuevas herramientas y una revisión crítica de la función social de la arquitectura. Por eso hemos pedido a ocho reconocidos arquitectos en activo que elijan y presenten aquí las primeras obras de otros tantos jóvenes que ya están dejando su huella.

Una nueva generación de arquitectos se abre paso en el panorama actual, no tanto por la generosidad de sus maestros como por su gran instinto de supervivencia, su capacidad de reinventar la profesión y su energía arrolladora, valiosas herramientas que les permitirán superar el bache que atraviesa nuestra disciplina. La revolución tiene que partir de la educación que exige la flexibilidad e inspiración que repercute en la concepción de modelos para construir el futuro urbano y social. Pero ahora no queda otra que apoyar a los más audaces que volverán a crear una red de innovación y excelencia, rompiendo la resistente trama que se ha atrincherado en cátedras, ministerios y empresas. Es la selección natural.



Hay quien, como Ariadna Cantis, ya apostó por los más jóvenes. Hace algún tiempo impulsó Fresh, hoy una marca cultural de innovación ideológica e instrumental, presentando el trabajo de nuevos valores, más arriesgados, flexibles y libres. La idea Fresh surge tras detectar una nueva actitud, una nueva manera de posicionarse ante la arquitectura, por parte de profesionales formados en la ETSA de Madrid entre finales de los años 90 y principios de 2000. La novedad en la postura de este grupo se puede identificar por la incorporación a su repertorio de herramientas que provienen de la sociología, la política, la antropología, la biología, la economía, la ecología y que amplían y refuerzan el concepto de la multidisciplinariedad en la profesión, ofreciendo un espacio para aquellos que transitan el universo híbrido entre la arquitectura y el arte contemporáneo, libre de prejuicios.



También Jesús Aparicio ha comisariado la exposición Joven Arquitectura Española (JAE), agrupando un amplio colectivo heterogéneo de arquitectos por debajo de los 40. Ambos, desde postulados muy diferentes, han confiado en la potencia regeneradora de los arquitectos más jóvenes y presentado su trabajo en foros internacionales. Los Jóvenes Arquitectos de España, reunidos en la exposición JAE, siguen creciendo en YAS -Young Architects of Spain-, su versión internacional. La muestra, inaugurada hace algún tiempo en Madrid, está teniendo continuidad fuera, primero en Europa -Bruselas, Estocolmo, Paris y Roma- y después en Estados Unidos -Chicago, Washington, Dallas, Houston, San Francisco, New York...-. Es una nueva generación, quizá la más formada, interconectada y con visión global. No dispondrá del campo local para materializar sus obras, ni de un sistema universitario que les permita seguir investigando con libertad, ni de un mercado propicio para su desarrollo, como disfrutaron generaciones anteriores.



Y simulando un relevo generacional, hemos invitado a reconocidos arquitectos en activo a que presenten el trabajo de un minúsculo testigo de la nueva y más esperanzadora generación de arquitectos españoles. Otros, muchos, siguen en la sombra esperando su oportunidad. Llegará.