Zaha Hadid. Foto: Brigitte Lacombe

Aquejada de una bronquitis desde hacía unos días, la arquitecta iraquí Zaha Hadid ha muerto a los 65 años a causa de un infarto, cuando estaba siendo tratada en un hospital de Miami. Informa de la noticia en un comunicado el estudio de la que seguramente ha sido la arquitecta más popular del mundo; primera mujer, además, en ganar el Premio Pritzker, en 2004 y la primera, también, en recibir este mismo año la Royal Gold Medal del Instituto Británico de Arquitectos en reconocimiento a su obra.



Nacida en Bagdad en 1950, estudió matemáticas en la Universidad Americana de Beirut, antes de empezar la carrera de arquitectura en 1972, en la Architectural Association de Londres donde se establece definitivamente en 1979 para fundar su estudio, Zaha Hadid Architects, uno de los más famosos despachos de arquitectos con proyectos por todo el mundo, como The Peak en Hong Kong (1983), el Kurfürstendamm en Berlin (1986) y la Ópera de Cardiff en Gales (1994).

The Peak en Hong Kong (1983)

Arquitectura, paisaje y geología, han sido las bases de su trabajo. Siempre con un personalísimo enfoque en el que el empleo de las nuevas tecnologías en muchos de sus proyectos ha derivado en inesperadas y dinámicas formas arquitectónicas. "Los edificios deben implicar, integrar y adaptar procesos complejos, de modo que asimilen los aspectos de trabajo, educación, ocio, habitabilidad y transporte", decía en una entrevista en El Cultural.



Uno de sus más importantes trabajos, que supuso además su reconocimiento internacional, fue la Estación de Bomberos Vitra en Weil Am Rhein (Alemania, 1993). Al que siguieron proyectos como el MAXXI de Roma (2009), el Centro Acuático de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y el Heydar Aliyev Centre en Baku (2013), los tres ejemplos de su búsqueda de la complejidad y fluidez espacial. Edificios como el Rosenthal Center for Contemporary Art en Cincinnati (2003) y la Ópera de Guangzhou en China (2010) nos descubren a una arquitecta tan visionaria como polémica.

Interior del Centro Acuático de los Juegos Olímpicos de Londres 2012

En 2004, Hadid se convirtió en la primera mujer en obtener el premio Pritzker de arquitectura, fue premio Mies van der Rohe en 2003 y ha ganado dos veces el prestigioso premio RIBA, que otorga la organización profesional de arquitectos de Reino Unido: en 2010 por el MAXXI de Roma, un edificio concebido para albergar el arte del siglo XXI, un proyecto que destila años de experimentación arquitectónica y formal; y por la Evelyn Grace Academy en Brixton, Londres, en 2011, un diseño único de acero y cristal en forma de zigzag.



Diseñadora también de joyas, muebles, zapatos o bolsos, entre los reconocimientos que le han concedido se encuentran también el de 'Commandeur' de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, 'Dame Commander' de la Orden del Imperio Británico y el Praemium Imperiale de Japón.

Los proyectos españoles

Aunque, sin duda, el más conocido ha sido el Pabellón Puente realizado para la Expo 2008 de Zaragoza, han sido varios proyectos que han acercado el trabajo de Zaha Hadid a España.



En la Rioja dejó su huella en la bodega de Viña Tondonia en Haro. La familia López de Heredia acudió a la arquitecta para celebrar con un nuevo stand los 125 años de su conocida bodega y participar con él en la Feria Alimentaria de Barcelona de 2002. "Tras varias entrevistas con Zaha Hadid, fraguó la idea de concebir la cubierta para el stand modernista de 1910 -ideado por el bisabuelo bodeguero y restaurado también para la ocasión- como 'algo escultórico', que luego pudiera servir como base para una estructura fija que se colocaría definitivamente en nuestras Bodegas de Haro", explica la familia que hoy muestra orgullosa la ya famosa 'frasca'.

Vista de Viña Tondonia en Haro (La Rioja)

El Ayuntamiento de Bilbao le encargaba en 2003 uno de sus principales proyectos urbanísticos: el plan general de Zorrotzaurre que la arquitecta presentó al año siguiente. En 2012 se aprobaba por fin la renovación de esta península bilbaína de la ría del Nervión y, aun transcurridos los años y los recortes, y después de las difíciles negociaciones con los vecinos y los distintos ayuntamientos, todavía queda en él la esencia de Zaha Hadid.



En 2007, la arquitecta ganó el concurso para la malograda Ciudad de la Justicia. El futuro edificio de los juzgados de lo civil en Valdebebas (Madrid) iba a llevar la firma de Hadid. Se trataba de un proyecto para levantar una superficie de 75.000 metros cuadrados, que albergarían 118 juzgados, idéntico número de salas de vistas, más dos grandes salas para juicios multitudinarios. Nunca se llevó a cabo.



Su Pabellón Puente para la Expo de Zaragoza 2008 fue una de las estrellas de la muestra concebida en torno al agua. Dos plantas en forma de gladiolo cuyos extremos tocan las dos riberas del río Ebro. Recubierto de vidrio y hormigón armado, estaba inspirado en las escamas de un tiburón. Dotarlo de contenido tras el cierre de la Expo ha sido uno de sus principales problemas. En 2010 anunció su reapertura como museo y, aunque ha albergado algunas exposiciones, lo cierto es que su uso no acaba de cuajar.



No tuvo fortuna en su única intervención en Sevilla donde la arquitecta proyectó la Biblioteca de la Universidad. Problemas con los vecinos debido al cambio de catalogación del suelo que perdía su estatus de 'zona verde' llevaron el asunto a los tribunales que les dieron la razón por lo que, en agosto de 2012, comenzó la demolición de unas obras ya bastante avanzadas, por cierto.



Y en Madrid, las habitaciones de la primera planta del hotel Silken Puerta América llevan también la firma de Zaha Hadid.



Una exposición retrospectiva en Ivorypress (Madrid) en 2012 nos descubría, junto a diseños e instalaciones, una destacada selección de las pinturas que la catapultaron a la fama mundial hace tres décadas, cuando aún no había construido. Beyond Boundaries, se llamó. Más allá de los límites.



@PaulaAchiaga