A mediados de enero el jurado del Premio Mies van der Rohe de arquitectura hacía pública la lista de los 40 proyectos nominados tras discutir cuáles son los retos más relevantes a los que se enfrenta la sociedad europea y su arquitectura. Durante aquellos días abordaron diversos temas urgentes que se vieron reflejados en aquella lista en la que se podían contar hasta nueve firmas españolas. Ahora, ya solo son cinco los finalistas, entre los que se encuentra un edificio español: el Palacio de Congresos y Auditorio de Plasencia del estudio Selgascano.
En abril los miembros que forman el tribunal visitarán los cinco proyectos para seleccionar al ganador del premio y también el ganador de la mención al Arquitecto Emergente. El fallo definitivo tendrá lugar el 7 de mayo en el Pabellón Mies van der Rohe de Barcelona. El jurado ha considerado que los cinco abordan programas indeterminados que permiten a las personas encontrar diferentes formas de usar los espacios y transformarlos en diferentes lugares.
El solar en el que el estudio Selgascano ha construido el Palacio de Congresos y Auditorio de Plasencia se encuentra en un solar al borde de la ciudad, en el límite entre la ciudad y el campo. Había que elegir, dicen, “entre pertenecer a la ciudad, a lo artificial, o pertenecer a lo natural”. Optaron por lo segundo, de modo que tuvieron que posar el edificio en una cota inferior a la calle. “En nuestra solución decidimos respetar al máximo el terreno en que nos apoyamos, ocupando la menor superficie de parcela posible. Creímos que debía conservar una isla de tierra natural dentro del futuro ensanche”, sostienen.
Proyecto PC Caritas del estudio architecten vylder vinck taillieu. Foto: Filip DujardinLa ciudad belga de Melle se encuentra en esta lista con el proyecto PC Caritas del estudio architecten vylder vinck taillieu. PC Caritas, una antigua institución psiquiátrica se convierte en un nuevo tipo de espacio público en una construcción existente. “¿Qué pasa si un entorno construido ha perdido su significado y propósito y qué pasa si ese edificio no se va a restaurar hacia otro programa o funcionalidad y, por lo tanto, se espera que sea demolido? ¿Qué sucede si el edificio se mantiene y se prepara para convertirse en un espacio experimental para re-descubrir, -explorar y -definir otras posibles formas de vida?", son las cuestiones que se plantean los belgas.
La nueva plaza Skanderberg de Tirana de Anri Sala. Foto: Filip DujardinLa plaza Skanderberg de Tirana (Albania) se convierte, gracias al proyecto de Anri Sala, en una sala, un espacio para caminar, para sentarse, jugar y organizar actividades. El nuevo diseño reorganiza el espacio ex-comunista de manera simple pero radical. Así describen los arquitectos su propuesta: “El cinturón verde de la plaza fue considerado como el comienzo de un bosque urbano, el punto de partida de una reflexión sobre toda la ciudad como un ecosistema urbano. La plaza se abordó como parte de un metabolismo, contribuyendo a la mejora de su entorno y consciente de las diversas conexiones con su entorno inmediato y un entorno más remoto”.
Edificio de galerías Terracehouse de Brandlhuber+ Emde, Burlon and Muck Petzet ArchitektenSi viajamos a Berlín, allí nos encontraremos con el cuarto nominado de esta edición. Se trata de la Terracehouse, un edificio de galerías que combina diferentes formas de uso ideado por la oficina Brandlhuber+ Emde, Burlon and Muck Petzet Architekten, que establece diferentes volúmenes que pueden ser ocupados de diferentes maneras. La estructura del edificio está construido con hormigón y madera contrachapada. “Todas las demás adiciones, como las separaciones espaciales, las realizan los propios usuarios de acuerdo con sus necesidades. Aunque hoy el proyecto cumple con los estándares legales de un edificio comercial, está dirigido a superar la separación entre vivienda y trabajo, comercial y residencial, cuestionando las normas existentes", explican.
Transformación de 530 viviendas de Lacaton & Vassal architectes, Frédéric Druot Architecture y Christophe Hutin Architecture. Foto: Phillippe RuaultEl último es un proyecto de transformación de 530 viviendas en Burdeos(Francia) de mano de Lacaton & Vassal architectes, Frédéric Druot Architecture y Christophe Hutin Architecture. Su propuesta, basada en el aumento del volumen, luz y las condiciones del aire de los apartamentos, partía de una adecuada planificación y programación del sitio de construcción. Estos factores permitieron “lograr la transformación en solo 12-16 días por apartamento: medio día para colocar la losa, 2 días para adaptar la fachada antigua, 2 días para colocar la nueva fachada y entre 8 y 12 días para renovar los interiores”.
A finales de abril se anunciará el nombre de los ganadores de los Premios 2019 y del 9 al 19 de mayo, en los Mies Architecture Days, las 4 obras finalistas, el edificio ganador y el proyecto premiado con el Emerging Architect Award abrirán sus puertas a todos los públicos para ser visitados y tener una experiencia in situ, junto con los arquitectos y los involucrados en la organización del Premio.