Allan Ruppersberg en Wiels

Las instituciones europeas preparan ya sus mejores apuestas para la temporada estival. Estos días se inauguran grandes exposiciones de arte contemporáneo por todo el continente. Repasamos aquí algunas que no hay que perderse.

Una de las primeras instituciones en abrir el melón ha sido el Carré d'Art de Nîmes, Francia, que todos los años propone una potente exposición durante los meses de verano. La semana pasada inauguró una exposición sobre Walid Raad, uno de los artistas árabes más relevantes del momento, que servirá de aperitivo para la gran retrospectiva que le dedicará el MoMA en 2015. Crítico narrador de los desastres de la guerra de su país, Líbano, e incisivo observador del tenso presente de lo social y lo artístico, Raad es conocido por liderar la avanzadilla en pos de la mejora de un sistema del arte en el mundo árabe que es tan incipiente como, en ocasiones, moralmente reprochable.



También en Francia, el Guillaume Leblon, uno de los referentes de la escultura contemporánea, realizará una individual de gran escala en el IAC de Villeurbanne, en las afueras de Lyon, que inaugurará la semana que viene. Trabaja el francés un tipo de escultura a medio camino entre el readymade y una exploración de la materia orgánica y maleable. Hay mucha vida en las propuestas de Leblon, y en ellas corre mucho el aire. Su trabajo es magnético y su instalación en los estupendos espacios del IAC será, seguro, merecedora de una mirada atenta. En París, acaba de abrir sus puertas la sexta edición de Monumenta en el Grand Palais. La respuesta parisién a la Sala de las Turbinas de la Tate Modern cuenta este año con la intervención del siempre sugerente tándem ruso formado por Ilya y Emilia Kabakov. Recupera el tono la capital francesa tras su soberbio otoño expositivo con las muestras de Philippe Parreno y Pierre Huyghe.





Gusmâo y Paiva en Hangar Bicoco, Milán



Microhistorias en berlín

Mientras leen estas líneas se estará dando el pistoletazo de salida de la 8° Bienal de Berlín, que este año lleva la firma del comisario colombiano-canadiense Juan Gaitán. La Bienal de Berlín es siempre una de las citas más esperadas del calendario internacional. Aquí se han visto grandes muestras como la edición de 2006, comisariada por Massimiliano Gioni, Maurizio Cattelan y Ali Subotnik o la de 2008, organizada por Adam Szymczyk y Elena Filipovic. Tras la polémica suscitada por la algarada política de Artur Zmijewski y Voina, la expectación por ver lo que presenta Gaitán, que ya ha afirmado que su exposición girará en torno a las microhistorias que se enmarcan en la historia con mayúsculas, es alta. También está todavía caliente la inauguración de la muestra de Isa Genzken en la Kunsthalle de Viena. La artista alemana, que viene de cerrar una aclamada muestra retrospectiva en el MoMA (le sucede ahora otra no menos extraordinaria exposición dedicada a su compatriota Sigmar Polke), ahora se pone en manos del nuevo director de la institución vienesa, Nicolaus Schafhausen, que quiere dejar clara su posición con un proyecto de Genzken centrado en algunos de los temas más recurrentes en su obra, como la relación con la arquitectura y lo urbano (podrán verse aquí trabajos de Matta-Clark y Dan Graham que trenzarán un interesante clima) o el motivo del espejo. Esta es una de esas exposiciones que conviene no perderse. Una artista esencial.



Carreras meteóricas

En Italia, a la esperada Bienal de Venecia de Arquitectura, dirigida este año por uno de sus gurús, el holandés Rem Koolhaas, se suma en Hangar Bicocca de Milán una prometedora muestra de João Maria Gusmão y Pedro Paiva, tándem portugués cuya carrera está siendo meteórica desde su doble participación en la Bienal de Venecia, primero en el pabellón de su país en 2009 y más tarde en la última edición (2013), con un epatante conjunto de películas en el Arsenale. Gusmão y Paiva mostrarán en Milán diez años de trabajo con un proyecto firmado por el director artístico de la institución, Vicente Todolí. Y no pierdan de vista la actividad expositiva en la siempre atractiva Nápoles, donde la Fondazione Morra Greco abre simultáneamente exposiciones dedicados a dos gigantes del arte centroeuropeo, el checo Jiri Kovanda y el eslovaco Stano Filko. Kovanda es conocido a nivel internacional mientras Filko es una figura excepcional pendiente todavía de estudio.





Norma Jeane en la Bienal de Liverpool



En Bruselas, Allen Ruppersberg acaba de inaugurar una muestra en WIELS, un proyecto reciente centrado en la exploración de la cultura popular, un asunto que le ha ocupado casi toda su carrera. Y en pocos días podrá verse también el trabajo de una de las artistas jóvenes más aclamadas del concierto internacional, Rossella Biscotti, que presenta su obra por vez primera en Bélgica. Otra exposición interesante será la del artista kosovar Petrit Halilaj en Kunsthalle Lissabon, el centro de la capital lusa que empieza a tejer una programación de gran interés. Halilaj viene de presentar precisamente en el centro belga WIELS una exposición extraordinaria.



Entre finales de junio y principios de julio inaugurarán la Manifesta de San Petersburgo y la Bienal de Liverpool. La primera lleva ya meses ensombrecida por el clima social en Rusia y por las aparentes muestras del comisario del proyecto, Kasper König, de mirar hacia otro lado. De la segunda se puede esperar una estupenda exposición, firmada por Anthony Huberman, director del Wattis Institute de San Francisco y uno de los comisarios más interesantes del panorama internacional.