Image: Jan Fabre, orfebrería de escarabajos

Image: Jan Fabre, orfebrería de escarabajos

Exposiciones

Jan Fabre, orfebrería de escarabajos

28 noviembre, 2001 01:00

Espadas, calaveras y cruces, 2001

Espacio Mínimo. Doctor Fourquet, 17. Madrid. Hasta el 19 de enero. Desde 3.500.000 ptas.

Artista plástico, autor teatral, escenógrafo y coreógrafo, Jan Fabre (Amberes, 1958) es uno de los creadores actuales más completos e interesantes. Sus alegóricos y provocadores montajes teatrales han actualizado el concepto de la "obra de arte total". Su obra artística, atravesada por la idea de metamorfosis, se mueve en torno a dos ejes: "la hora azul" y el trabajo con coleópteros como material escultórico. La hora azul, que se refiere simbólicamente al crepúsculo -al tránsito entre el día y la noche, la vida y la muerte, y lo visible y lo invisible- tiene en su producción como equivalente plástico, desde hace veinte años, la tinta amoratada del popular "Bic" azul. Con bolígrafo, Fabre ha recubierto papeles, telones, paredes de galerías, objetos y hasta un castillo en Tivoli, generando "campos de energía" espiritual. Con escarabajos, apoyados en invisibles estructuras, ha construido, encapsulando el vacío, vestimentas ("ángeles"), microscopios, bolas del mundo... Su interés por los coleópteros es doble: bisnieto de Jean-Henri Fabre, famoso entomólogo del siglo XIX, conoce bien y admira el comportamiento de los insectos, su forma de "ser naturaleza"; como escultor, le interesa su carencia de estructura ósea, su esqueleto "externo", tan duro y tan ligero, equiparable a una armadura (que también ha utilizado como material).

En esta impactante exposición, que es, sorprendentemente, su primera individual en España, la pieza principal recrea una instalación presentada en la Bienal de Valencia, compuesta por cruces-espada y cráneos humanos que muerden diversos animales disecados. Es una catacumba en la que se celebra la vida, en un sentido sacrificial, animada por el recuerdo de las vanitas flamencas. Muerte y vida que también se entrelazan en la deslumbrante escultura de la planta baja, una cama (como metáfora de "tránsito") en azul simbólico, con colchón y almohada recubiertas por élitros iridiscentes de escarabajos "Joya". Y, en efecto, estas piezas tienen algo de orfebrería mágica, de amuletos terroríficos y sagrados.