García Prieto
Sin título, 2001
La densidad material y visual de los espacios naturales a los que alude de forma mayoritaria la pintura de García Prieto quedan encarnados en la propia materia plástica, en una simultánea transferencia metafórica y real. El gesto pictórico, sistemático y sin embargo libre, queda registrado, casi diría congelado, por mor de una combinación de materiales: el óleo, el carbón, los pigmentos… que concluye en el endurecimiento de la superficie. En otras ocasiones el icono vegetal se independiza, resaltando sobre el plano inferior, uniforme aunque dinámico. Su trabajo discurre entre la afirmación de la expresión pictórica pura y el uso de este conducto formal como soporte visual y simbólico de un universo propio, cargado de lirismo y tonos orientalizantes. Espacios cautivadores que reclaman una mirada prolongada, ya que, tras la aparente uniformidad de estos campos expandidos, se revela una sutil complejidad que la enreda en una superposición de unos gestos; aquéllos que constituyen el verdadero armazón conceptual y formal de su pintura.