Image: No Pre No Con o el arte de lo fragmentario

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Exposiciones

No Pre No Con o el arte de lo fragmentario

21 octubre, 2004 02:00

Arjen de Leeuw: Fallen Trophy, 2001

Com.: Manuel Saiz. Moriarty. Almirante, 5. Madrid. Hasta el 4 de noviembre. De 2.000 a 6.000 euros

No Pre No Con es el significativo título que encabeza esta muestra lograda y muy interesante comisariada por Manuel Saiz. "No premisas, no conclusiones" es lo que viene a resumir tal epígrafe, lo que resulta más explícito en ese subtítulo que reza: "una exposición sobre narrativas parciales y, por tanto, contemporáneas". En efecto, se trata de una selección que evidencia ciertas características de una estética no sólo nueva sino también afinada sinopsis de una sensibilidad ética, de los parámetros de comunicación social y personal, y de cierto Zeitgeist entre presente y futuro.

A través de obras de cuatro artistas se propone una lectura parcial pero (curiosamente) clara de las claves de ese nuevo género de obra artística llamada aquí "no pre no con". Lo fragmentario, lo banal, lo explícitamente inconcluso, lo no resuelto, lo atisbado por azar, lo entrecortado, lo borroso, la interferencia, el error, lo diverso, lo híbrido... Todo ello conforma las señas de identidad de unas piezas cuya característica común con las obras de arte tradicionales viene a ser que todo en ellas está controlado para emitir algo, pero que difieren de aquellas en su retórica.

De Monika Oechsler se muestra un vídeo en que un hombre y una mujer corren por una pista de atletismo en una intrigante y atosigante puja, mezcla extraña de violencia, terror, competición y sexo. Arjen de Leeuw propone dos vídeos donde lo coreográfico, lo misterioso, lo cotidiano-vulgar y lo mitológico forman una mezcla hechizante y alegre. Meiro Koizumi propone un pequeño filme de inconcluso suspense inquietante pero absurdo, con una selva de pega, un extraño hombre enterrado hasta la cabeza y su indolente grito de socorro. Las dos fotos de Paul Eachus muestran un estudio de artista ordenado de forma singular (con todos los huecos ocupados por revistas enrolladas y productos de consumo). Es como si existiera un orden ilegible, jeroglífico, como si todos los elementos de una obra "no pre no con" estuvieran ahí, procedentes de un lugar ajeno al artista.

Lo "no pre no con" aparece como suma de elementos conectados que dejan intuir una narración o un discurso a su vez nunca cerrados ni de único sentido. Un rompecabezas en que todo encaja pero cuyo resultado puede ser variado y nunca evidente y que cada espectador debe reconstruir para luego leer intuitivamente sin descifrar del todo.