Ibon Aranberri: el relieve del poder
Found Dead, 2007- 2011. Fotos: Oliver Ottenschläger
Hasta el 30 de marzo la Secession de Viena acoge la exposición Finite Location de Ibon Aranberri, donde el artista vasco vuelve a reflexionar sobre la propia idea de exposición a partir de las complejas interconexiones entre la estética, la historia y la política.
Ésta que ahora le dedica la Secession de Viena no es la exposición más extensa del artista. Se compone de tres grandes instalaciones -Política Hidráulica (2004-2010), Found Dead (2007-2010) y Partial Use of Senses (2014)- en las que lo relevante no reside en lo novedoso. Lo hace en el modo en el que el artista logra producir planteamientos alternativos a lo ya conocido, en una exploración minuciosa e introspectiva sobre cómo pueden comportarse los diferentes trabajos bajo según qué luz.
Política Hidráulica, 2004-2010
Aranberri, para quien las políticas del display, esto es, de cómo presentar la obra, son parte fundamental de su quehacer, entiende el formato de exposición como un lugar para la reescritura. Si en la Fundación Tàpies concebía el espacio como una compleja maraña, casi como un abstracto borrón, en la Secession de Viena la escritura es del todo diáfana. Y si nos guiamos por la relación entre figura y fondo, un trasunto metafórico que el artista emplea con frecuencia, una y otro se revelan aquí con claridad y precisión.Política Hidráulica es uno de los trabajos más importantes realizados en España en lo que va de siglo. Adquirido por el Museo Reina Sofía, no está de más subrayar ahora su valor. Nunca antes se había mostrado en toda su extensión, con casi un centenar de fotografías enmarcadas de pantanos o embalses, obras de infraestructura pública realizadas durante décadas en España y Portugal. Tomadas a vista de pájaro siguiendo una estética aséptica y funcionarial, se instalan amontonadas, negando la posibilidad de ser contempladas. Lejos de seducir, su montaje nos aleja de ellas. Lo avanzábamos un poco antes: en este proyecto se cifra el conflicto entre la naturaleza y el poder, en el que éste ignora los procesos lógicos de erosión del paisaje acelerándolos en aras de su narcisismo propagandístico.
Found Dead comparte matices con Política Hidráulica por su carácter elusivo y fragmentario. Aranberri recoge un boceto para un obelisco y, sin querer construirlo, dispersa de manera aleatoria cada una de sus piedras -que sí construye- por la sala. Lejos de llamar la atención sobre esta o aquella gesta, el obelisco que no pudo o no quiso ser se orienta ahora hacia el campo expandido, hacia una suerte de paisaje abstracto. A Aranberri, como a sus compañeros de generación en el contexto vasco, le es difícil desligar la abstracción de la ideología, pero me pregunto si en el marco de esta exposición no cabría interpretarse este árido campo de piedras como contrapunto de ese paisaje ideologizado que revelan los pantanos de Política Hidráulica, afirmándose aquí como el paisaje que el poder no quiso o no pudo colonizar.