Detalle de Orange, 1923
Wassily Kandinsky vuelve a Madrid. Casi a punto de cumplirse el 150 aniversario del nacimiento, CentroCentro Cibeles celebra un extenso recorrido por su obra con una gran retrospectiva que abarca cuatro décadas de su evolución pictórica, desde las primeras obras figurativas hasta las exuberantes abstracciones llenas de color. Es una de las mayores monográficas dedicadas en España al pintor ruso, con más de un centenar de lienzos, acuarelas, dibujos y grabados que llegan a Madrid el próximo martes 20 de octubre de los fondos del Musée National d'Art Moderne, Centro Pompidou de París. Tesoros que pertenecían a la colección personal del artista y que fueron donados al museo francés por su viuda. Imprescindible.
Las piezas más tempranas de la muestra son varias pinturas de los primerísimos años del siglo XX, muy raras de ver en original, que revelan los rudimentos tardoimpresionistas que lo ocuparon en sus inicios. La decisión de Kandinsky de dedicar su vida a la pintura se produjo tan tardíamente como la de Vincent van Gogh, ya cumplidos los treinta años. El hasta entonces jurista ruso se trasladó en 1896 a Múnich con objeto de hacerse aprendiz de artista, para lo que buscó el taller de Anton Azbé, su principal maestro. Con todo, su compulsiva creatividad le llevó pronto a la escena de los profesionales, destacó entre los innovadores del Jugendstil, fue con Jawlensky el principal introductor del fauvismo en Alemania, contribuyó a fundar y presidió la Nueva Asociación de Artistas de Múnich,
y para 1911, a los quince años de su llegada a la capital bávara, la autoridad carismática de Kandinsky se proyectó con energía de profeta, cuando publicó en un inhabitual y espléndido alemán su libro programático De lo espiritual en el arte y creó junto a Franz Marc la Redacción El Jinete Azul, absolutamente decisiva para la nueva cultura artística centroeuropea en el período que alcanza hasta 1914. Muy consecuentemente el año creativamente crucial de 1911 está señalado en la muestra con una importante obra realizada entonces: Impresión V (Parque).La sección más intensa de la exposición es el conjunto de obras de la etapa rusa, correspondientes a los años que van de 1914 a 1921
Detalle de Improvisación III, 1909
El modo en el que se articula la exposición es sencillo. Distingue cuatro secciones, en correspondencia con cuatro grandes épocas, la primera de las cuales sería la etapa de formación en Múnich, hasta el alumbramiento de la abstracción pura, esto es de 1896 hasta 1914. A esta sigue la etapa rusa, desde 1914 hasta 1921, la nueva estancia en Alemania como maestro de la Bauhaus hasta 1933, y su exilio en Francia los últimos once años de su vida, cuarta y última sección de esta retrospectiva. La comisaria, Angela Lampe, conservadora del Musée national d'art moderne de París (Beaubourg), ha buscado la fórmula más sintética y llana para ordenar las obras. Como ha tenido muchas a su cargo, está más que fogueada en la realización de exposiciones temporales; y, si era reconocible un muy ajustado sello divulgativo en otras muestras monográficas que preparó en el pasado, esta no hace excepción. Pero de la que hablamos es además, por su propia naturaleza, una muestra llamada a no hacer excepción, sino a hacer accesible un conjunto de obras. Todos los préstamos proceden del Musée national d'art moderne, Centre Georges Pompidou. Forman parte del legado Nina Kandinsky, que este museo parisino recibió en donación en 1976 y, en su mayor parte, ya en herencia tras la muerte de la viuda del pintor en 1980. Gracias a esa colección el Beaubourg compite ventajosamente con la Lenbachhaus de Múnich y el Solomon R. Guggenheim Museum en la más densa representación de la obra de Wassily Kandinsky a nivel planetario. Pero con lo muy extenso de sus colecciones de Kandinsky le ocurre al Beaubourg como con tantas otras secciones de su patrimonio: este es tan grande que apenas puede mostrar al público una pequeña parte de lo que posee. La creación de establecimientos periféricos, satélites del museo principal, así como el trabajo en exposiciones temporales que, como esta de Madrid, permiten difundir partes de las colecciones no expuestas permanentemente, sirven desde hace algún tiempo de válvulas de escape. La muestra del CentroCentro realiza, así pues, un doble esfuerzo de difusión: difusión de la obra de Kandinsky y difusión de las colecciones del Beaubourg. Previamente había sido expuesta en otro estupendo espacio, aunque muy distinto al de aquí, el Palazzo Reale de Milán.Detalle de En gris, 1919
Gelb-Rot-Blau, 1925
Precisamente gracias a su trabajo para la sección internacional del Comité de Artes Plásticas (IZO), quedó encargado de establecer relaciones con organizaciones artísticas en Alemania, adonde se trasladó con su esposa en diciembre de 1921 para nunca más regresar a Rusia. Al mes siguiente se iniciaron los trámites para la contratación de Kandinsky como maestro de la Bauhaus en Weimar, a cuyo cuerpo docente se incorporó en junio de 1922. La época Bauhaus, tema de la tercera sección de la exposición, está espléndidamente representada, con el álbum Pequeños mundos, el lienzo Trama negra y el cuadro monumental, ya de 1925, Amarillo-rojo-azul (Gelb-Rot-Blau). Se hace muy sugestivo el diálogo que se establece en la exposición entre esas obras tan acabadas y los dibujos con una función docente que preparó para su libroLa exposición se completa con otras dieciséis obras del último decenio de su vida. De su también fecundo taller de Neuilly-sur-Seine salieron numerosas pinturas y dibujos para entrar en interlocución con un mundo artístico por completo diferente del de Múnich, Moscú y la Bauhaus. Hans Arp, Joan Miró, Fernand Léger, los artistas de Abstraction-Création, fueron sus más próximos en la escena parisina. La paleta de Kandinsky se endulzó, ganó amabilidad, el geometrismo cedió al gusto por las formas orgánicas. Incluso el nuevo repertorio de elementos biomórficos no se pintaba como antes, sino cargando, por ejemplo, con arena los pigmentos, diferenciando tactilidades, explorando de nuevas el universo de sinestesias, fábulas sin tema, nuevas dimensiones sensitivas y apocalipsis intelectivas que informaron de principio a fin su obra artística.