Spacelength Thought, 2012

Galería Parra & Romero. Claudio Coello, 14. Madrid. Hasta el 23 de abril. De 44.000 a 120.000€

La artista italiana Rosa Barba (Agrigento, Sicilia, 1972) es una de las más destacadas de su generación. Y sin embargo, todavía poco conocida en nuestro país, a pesar de que en 2010 el Museo Reina Sofía le brindara la oportunidad de entresacar algunas obras de sus almacenes. Tres años más tarde el MUSAC la invitaba a conocer León, cuando uno de cuyos paisajes más característicos, Las Médulas, entró a formar parte en la exposición en una pieza sonora. En realidad, como se dio cuenta aquí, en la entrevista publicada por El Cultural, el propio espacio del museo se convirtió en protagonista, jugando entre el interior y los vanos de los patios.



Ambos encargos compartían el desarrollo de un proyecto en la situación de artista en residencia que interviene en el lugar y el interés por la dialéctica entre lo visto y lo no visto. Cuestión que, en su trabajo, se enreda con la revisión del pasado de la Modernidad, a modo de recuerdos del futuro. Una visión enfatizada en sus piezas por la filmación cinematográfica en 16 mm. que, proyectada por viejas máquinas,deconstruye episodios de lo que ya hace tiempo denominamos mal de archivo.



Después de recorrer Europa en los más distinguidos centros de arte, transformando retazos de pasajes humanos, arquitectónicos y naturales en una suerte de arqueología y trabajo de catalogación, mientras refinaba y hacía más compleja la formalización de su display, su trabajo se está complementando en la última etapa con una nueva línea de desarrollo hacia la poesía visual plasmada en esculturas. Es decir, una decantación hacia el lenguaje -el de la gramática, del cine y de la escultura-, que quizás podemos comprender mejor como consecuencia coherente con su actividad de investigadora y teórica del cine, explicitada en la serie Printed Cinema, que comenzó a publicar en 2004 como display complementario a sus exposiciones.



Esta es la aportación sustantiva de esta muestra elegante y esteticista, donde lenguaje, letras y palabras son producidas in situ y proyectadas por ingeniosas máquinas que emulan viejas tecnologías. Siempre guardando el ritmo y la medida, en una depurada serialidad fascinante, de preciso equilibrio. Solo siete piezas, pero ajustadas en un cuidadísimo montaje que convierte esta pequeña en una gran muestra del que ya podemos considerar el periodo de madurez de la artista.



The Color Out of Space, 2015

Haciendo de puente vemos The Color Out of Space (2015), un filme basado en registros de cuerpos celestes del Observatorio de Hirsch, aquí filtrado con vidrios. Aunque no deja de ser una adaptación en pequeño formato de lo que fue originalmente una gran proyección en la fachada del Instituto Politécnico de Rensseler en Troya, cuyo audio con comentarios de astrónomos, artistas y escritores fue emitido por la radio local. En el resto de piezas, diversos medios de notaciones son los protagonistas. Introducidos en su entramado de cintas fílmicas y máquinas de proyección, constituyen la propia estructura y materia escultórica. Por ejemplo,en Enterprise of Notations (2013) pequeñas esferas metálicas oscilan en un raíl por una película perforada que está siendo proyectada. El proceso alude a las tarjetas perforadas que almacenaban la música antes de los discos de pizarra y vinilo y ¿quizás también a la in/visibilidad de la música de las esferas de los pitagóricos?



En Spacelenght Thought (2012) es una vieja máquina de escribir la que teclea letras impresas en una película, cuya proyección rítmica de vacíos y figuras termina materializándose en uncúmulo desordenado de la cinta métrica: caos, como consecuencia del ciego orden maquinal. En Sight Enables Us to Apreciate Distance (2013/2017) varias bandas superpuestas discurren, como desplegando el palimsesto del rollo de un viejo pergamino. La artista escribió un texto inspirado en Poincaré directamente en una película de 70 mm, que después fue fragmentado en las bandas iluminadas por retroproyección, desarrollando un discurso en movimiento imposible de aprender. Otras piezas exploran nuevas invenciones escultóricas, como Conductor (2014), una blanca esfera plástica de evocación sementera, plantada sobre el suelo y que vibra a un ritmo arbitrario. Y también la simplicidad del color, asociado a letras en la proyección romboidal Focus Puller (2013) a la entrada de la galería.



Todo bajo el título Thoughts of Sorts, traducción inglesa del libro póstumo de Georges Perec, Penser/Classer, que recoge artículos publicados en revistas y textos que apuntan al intento de clasificar eventos triviales y objetos infraordinarios. En las últimas décadas se ha convertido en una de las referencias ya tópicas del paradigma de "arte y archivo", por lo que funciona como un guiño. Pero si en trabajos anteriores Rosa Barba utilizaba episodios naturales y del transcurrir humano sometidos a su deconstrucción cinematográfica, ahora con estas máquinas paradójicas explora posibilidades inéditas de producción y almacenamiento de escritura concreta y de sus formatos de exhibición.



@_rociodelavilla