Varias de las obras en Tabakalera

Tabakalera. Plaza de las Cigarreras, 1. San Sebastián. Hasta el 9 de octubre

Desde cualquiera de las dos orillas del estrecho de Gibraltar se distingue perfectamente la otra costa, asombrosamente próxima en la distancia geográfica, si tenemos en cuenta lo abismal de la separación cultural que representa. Aquí Europa, enfrente África. Aquí la "civilización", allá el exotismo y la atracción de lo diferente y, en los últimos tiempos, lo amenazante. Quince kilómetros separan ambos continentes, pero es mucho más lo que los separa un relato histórico de contraposiciones y paradojas. Chris Marker y Alain Resnais produjeron en 1952 la película Las estatuas también mueren, en la que reflexionaban sobre el hecho de que las obras de arte europeas, al morir, vayan al Louvre, mientras las africanas van (e iban) al Musée de l'homme. Hoy van al del Quai Branly, pero el problema sigue siendo el mismo.



La sociedad europea, a través de los procesos del imperialismo colonialista, ha construido un relato de los territorios que explotó hasta la segunda mitad del siglo XX, introduciendo en ellos elementos totalmente ajenos a su cultura, como una economía basada en el dinero, unos sistemas políticos totalmente ajenos al régimen tribal y unas fronteras trazadas con tiralíneas sobre el mapa sin tener en cuenta a los moradores de esos territorios, sus relaciones y sus alianzas.



Aunque nacida en París, Yto Barrada (París, 1972) ha centrado su actividad artística en el choque cultural que se produce en el país de origen de su familia, Marruecos. Recurriendo a narrativas occidentales, Barrada nos muestra las consecuencias de la modernidad en una sociedad como la marroquí, obligada a vivir entre dos mundos: el de su tradición cultural y el de la idea de modernidad y globalización.



Al ser la programada por Tabakalera en San Sebastián la primera exposición de Barrada en España, la selección de obras se ha hecho inclinando más la balanza sobre trabajos antiguos, que permiten comprender la trayectoria artística, que sobre las creaciones más recientes. La muestra comprende distintos ámbitos creativos, desde la escultura a al instalación, aunque Barrada se centra, sobre todo, en lo audiovisual.



Dos piezas, del conjunto de las mostradas, ejemplifican su idea de utilizar los medios discursivos y los soportes creativos de la cultura occidental para "devolvernos", con nuestras mismas armas, su visión de las dos culturas y el modo en que los principios de las sociedades occidentales son "negociados" en su asimilación a la cultura islámica. La primera, La contrabandista (2005) muestra a una de las mujeres que se ganan la vida pasando mercancías entre las ciudades españolas en África y Marruecos. El vídeo muestra el proceso mediante el cual la mujer va dejando los fardos con los que viene cargada para empezar a despojarse de todas las cosas que ha transportado ceñidas a su cuerpo: mantas, ropa, distintos utensilios, como si fuera una caricatura del consumismo occidental.



La otra, Fauxdépart (falso comienzo) (2015) muestra el trabajo artesanal de fabricación de fósiles en una aldea del interior. Fósiles que luego serán vendidos a los turistas europeos como si fueran auténticos, porque de lo que se trata no es de vender autenticidad, sino de satisfacer el deseo y alimentar los mitos.



@esprz

Yto Barrada (París, 1971) estudió historia y ciencias políticas en la Sorbona y fotografía en Nueva York. Su trabajo, que incluye fotografías, esculturas, ediciones e instalaciones, comenzó por explorar la Tánger de su infancia. Su producción ha sido expuesta en la Tate Modern (Londres), en MoMA (New York), en la Renaissance Society (Chicago), en el Witte de With (Rotterdam), en la Haus der Kunst (Munich), en el Centre Pompidou (París), en la Whitechapel Gallery (Londres) y en la Bienal de Venecia (2007 y 2011). Barrada es también cofundadora de la Cinémathèque de Tanger.