Claudia Pagés: Her hair, 2017 (YABY)

Reap, Mow, Cut, Harvest, Mow, Pluck, Crop. YABY. Áncora, 9. Madrid. Hasta el 4 de marzo

Memoria de almacenamiento. Alimentación 30. Doctor Fourquet, 30. Madrid. Hasta el 30 de marzo

Horizonte de sucesos. Otr. Espacio de Arte. San Eugenio, 10. Madrid. Hasta el 30 de mayo

Algo se cuece, y a fuego lento, en Yaby, el estudio que comparten Beatriz Ortega Botas y Alberto Vallejo, comisaria y artista. Bajo sugestivos títulos (siempre en inglés) invitan desde hace un año a artistas de la escena local a dialogar con otros de fuera -Karlos Gil, Diego Delas o Belén Zahera, entre otros, han pasado por aquí- y a trabajar de manera específica con el espacio. La protagonista en esta cuarta exposición sigue siendo la escultura, con piezas en resina de Claudia Pagés (Barcelona, 1990) y de cera y elementos vegetales, construidas in situ, de Caspar Heinemann (Londres, 1994). Una obra en la que se mezcla lo personal, lo poético y lo político y que se complementa con las performances del día de la inauguración. No pierdan de vista una de las propuestas más frescas de la ciudad. Van a hacer ruido, acaban de recibir una ayuda Injuve y participan en Supersimétrica, la feria-encuentro de espacios independientes.



Almudena Lobera: Memoria de almacenamiento, 2018.

También cumple años, cuatro, Alimentación 30, el escaparate gestionada por la artista Valeria Maculán en el que Almudena Lobera (Madrid, 1984) ha realizado una de las mejores intervenciones que recordamos. En total complicidad con el espacio, juega con su historia (un antigua tienda de ultramarinos), su presente (un escaparate a mirar) y sabe combinarlo con algunas de las cuestiones recurrentes en su obra (atenta siempre al papel y el lugar del espectador, a lo visible y a lo virtual). Así, ha transformado este metro cuadrado en una caja fuerte pintada de rojo y organizada en tres niveles cuajados de latas de conserva doradas a modo de lingotes de oro. Una caja fuerte que se abre por detrás pero que nosotros, transeúntes voyeurs, podemos vislumbrar a través del cristal que da a la calle. Una metáfora, nos cuenta la artista, de la sociedad actual que con las redes sociales deja ver lo que hasta hace poco pertenecía sólo al ámbito de nuestra intimidad.



Pablo Capitán: Suction Cup and Glass, 2017.

En OTR la comisaria canaria Dalia Rosa ha trabajado el potencial de los accidentes, de esas pequeñas (o grandes) acciones que pueden alterar el orden regular de las cosas. A través de la obra de catorce artistas -tres de ellos de la colección de Antonio Trujillo, mecenas del espacio con la complicidad del artista Marlon de Azambuja- nos habla de acontecimientos históricos, naturales, casuales... ocurridos y por ocurrir. Nos quedamos con el collage de imágenes de bombardeos de Nacho Martín-Silva, la (casi) perfecta retícula de Ignacio Uriarte, el vídeo de Adrián Balseca en el que un coche salta al vacío, los paisajes de Gabriela Bettini y, muy apropiadas en este contexto, las frágiles esculturas en equilibrio de André Komatsu y Pablo Capitán del Río, este último con un pesado vidrio sujeto por una ventosa que amenaza con caer en cualquier momento.



@LuisaEspino4