Luis Úrculo: Paisaje 1 & 2, 2018

Luis Úrculo. Paisajes intuidos. Espai Tactel. Denia, 25 B. Valencia. Hasta el 18 de mayo. De 1.800 a 5.300 €

Biotropics. Galería Rosa Santos. Bolseria, 21. Valencia. Hasta el 27 de abril. De 1.500 a 6.500 €

Iñaki Domingo. Color vaciado. Galería Luis Adelantado. Ferraz, 84. Valencia. Hasta el 18 de abril. De 1.200 a 9.000 €

Tres exposiciones en tres galerías valencianas son indicativas del pulso con el que, en los últimos años, la iniciativa privada ha dinamizado la concurrencia del arte contemporáneo en la ciudad, a la que se suma la incorporación reciente de Bombas Gens. Este contrapeso, respecto a la centralidad que tradicionalmente ha ejercido el IVAM no hace ahora, sino enriquecer las posibilidades de relación con el arte y renovar las necesarias aportaciones de las instituciones públicas en un espacio de obligado trabajo conjunto. Por un lado, las exposiciones de las galerías Espai Tactel y Rosa Santos coinciden en el calendario con la invitación de un comisario externo. En Paisajes intuidos, de la mano del crítico Jesús Alcaide, el artista Luis Úrculo (Madrid, 1978) nos lleva a tocar la luna. Con muy diversas intervenciones en soportes varios, el omnipresente planeta deja ver todas sus caras. Luis Úrculo las hace palpables en fragmentos de yeso, trozos de tela, láminas de aluminio, fotografías y papeles. Orbita todo ello en la galería que, intervenida en paredes y suelo, se convierte en un plató repleto de cuidados encubrimientos escénicos. Esta disposición, no sin muy sutiles ironías, nos lanza a un viaje cósmico que, en tanto empequeñece nuestros cálculos, agranda una mirada siempre especulativa.



Aggtelek: Travel Notes, 2013.

Desde la galería Rosa Santos, la crítica Johanna Caplliure presenta Biotropics. Aquí los artistas Aggtelek, Keren Cytter, Julie Favreau, Alex Francés y Sulaïman Majali dan rienda suelta a otro paisaje en el que crecen cuerpos ficcionales. La prótesis, como metáfora de la metamorfosis última de la identidad, se amolda a muy diversas propuestas. Así, las desvariadas y sorprendentes proyecciones de Cytter o las inverosímiles pinturas prêt-à-porter de Aggtelek en las que el humor, corrosivo, abre grietas a través de las extravagancias. Por otra parte, Majali detiene el ruido de lo excéntrico en una proyección, en la que se acumulan capas y capas de imágenes, formando un extraño vanitas. Mientras Francés se centra en la materialidad de un pliegue imposible de aprehender en pequeñas piezas cerámicas como apósitos, en las que el hueco se insinúa sólo en dimensiones mínimas.



Iñaki Domingo: Sin título (serie Color vaciado), 2017.

Alejado del exceso, aquello que se exhibe como rebelde en la anterior exposición se manifiesta perturbadoramente delicado y contenido en las fotografías que Iñaki Domingo (Madrid, 1978) presenta en la galería Luis Adelantado. Este artista extrema el silencio de las formas para hacerlas palpitar dentro de lo invisible. Aún cuando todo en apariencia es calma, las imágenes aquí vuelven sobre sí mismas para pasar de la fotografía a la pintura y de ésta, de nuevo, al papel y a proyecciones. En esos cruces y viajes, Iñaki Domingo lo mueve todo para hurgar en el espacio de la indefinición y llevarnos a él para ser paradoja.