Espacio pop-up de la Galería Moisés Pérez de Albéniz en Nueva York

El 29 de junio se inauguraba Condo New York, el Airbnb de las exposiciones que contacta a galerías foráneas y locales para hacer proyectos conjuntos. ¿Se está agotando el modelo de feria de arte? Analizamos el caso de tres espacios españoles que han probado fuera la experiencia pop-up.

Lo decíamos el pasado febrero desde estas páginas: el modelo "feria-galería" vigente en el sistema del arte tiene que cambiar. De hecho, desde que poco después el galerista español José Freire (Team Gallery, Nueva York) hiciera pública su decisión de abandonar definitivamente la participación en ferias, los debates sobre el cambio de modelo no han dejado de sucederse. El tema centró la última reunión de la red mundial de líderes del arte que el New York Times organizó en Berlín el pasado mes de abril. Como posible alternativa, algunas galerías están empezando a optar por abrir exposiciones esporádicas en ciudades como Londres o Nueva York. Siguen en esto el modelo de negocio pop-up que ha proliferado en los últimos diez años como complemento al e-commerce y que dinamiza el mercado de locales al más puro estilo Airbnb.



El galerismo pop-up surgió en Nueva York en 2007 y, desde entonces, tanto está proliferando -la propia Pace Gallery lo utilizó en Menlo Park como modo de tantear California antes de abrir sede estable allí- que algunos espacios de arte se abren ya con idea de ofrecerse a galerías en busca de presencia internacional. Así sucede con SCAN Project Room, de la plataforma digital SCAN (Spanish Contemporary Art Network). Su pequeño espacio en Londres fue el escogido por la galería murciana T20, para iniciar T20-Satélite en junio de 2017. A la vista de la buena experiencia del año pasado,T20 se plantea ahora un sistema mixto: ferias en Latinoamérica y España y pop-ups en Europa y EE.UU. Frente al gasto medio de 12.000 € que les supone un stand en feria durante unos cuatro días, la exposición de un mes con SCAN en Londres se hizo por menos de 4.000 €. T20-Satélite se planteó buscando visibilidad y sin esperar ventas, pero alcanzó el 30% de beneficio y, sobre todo, ganó nuevos coleccionistas para la galería. De modo que han decidido repetir en noviembre de este año en la capital británica.



Metros a precio de oro

Moisés Pérez de Albéniz también se ha optado por abordar plazas internacionales siguiendo este sistema y ha sustituido su participación en el neoyorquino Armory Show en 2017 por un pop-up en las mismas fechas en 2018. La galería en este caso acudió a Parasol Projects, intermediario que opera en el Lower East Side. Proyectó así en el número 2 de Rivington Street, junto al New Museum, dos semanas de exposición, primero una individual y después otra colectiva presentando artistas de la galería. El resultado, también en este caso fue mejor que el de su participación en Armory Show el año anterior. Es fácil, si pensamos que los 30 m² de la feria costaban 35.000 € y el alquiler para la doble exposición en Rivington Street (55 m²) no superaba los 10.000. Así las cosas, el beneficio por ventas ha supuesto un incremento del 80 % con respecto al año anterior. Como en el caso de T20, la buena experiencia anima a repetir en Nueva York el próximo abril y, más pronto que tarde, probar en Londres.



Néstor Sanmiguel en la Galería Van Doren Waxterde (Maisterravalbuena en Condo Nueva York)

Más cerca aún del modelo de feria está la idea de unir el pop-up con el gallery walk. Siguiendo en parte el ejemplo de Villa Project creado por la Raster Gallery en Varsovia en 2006 (no todo nace en Nueva York), últimamente han surgido Condo y Okey Dokey. De la última sólo ha habido una edición (2017 Dusseldorf/Colonia), pero Condo no hace más que proliferar, generando un verdadero festival de arte internacional en ciudades como Londres, Nueva York, São Paulo, Ciudad de México y Shanghái. En la segunda Condo New York, que ha inaugurado el 29 de junio y permanecerá mes y medio en la ciudad, participa Maisterravalbuena, primera galería española en acudir.



30 m² cuestan 35.000 € en Armory Show mientras que un alquiler en Rivington Street (55 m²) no supera los 10.000

Condo (de ‘condominio') es una iniciativa fundada en Londres en 2016 por Vanessa Carlos (de Carlos/Ishikawa). Consiste en un conjunto de exposiciones en las que galerías anfitrionas comparten sus espacios durante un mes con otras visitantes, bien en muestras comisariadas conjuntamente, bien cediendo su espacio. La participación añade a los gastos de montaje, transporte o seguro sólo el pago de una pequeña cuota de menos de 1.000 € que se destina a la impresión de un mapa, a la web y a la fiesta de clausura. Las exposiciones duran unas seis semanas, lo que permite una presencia real en la ciudad y da más margen al cierre de acuerdos y visitas.



Este año Condo New York reúne a 47 galerías internacionales en 21 espacios neoyorquinos. Maisterravalbuena comparte con la galería Grey Noise (Dubái) el espacio de su anfitriona Van Doren Waxter, en el 195 de Chrystie Street en el Lower East Side. Transcurrida la primera semana de apertura, afirma Pedro Maisterra, uno de sus directores, que el resultado en ventas y visitas ya ha merecido la pena. Según él, la clave está en el nivel de las galerías y la variedad de las procedencias. Un modo de abordar lo internacional que, concluye, "si bien carece de muchas de las prestaciones que la feria aún puede ofrecer, es un buen complemento que humaniza las relaciones, llevándolas a un sistema horizontal y aportando flexibilidad".



Decía el desaparecido Zigmun Bauman que la modernidad celebra lo efímero. Sin fijarse en un tiempo ni vincularse a un espacio con el pop-up la galería fluye, se hace líquida. Esperemos que un nuevo sistema líquido aporte liquidez y, sobre todo, que ayude a nuestro arte a fluir más allá de nuestras fronteras.