Cañón: Broadway y Exchange Place, 1936
Aunque los manuales de historia hayan calificado la obra de Berenice Abbot (Springfield, 1898-Monson, 1991) como “fotografía documental”, definirla de este modo es insuficiente. Estrella de Diego, comisaria de esta exposición de la Fundación Mapfre, nos propone una lectura que precisamente cuestiona el tópico y nos invita a una interpretación más rica y llena de matices de una de las figuras más destacables de la fotografía americana.Se inicia el recorrido con una colección de retratos de la década de los veinte en París, ciudad a la que llegó en 1921 sin medios económicos ni una vocación clara. Posiblemente tenía la intención con esta serie de documentar un sector social vinculado a la cultura aunque, como observa Estrella de Diego, hay en esta colección un modelo de mujer y de hombre que no responde a los arquetipos femeninos ni masculinos convencionales. Lo que capta Abbot es una mujer fuerte con una apariencia masculina y hombres que no responden tampoco a una imagen estereotipada. Como apunta la comisaria, su mundo se situaba también al margen de la norma social de la época. Hay, pues, una dimensión autobiográfica, algo de Abbot que se filtra y se proyecta en la forma de mirar, elegir y hacer la foto: como dijo el poeta, tan solo se encuentra lo que uno busca desesperadamente. En París hubo también un encuentro fundamental: Eugène Atget, al que retrató poco antes de morir. Este, entre finales del XIX y principios del XX fotografió de una manera sistemática el viejo París que estaba desapareciendo por la presión de la ciudad industrial y la transformación urbanística. Pocos -tan solo los surrealistas y voces disonantes como Walter Benjamin- se percataron de su trascendencia. Sin embargo inspiró una profunda admiración a Abbot que adquirió su archivo y que desde entonces realizó una labor de reivindicación del fotógrafo francés, editando libros, positivando sus fotografías e incluso realizando exposiciones compartidas como esta.Abbott inmortalizó los cambios acelerados de Nueva York, mostrando el espectáculo y la opulencia de la ciudad