'Before your eyes', la vida en un parpadeo
El juego de GoodbyeWorld utiliza una interesante tecnología que capta el movimiento de los ojos para narrar una historia de una gran sensibilidad
La tecnología de eye-tracking o seguimiento de ojos no es nueva. Se utiliza de manera habitual para todo tipo de aplicaciones, pero en el terreno videolúdico su uso no es tan frecuente. Quizá una de las franquicias que más han hecho uso de esta tecnología ha sido Assassin’s Creed, donde en las últimas entregas, y gracias a un periférico específico para PC, se pueden realizar varias acciones (como etiquetar a enemigos, ajustar los niveles de brillo o mover la propia cámara) con el mero movimiento de los ojos. En cualquier caso, estas funcionalidades siempre han sido unos puntos extra para un hardware muy concreto, un tipo de experiencia de nicho de la que la gran mayoría de los jugadores de la saga ni siquiera ha oído hablar. Sin embargo, en Before Your Eyes se convierte en la mecánica principal sobre la que se apoya todo el diseño. Solo se necesita una webcam y una iluminación mínima en la habitación. Como el juego realmente solo identifica el parpadeo y no tanto el movimiento de nuestras pupilas, con una calibración mínima se pueden conseguir resultados satisfactorios.
La premisa es sencilla. Un lobo antropomórfico rescata a Benjamin (a quien encarnamos en primera persona) de un mar donde las almas se amontonan tras morir. El barquero le dice que percibe algo extraordinario en él, y que necesita acceder a los recuerdos de su vida para poder hilvanar un relato que convenza a la guardiana de las puertas de su valía y ganarse así su entrada al paraíso. Benjamin se ve abocado a revivir su vida desde el principio, aunque en esta ocasión, cada vez que parpadee, el tiempo saltará adelante. Puede que cinco minutos o cinco años. No hay forma de saberlo. Lo único seguro es que por mucho que los recuerdos se le antojen entrañables, no podrá permanecer en ellos por mucho tiempo.
Before Your Eyes utiliza tonos pastel y personajes que apenas escapan a la descripción de bocetos, una dirección artística minimalista con cierto aroma a dibujos animados de sábado por la mañana. Sin embargo, lo que podría parecer como un producto creado con un público infantil en mente se revela como una historia mucho más dura y trágica de lo que podría parecer en un primer momento. Es un juego que funciona como una alegoría sobre el implacable e inevitable paso del tiempo, y cómo las decisiones que tomamos en determinados momentos van cerrando cada vez más el foco del inmenso espacio de posibilidad que conformamos durante nuestros primeros años de existencia. También las decisiones de nuestros padres, las circunstancias de nuestro nacimiento, cómo todo parece conjurarse para llevarnos por una senda determinada, cada vez más ajustada. Before Your Eyes trata cómo las ambiciones frustradas de los padres marcan el devenir de los hijos, de cómo la realización vicaria se abre paso como una imposición intergeneracional, de cómo incluso se puede llegar uno a reconciliar con ese gravamen para encontrar una vía de satisfacción insospechada. De encontrarle sentido a la vida ante la sempiterna amenaza nihilista, de la sinrazón de la pérdida intempestiva, de las discrepancias entre el idealismo vital y la necesidad de pagar las facturas, de cómo resolverlas sin perderse en el intento.
William Hellwarth tuvo la idea de utilizar una simple webcam para monitorizar el parpadeo de los ojos y diseñar un juego en torno a esa mecánica en una clase del grado de videojuegos de la University of Southern California en 2014. El proyecto pasó por IndieCade y el Independent Games Festival de la Game Developers Conference, donde se alzó con el galardón a mejor juego estudiantil. A pesar de conseguir recaudar una leve suma de dinero a través de Kickstarter, el juego languideció en desarrollo durante años hasta encontrar una fuente de financiación más fiable. Gracias a la perseverancia de Hellwarth, Before Your Eyes es una realidad que muestra cómo la interacción con la tecnología permite a los creadores elaborar metáforas cargadas de significado, experimentando con convenciones narrativas e interfaces, abriendo camino en nuevas formas de expresión. Las escenas de Before Your Eyes suelen acabar antes de lo que nos gustaría. Un parpadeo involuntario y se termina, saltando a la próxima parada, las hebras del tiempo deshaciéndose en las manos. Como la vida, todo concluye demasiado pronto, dejando palabras en la boca, sentimientos sin expresar, situaciones por vivir.