El trastero de Moulinsart
[caption id="attachment_315" width="150"] Monolito TMA 1[/caption]
La cuestión es: qué es la música y para qué sirve. Un asunto de muchos bemoles que cada cual mira —¡faltaría más!—por el lado que mejor le parece. O por ninguno, que se puede vivir una vida muy feliz sin pararse a mirar a esta cuestión o sin echarle más que una miradita de reojo. Se podrá, pero yo no puedo. ¡Qué le vamos a hacer!
Buscar la razón de ser de la música es como buscar el vellocino de oro, o el santo grial, o la piedra filosofal, o la isla refugio del tesoro del Capitán Flint, o la ballena blanca, o las Islas Galápagos, o el tesoro de Rakham el Rojo, o el monolito TMA 1. Como todas éstas, y como todo viaje que merezca la pena, será probablemente una travesía circular, que nos hará volver a Nantucket con Ishmael, a Bristol con Jim Hawkins, a Ítaca con Odiseo, al plomo gris de los alquimistas, al trastero de Moulinsart, al Londres infinitamente vacío de Darwin o a la órbita baja de la Tierra con Dave Bowman en estado de feto intergaláctico. Kubrick lo hace sonar por todo lo alto: viaje de ida y vuelta en torno al Zaratustra del Strauss Ricardo, de timbalazo en timbalazo, pasando por el vals del Strauss Juan y por el gran Ligeti. Pedazo de viaje, que ojalá fuera la décima parte del paseo diario aquel de Francisco Umbral a la panadería de la esquina. «Iba yo a comprar el pan...» Eso sí que era un log. Lo divertido, naturalmente, no es tanto el pan como el paseo. La gracia está en el propio viaje, y en el cuaderno de bitácora en el que el capitán anota dariamente posición, rumbo e incidencias. El “captain’s log”, o “log” a secas, que al ocurrir en internet se hace “web-log”, “(we)blog”, o “blog” “for short”.
[caption id="attachment_316" width="450"] El tesoro de Rackham el Rojo[/caption]
No sé si le importará a alguien, pero, por concretar, juntándolo todo en unas pocas frases apretadas y en unas pocas muñecas rusas, yo lo veo así: el universo es un montón de COSAS, algunas de ellas muy raras, como los AGENTES, a los que llamamos así porque hacen ACCIONES, algunas de ellas muy raras, como la MÚSICA. En vista de lo cual: para saber qué es la música y por qué es como es, antes necesito saber qué son las acciones, qué son los agentes y qué son las cosas y por qué son todos ellos tan raros. ¡Qué fácil! ¡Basta con dedicar mis siguientes cuatro o cinco vidas a ir abriendo estas matrioskas!