[caption id="attachment_861" width="560"] El clarinetista y compositor Jörg Widmann[/caption]
Jörg Widmann (Múnich, 1973): fantástico clarinetista y compositor en boga. Acaba de estrenar él mismo, junto con el Cuarteto Hagen, en el Liceo de Cámara, un Quinteto para clarinete y cuerdas. Me decía un compañero de butaca de oído certero: "Es la obra de un músico"; queriendo decir, no de un compositor únicamente de pupitre, sino de un músico de atril, que sabe lo que se trae entre manos y prevé lo que va a funcionar en el escenario y lo que no. Es, además, la obra de un artista capaz de crear un universo propio. el de Widmann es un mundo de expresividad delicada en el que el oyente encuentra satisfacción sea cual sea su grado de curiosidad y su capacidad de disfrute.
En el plano mas superficial, es una música fácil de oír, llena de melodías agradables (conté al menos 6 temas en el sentido tradicional del término) y de texturas, escalas y cadencias de vieja raigambre clásico-romántica, sonandocasi todas a un ritmo pausado y digerible y en matiz entre piano y pianísimo, que es como se oyen bien las cosas. Tuvimos ese día la suerte añadida de que los Hagen posean el pianísimo más sólido y fascinante del circuito. Para los espectadores con ganas de sumergirse un poco más adentro en la música, el Quinteto ofrece la riqueza de un banco de coral: multifónicos suaves, domesticados, como de polifonía medieval, gestos de musicalidad de todo tipo y un estilo sorprendente que alterna con naturalidad la composición por temas, por timbres y por texturas. Lo de toda la vida y lo de ahora. No parece el resultado de una voluntad ecléctica, sino de una visión a vista de pájaro, muy difícil de conseguir, de la música entera, de ayer y de hoy.
En el Museo Reina Sofía, se oyó a Widmann tocar el clarinete hace un par de lunes y, el próximo,sonará su Octeto, que tiene la misma plantilla instrumental que el de Schubert: clarinete, trompa, fagot y quinteto de cuerda.
El Quinteto del otro día está escrito por multiencargo: CDNM, Fundación BBVA, Wigmore Hall, Filarmonía de Essen, Mozarteum de Salzburgo, Muziekgebouw de Ámsterdam y Cité de la Musique de París. ¡Siete entidades!, que lo irán "estrenando" una tras otra. Signo de los tiempos. En todo caso, el Auditorio Nacional se llevó el estreno-estreno, la primicia mundial. Y otra realidad flipante: el mismo día y a la misma hora, el Auditorio acogía a los dos clarinetistas más buscados del momento: Sabine Meyer con el Concierto de Mozart en la sala grande y Widmann con su estreno en la de cámara. No sé cómo entender este Madrid musical que se ha vuelto París o Londres.