José María Cumbreño, reducción de poema
1 agosto, 2016
10:50
¿Dónde está la diferencia entre un poema narrativo y una anécdota contada en renglones cortados? La pregunta, que no tiene fácil respuesta (y que muchos contestarían, probablemente, aludiendo al misterio, al talento, o demás almas de la cosa poética) es básicamente lo que viene a plantear
de los leñadores desinteresados y los finales felices.
Irene cuenta con los dedos.
En su cuaderno, de momento, hay tantas
sumas como restas.
De momento, son sólo números que no tienen
nada que ver con renunciar ni perder.
Claro que no sólo cuenta; ahí está la mano del poeta haciendo del común lenguaje rara fórmula matemática que consuela sin resolver nada. ¿Y aun así, fracasando -haciendo más que contar- triunfa? Claro. Cuando uno dice que va a contar, está claro que va a hacer mucho más que eso.