[caption id="attachment_1539" width="560"] Un momento de Comedia Multimedia. Foto: David Ruiz[/caption]
Comedia Multimedia es lo último del equipo que capitanea Ron Lalá, o sea, Álvaro Tato (dramaturgia) y Yayo Cáceres (dirección y canciones). Cambia el elenco, pero el tándem vuelve ahora con un espectáculo con ripios ingeniosos de los que gustan hacer, burlonas canciones y divertidos sketches. Se ríen a placer de un asunto muy actual: lo maniatados que estamos a internet, los móviles y demás dispositivos, utensilios que presiden nuestra vida y que parecen estar insertados en nuestras extremidades. Acaban de estrenar en los Luchana y tienen mucha hambre por reventar la taquillas los fines de semana.
Álvaro Tato ha tomado prestada una estrategia comercial muy habitual en nuestros días para parodiarla: las presentaciones mundiales de productos tecnológicos que hacen los CEO de las multinacionales, tipo Apple o Google, anunciadas a bombo y platillo de forma global. Aquí se imita una de ellas, con canciones y situaciones jocosas. Por supuesto, el producto en cuestión que se presenta es un entretenimiento fantástico, supera las expectativas que pudiera ofrecernos cualquier aplicación o juego tecnológico de los habituales, pero no será desvelado hasta el final.
Con este planteamiento Tato y Cáceres confeccionan un espectáculo con un humor “in crescendo”. Se compone de escenas que suelen rematarse con las canciones o romances compuestos para la ocasión por el dúo. Algunas escenas destilan un humor absurdo, como el hombre enamorado de su GPS. Me quedo con la que reúne a cuatro personajes en una sesión pelín sui géneris de adictos anónimos, que podría llamarse “Spoiler”. Desternillante, Tato se ha superado. Pero también hay otros muy ocurrentes como el de la hipertextualidad o el de la escena final, que no estaría bien desvelar.
Para esta producción impulsada por los mismos Tato y Yayo en alianza con Emilia Yagüe, se ha contado con un elenco de actores capitaneado por Inma Cuevas, el rostro más conocido del grupo. Cuevas es actriz de teatro que se prodiga en cine y televisión y tiene una gran presencia y carisma en escena. Ella aquí es miss Web, especie de maestra de ceremonias que hace la presentación del producto. A su lado, tres intérpretes que cantan y bailan, algunos con más salero que otros, dando vida a tres hologramas, pero también a un buen número de personajes según avanza la comedia. Son Fran García, David Ordinas y Jacinto Bobo, y me sorprendió gratamente este último. El conjunto no tiene voces singulares, pero se defiende bien con las canciones y los coros y ellos mismos se bastan y se sobran en el escenario, pues únicamente les arropa una iluminación “popera” de Miguel Ángel Camaco y el vestuario estilo Star Trek a la soviética de Tatiana de Sarabia.
Hay también un momento para la participación del público, y es bastante tronchante por las preguntas que los actores le lanzan, simpáticas y comprometidas, especialmente si vas acompañado de tu pareja. En realidad, cuando una sale del espectáculo se sorprende de lo familiarizados que estamos con el lenguaje de la tecnología, las aplicaciones y los móviles. Tato ha trufado el texto de toda esa jerga que se ha instalado en nosotros de la mano de internet y los dispositivos anejos. Y ya sabemos que el lenguaje no es inocente, lo primero fue el Verbo.
Cuando la comedia alcanza el final tras casi una hora y media, se desvela el acertijo-producto. ¡Es fantástico! Sobra decir que el público congregado puede sentirse privilegiado por conocer de primera mano este fabuloso producto que a todos entretiene y goza de unas ventajas inigualables: nunca se gasta la batería ni pierde cobertura y es tridimiensional. ¿Qué es? ¡Vayan a descubrirlo!